El PP plantea un pacto de legislatura al PSOE si quiere evitar las elecciones

Gonzalo Bareño Canosa
GONZALO BAREÑO MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Javier Lizón | EFE

Rivera, dispuesto a cambiar su acuerdo con Rajoy para incluir las demandas socialistas

06 oct 2016 . Actualizado a las 08:44 h.

La crisis interna del PSOE ha generado un escenario paradójico, en el que los socialistas aparecen como los más interesados en que Mariano Rajoy forme Gobierno gracias a su abstención, para evitar así unas terceras elecciones, y el PP se resiste a aceptar sin más la posibilidad de gobernar gracias a la inhibición del PSOE si esta no lleva aparejada unas garantías de estabilidad para el futuro Ejecutivo. Los populares expresaron ayer públicamente esta posición, detallando que para que se produzca una hipotética investidura de Rajoy no bastará con que el PSOE se abstenga en la votación, sino que deberá asumir una serie de compromisos.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, fue incluso más lejos y explicó que a su partido no le basta un mero «acuerdo de investidura» y, por ello, lo que Rajoy tratará de alcanzar con el PSOE es un pacto de legislatura, al estilo del que ya firmó con Ciudadanos, para dotar de «estabilidad» al Gobierno y garantizar la aprobación de leyes que serían pactadas de antemano. Los populares son conscientes de las dificultades de la gestora que actualmente dirige el PSOE para convencer al partido de la necesidad de dar ese giro. Y, por ello, según Hernando, van a «contribuir» a que los socialistas cambien de opinión. «España necesita un Gobierno que tenga capacidad de gobernar y un legislativo que tenga capacidad de legislar», señaló el portavoz popular, que explicó que la abstención del PSOE no puede ser solo «estratégica» sino que debe ser «útil». «Y la utilidad no consiste en que haya un Gobierno que dure un día sino un Gobierno que pueda gobernar», añadió.

En esa tesis abundó el ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, que rechazó hablar de «condiciones», pero recordó que el PP ha ofrecido al PSOE un Gobierno de coalición o un pacto de legislatura, y le exigió «responsabilidad» para que España tenga un Gobierno en «plenitud de funciones».

Rivera lo ve «surrealista»

En ese debate entró ayer el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que, a pesar de lo que afirma el PP, se mostró convencido de que si el PSOE decide finalmente abstenerse Rajoy irá a la investidura. Tachó de «surrealista» que el PP pretenda forzar a los socialistas a apoyar los Presupuestos y, por el contrario, consideró «legítimo» que sea el PSOE el que exija cosas a cambio de su abstención. E incluso se mostró dispuesto a modificar su acuerdo de Gobierno con el PP para incluir en el mismo las exigencias del PSOE a cambio de abstenerse. «Solo faltaría ahora que el que quiere ser presidente se bloquee a sí mismo, ni me lo planteo», señaló Rivera, que añadió que «ningún votante del PP entendería que el PP no quisiera gobernar» teniendo garantizada la investidura.

La gestora socialista acusa a Podemos de «mercadeo» con los pactos locales y autonómicos

Además de tratar de reconducir la fractura interna creada por la división forzada del secretario general, Pedro Sánchez, la gestora del PSOE se enfrenta al reto de conseguir que un posible giro que conduzca a la abstención en la investidura de Rajoy no acabe por romper los acuerdos con Podemos y sus confluencias que le permiten gobernar en comunidades y ayuntamientos, tal y como han amenazado reiteradamente desde el partido morado. El portavoz de la gestora del PSOE, Mario Jiménez, criticó ayer a Podemos por plantear un «cambalache o mercadeo» en esos acuerdos con los socialistas y consideró que con ello está «enviando una señal muy negativa a la ciudadanía». «Eso da una idea de que muchas de las cosas que les hemos escuchado a los dirigentes de Podemos durante mucho tiempo no eran verdad», señaló, porque, «poner en almoneda los apoyos de un partido a un Gobierno que representa a miles de ciudadanos dice muy poco de quien así lo plantea».

Los socialistas insisten en diferenciar los acuerdos alcanzados con Podemos a nivel autonómico y local de la formación de Gobierno en Madrid. Esos pactos se suscribieron, según el portavoz de la gestora, «conforme a una serie de razones de tipo político vinculadas al bienestar de los ciudadanos, y no se alterarían bajo ningún concepto en función de la posición que otra formación política pudiera tener».

Podemos eleva la presión

El partido morado, sin embargo, continuó ayer con su presión al PSOE. Los portavoces de MES y Podemos en Baleares, David Abril y Laura Camargo, anunciaron ayer que si los diputados del PSOE por esa comunidad se abstienen para que gobierne Rajoy, convocarán en asamblea a sus bases para replantearse los Acuerdos del Cambio que sustentan el Ejecutivo autonómico en Baleares. La portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, Irene Montero, advirtió también de que no permitirán que algunos barones territoriales del PSOE apliquen las políticas del PP en las comunidades donde los socialistas dependen del apoyo de la formación morada para gobernar, como Aragón o Castilla-La Mancha, en caso de que la dirección del PSOE se incline por abstenerse en la investidura de Rajoy. Según Montero, «ha habido una vieja guardia y algunos barones y baronesas que han dicho con toda claridad que bajo las siglas del PSOE quieren que se apliquen las políticas del PP».

«Sánchez votará lo que decidan los órganos del partido»

«Pedro Sánchez es miembro del grupo parlamentario socialista y votará lo que decidan los órganos del partido». La gestora que dirige el PSOE quiere evitar a toda costa que cale la idea de una ruptura entre los diputados socialistas en el Congreso que lleve a que los partidarios de Pedro Sánchez puedan votar en contra de la investidura de Rajoy mientras el resto se abstiene. Y, por ello, ayer el portavoz de esa gestora, Mario Jiménez, se encargó de recordar al exsecretario general que «cada diputado viene de ser elegido en nombre y representación de una lista del PSOE, y no se plantea ni se planteará que los diputados del PSOE no hagan otra cosa que apoyar la posición política que determinen los órganos del partido». La dirección accidental socialista continúa con la tarea de hacer pedagogía entre sus diputados para prepararlos hacia el giro que supondría la abstención. Jiménez acotó por ello el terreno, explicando que no hay ya ninguna posibilidad de formar un Gobierno alternativo al de Rajoy porque «la aritmética no da», y porque no se puede conformar una alternativa con partidos «que no respetan la ley, la Constitución y el Estado de derecho», en referencia a Podemos. Por tanto, según señaló, solo existen dos alternativas: «elecciones sí o elecciones no». Lo que rechaza ya de plano la gestora es que esa decisión se vaya a consultar a la militancia, porque estima que es al comité federal al que le corresponde tomarla. A la espera de esa decisión, los socialistas adelantan ya que, en caso de que decidan abstenerse, no aceptarán ninguna exigencia del PP para que Rajoy vaya a la investidura. Según Jiménez, el líder popular «no está en situación de poner condiciones», porque lo que tiene son «180 votos en contra». Explicó que «la responsabilidad de que España tenga un Gobierno es responsabilidad del conjunto de las fuerzas políticas». «No vamos a decir al PP qué tiene que hacer», señaló, porque, «en este momento importante para España, cada uno se medirá en función de su responsabilidad». A su juicio, si Rajoy mantiene una «actitud irresponsable» y toma una decisión «en clave electoral» buscando unas terceras elecciones, eso tendría «consecuencias en términos de credibilidad para el PP».