El polémico nombramiento de José Manuel Soria le crea problemas a un Mariano Rajoy inmerso en la tarea de sumar apoyos para gobernar, pero resulta especialmente dañino para Alberto Núñez Feijoo, que en solo 20 días se somete al veredicto de las urnas. El presidente de la Xunta dejó ver ayer en Madrid su malestar con una inoportuna decisión que, según admitió, resulta «difícil de entender» para mucha gente. Estimó por ello que el nombramiento «merece una explicación» del Gobierno, ya que hay ocasiones en las que se puede tener razón, «pero la gente no te sigue». «Y cuando la gente no te sigue en una decisión, evidentemente esa decisión necesita explicaciones adicionales», añadió. El candidato del PPdeG dejó entrever su preocupación ante la posibilidad de que la «polémica» sobre Soria afecte negativamente a su campaña en Galicia. «Los gallegos no me han preguntado por esto, aunque eso no significa que a partir de hoy no lo hagan», dijo con sorna.