Premio al cerebro económico de Rajoy con la cartera ansiada por su hermano

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

CESAR QUIAN

El nuevo ministro de Energía estaba al frente de la Oficina Económica de La Moncloa

04 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Alberto Nadal fue secretario de Estado de Energía y mano derecha del exministro de Industria José Manuel Soria los últimos cuatro años. Como tal, fue el verdadero artífice de la reforma energética que tantos disgustos ha provocado, tanto a las empresas del sector, por los recortes en sus retribuciones, como a los consumidores, por las subidas acometidas en el recibo de la luz. Medidas ambas, como otras, para atajar el déficit que arrastraba el sistema eléctrico. La deuda se arregló a golpe de cañonazos y a espaldas del todopoderoso sector eléctrico.

Soria dimitió y Nadal continuó. Tenía aspiraciones, muchas. Quería ascender y convertirse en el nuevo ministro de Energía. Pero el presidente Mariano Rajoy no pensó en él. Lo hizo en su hermano gemelo, en Álvaro, director de la Oficina Económica de La Moncloa, el cerebro en la sombra de Rajoy.

Ambos llegaron juntos al Gobierno hace cuatro años. Son idénticos y para que nadie los confundiese, Alberto se dejó barba. Álvaro luce afeitado y es zurdo, a diferencia de su ahora seguramente más que enfadado hermano, que ha visto cómo sus aspiraciones se esfumaban y, además, a manos de Álvaro.

El nuevo ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital (el área de Industria que formaba parte de la misma cartera se la queda Luis de Guindos) tiene por delante unos cuantos retos heredados paradójicamente de su hermano. El que más premura requiere es la financiación del bono social de la luz, del que disfrutan dos millones de consumidores. Las compañías eléctricas dejarán ya de asumir el coste de ese servicio -que supone en torno a 200 millones anuales- tras una sentencia del Tribunal Supremo que ha tumbado el sistema ideado por los anteriores responsables del ministerio para sufragar ese descuento del 25 % en la factura de la luz. Nadal tendrá que decidir si continúa o no el bono social y si lo pagan los consumidores en los próximos recibos.

Otros retos serán enderezar las relaciones con las compañías del sector y decidir, nada menos, el modelo energético. La reforma energética emprendida por su hermano Alberto cumplió con su objetivo primordial de acabar con la acumulación de deuda eléctrica -30.000 millones a lo largo de las últimas décadas-, pero a costa de paralizar totalmente el desarrollo de renovables tras el fin de las primas. El nuevo ministro tendrá que elegir entre mantener el bloqueo o rascarse el bolsillo y apostar de nuevo por las tecnologías verdes. ¿Borrará la huella de su hermano Alberto o la grabará a fuego?