Zapata, en el banquillo por su tuit sobre Irene Villa

M. Sáiz-Pardo COLPISA

ESPAÑA

Pedraz archivó tres veces la causa, que fue reabierta por orden de los jueces recusados por su proximidad al PP

06 nov 2016 . Actualizado a las 20:16 h.

El concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata se enfrenta a 20 meses de cárcel. El edil se sienta este lunes en el banquillo acusado de un delito de humillación a las víctimas del terrorismo y sus familiares por haber publicado el 31 de enero del 2011 el siguiente tuit sobre Irene Villa: «Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcaser para que no vaya Irene Villa a por repuestos».

La única acusación contra Zapata es la de la asociación de víctimas Dignidad y Justicia -que preside daniel Portero, hijo del fiscal asesinado por ETA Luis Portero- ya que la Fiscalía retiró su acusación contra el concejal, al entender que el comentario no era constitutivo de delito alguno. El edil siempre ha sostenido que aquel tuit como otros similares que envió en la época desde su cuenta @casiopeaexpress - «¿Cómo meterías a 5 millones de judíos en un seiscientos?, en un cenicero»- eran un ejercicio de «humor negro». Irene Villa dijo no sentirse ofendida por el comentario y tampoco ejerció su derecho de acusación contra el edil.

El juez instructor de la causa, Santiago Pedraz, tras recibir la denuncia contra el edil en junio del 2015, al poco tiempo de que Zapata se convirtiera en edil, archivó por tres veces la demanda, al entender que no era una ofensa para las víctimas «por mucho que una mayoría crea que esas palabras sean humillantes».

En otras tantas ocasiones, Pedraz tuvo que reabrir el caso por orden de la sección segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional compuesta por los jueces Enrique López, Concepción Espejel y Ricardo de Prada. López y Espejel, que votaron a favor de sentar en el banquillo al concejal de Ahora Madrid, están recusados en el caso Gürtel por su afinidad ideológica al partido popular. La resolución tuvo el voto en contra de De Prada, quien reprochó a sus compañeros que hubieran hecho «prevalecer los criterios personales o sesgos políticos o ideológicos» para obligar a enjuiciar a Zapata.