El abandono escolar temprano volverá a subir si no se rebaja la exigencia de Secundaria, según un estudio

Europa Press

ESPAÑA

El desempleo juvenil durante la crisis se compensó «casi totalmente» con el aumento de estudiantes, según las conclusiones de uno de los expertos

15 sep 2016 . Actualizado a las 16:40 h.

La tasa de abandono educativo temprano de España podría estar llegando a su límite de reducción si no se rebaja la dificultad del título, según las conclusiones de algunos de los expertos que han participado en el informe sobre Indicadores comentados sobre el estado del sistema educativo español 2016, de la Fundación Sociedad y Educación.

Según ha explicado el catedrático de sociología de la Universidad Complutense de Madrid Julio Carabaña, lo que mide el índice de Abandono Educativo Temprano (que según el Ministerio de Educación se sitúa actualmente por debajo del 20 %) es el número de personas jóvenes que ni han obtenido el título de Educación Secundaria Superior ni están realizando estudios para obtenerlo. A su juicio, lo que propicia esta medida es una mayor permanencia de los jóvenes en el sistema escolar pero no garantiza su titulación, aún cuando produzca un incremento parcial del número de titulados.

«Las tasas de escolarización españolas están muy cercanas a la media europea -ha señalado Carabaña-. El problema no sería que nuestros alumnos dejen la escuela tempranamente, puesto que están tanto tiempo en ella como los jóvenes de otros países sino que, en ese mismo tiempo, consiguen menos títulos».

El informe pone de relieve que en el año 2013 la escolarización de jóvenes de entre 18 y 24 años en España se situaba en el 53,6 % 0,4 puntos por encima de la media europea, pese a lo cual la tasa de titulados estaba más de 13 puntos por debajo de la media, en un 59 %. Del 41 % de los jóvenes sin título de Educación Secundaria Superior, el 23,6 % contabilizaban como Abandono Escolar Temprano y el 17,4 % como escolarizados sin titular.

Así, el incremento de la escolarización en casi 13 puntos que se produjo entre el 2004 y el 2013 no vino acompañado de un aumento similar del número de titulados sino que este fue de 3,7 puntos, algo que el informe califica como un crecimiento «muy lento» en comparación con el incremento de la participación en estos estudios.

«Volverá a subir cuando acabe la crisis»

En este sentido, Carabaña pone de relieve que la reducción de la tasa de abandono escolar en España se ha producido durante los años de crisis y como consecuencia de un regreso de parte de la población juvenil sin titulación que ya no ha podido acceder a un empleo. Por eso, cree que es probable que, cuando pase la crisis económica y sea más fácil acceder a puestos de trabajo de «baja productividad», vuelva a incrementarse el porcentaje de abandono.

Carabaña ha incidido en que el objetivo que debe buscar España para incrementar el porcentaje de población con Educación Secundaria superior no pasa tanto por incrementar el número de años que los jóvenes pasan en el sistema educativo como por, directamente, aumentar las tasas de titulación.

«Para eso hay algunos que dicen que la única vía es mejorar la calidad de la educación. Sin embargo, lo que están haciendo otros países es otra cosa. Sospecho que lo que están haciendo en países como Croacia o Eslovenia, que son los campeones en porcentaje de titulados, es que los títulos son más fáciles», ha subrayado.

Según ha indicado, este es el modelo (rebajar la exigencia para la obtención del título) que podrían estar llevando a «muchos países europeos» para cumplir los objetivos de reducción del índice de Abandono Escolar Temprano impuestos por la UE, a excepción algunos países como Alemania, que aboga por una permanencia mayor en en el sistema educativo (13 años, frente a los 12 de España).

El paro juvenil se compensó con más estudiantes

Por otra parte, en relación a algunos efectos de la crisis económica sobre el sistema educativo, el catedrático de Sociología de la UNED Luis Medina ha puesto de relieve la «extraordinaria respuesta» de los jóvenes españoles durante los años de recesión que se ha traducido, según ha explicado, en una transferencia prácticamente equiparable entre destrucción de empleo e incremento del número de estudiantes matriculados.

«Las dificultades de empleo han forzado a los adolescentes españoles a retomar el vuelco educativo que descuidaron en el primer quinquenio del siglo y que, con toda probabilidad, les ayudará a estar en mejores condiciones para adaptarse a los importantes cambios en la estructura de las ocupaciones que la crisis ha propiciado», ha asegurado.

Según pone de relieve en su comentario a los resultados del informe, tanto los hombres como las mujeres jóvenes han aumentado sus niveles de dedicación a los estudios reglados «de forma llamativa» y a niveles parecidos a los que muestran la reducción de la actividad laboral para esta misma franja de edad. «Hay muchísima gente estudiando y esto nadie lo dice, todo el mundo llora. Nadie explica que ha habido una compensación de parados con estudiantes», ha subrayado.

Según señala en el texto, los aumentos en el índice de estudiante «han compensado totalmente las pérdidas de tasa de empleo de las mujeres» y, en el caso de los varones, se han perdido 3,8 puntos entre solo trabajar y solo estudiar. Aún así, entre el 2006 y el 2011 se ha disminuido de 9 a 4 puntos la diferencia entre varones y mujeres en la dedicación exclusiva a los estudios y se ha mantenido en 3,7 puntos de diferencia hasta el 2015.

NO HAY TANTOS 'NI-NIS' PERO SÍ ALGUNOS 'NI-NI-NIS'

Además, este jueves la OCDE ha dado a conocer un informe en el que destaca la reducción en tres puntos del número de jóvenes en España que ni estudian ni trabajan, conocidos como 'ni-nis'. El documento, titulado 'Education at a Glance 2016' cifra en un 22,8% el porcentaje de estos jóvenes en España pero continúa en el cuarto lugar por la cola de los países de la OCDE, Turquía (28,8%), Italia (27,4%) y Grecia (26,1%).

En este sentido, el catedrático de Sociología de la UNED Luis Medina se ha mostrado convencido de que la tasa de jóvenes españoles que, según los informes, ni estudian ni trabajan, no se debe tanto «la imagen tradicional» del joven que no hace nada sino, más bien, a la alta rotación en el empleo de un sector de la población.

Según ha asegurado, los jóvenes que encajan en esta clasificación, por lo general, no están ahí de forma permanente sino que van enlazando periodos breves de trabajo en los que sustituyen a otros, que a su vez pasan a ser considerados 'ni-nis'.

En cambio, ha puesto de relieve la existencia de una parte de los 'ni-nis' que se corresponden con una clasificación 'ni-ni-ni' (ni estudian, ni trabajan, ni buscan empleo) que, además, no varía porcentualmente ni en función de la situación económica ni en función de los cambios en el sistema educativo y que, a su juicio, se deriva probablemente de un problema de desinserción social de jóvenes provenientes en su mayoría de clases bajas.