El PP exige a Sánchez que respete su amplia mayoría con Ciudadanos

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Atlas TV

Le pide que se deje de «postureos y teatrillos» y permita la investidura de Rajoy

20 ago 2016 . Actualizado a las 09:16 h.

Quedan solo diez días para que Mariano Rajoy se someta a un debate de investidura sin apoyos suficientes y el PP redobla la presión sobre Pedro Sánchez. Descontado el sí de Ciudadanos tras la firma ayer del documento que recoge las condiciones impuestas por Albert Rivera que dio paso a la apertura de un negociación exprés entre ambos partidos, el objetivo es que el líder socialista cambie de posición. Al fijar el 30 de agosto para el debate, Rajoy le ha puesto ante la disyuntiva de facilitar la presidencia a un candidato que se presentará a la investidura con 170 escaños -incluido el de Coalición Canaria-, o la celebración de terceras elecciones el 25 de diciembre.

El primer paso del presidente en funciones va a ser llamar a Sánchez «con carácter inmediato» para celebrar una reunión a la que irá con una «posición muy constructiva» con el objetivo de desbloquear la situación, que espera sea la misma que muestre Sánchez, según adelantó Soraya Sáenz de Santamaría. La portavoz le reclamó que acate puntos claves en una democracia como el respeto a las urnas, a las mayorías amplias y a un número importante de diputados que comparten un «programa constitucionalista y moderado». «Si el PSOE lo que ofrece es el no, tendrá que explicarlo a los ciudadanos, porque ese no es el primer paso a las terceras elecciones», que serían el día de Navidad.

Varios dirigentes del PP pidieron ayer a Sánchez que actúe con responsabilidad para evitar que se repitan las elecciones el 25 de diciembre. El vicesecretario general Pablo Casado señaló que su partido no puede hacer más para desbloquear la situación y confió en que el PSOE estará a la altura para no permitir que haya terceras elecciones «y que España sea el hazmerreír de toda Europa».

«No se puede ser un partido serio con la trayectoria histórica del PSOE y permanecer en la trinchera con una banderita que pone no es no», aseguró el vicesecretario general Javier Maroto. El de Organización, Fernando Martínez-Maíllo, señaló que «el PSOE tiene que hacer un ejercicio de responsabilidad, salvo que quiera y diga a los ciudadanos que quieren ir a terceras elecciones». Para Martínez-Maillo, «la formación de Gobierno depende de la responsabilidad y la reflexión de Pedro Sánchez, que salga de ese enroque y facilite la investidura».

«Principio de un gran amor»

«Ya no son tiempos de postureos y teatrillos; llamo al sentido común y de Estado de Pedro Sánchez, que es quien tiene la llave para desbloquear la situación», señaló el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando.

Paralelamente, el PP y Ciudadanos comenzaban ayer a negociar los contenidos de su acuerdo después de que sus portavoces parlamentarios, Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta firmaran las seis condiciones del llamado pacto anticorrupción. «Estamos en el principio de un gran amor», aseguró Hernando, que insistió en que a su partido le gustaría que las negociaciones sentaran las bases no solo de un pacto de investidura, sino también de Gobierno, a lo que se resiste Ciudadanos.

Girauta también reclamó que el PSOE facilite la investidura, ya que las seis condiciones firmadas con el PP ya estaban en el pacto fallido con Sánchez y muchos de los puntos que incluirá en la negociación también los acordaron.

El Gobierno culpa al líder del PSOE de que las posibles nuevas elecciones sean en Navidad

Si durante los dos meses que empiezan a contar desde la primera votación de la investidura, el 31 de agosto, Mariano Rajoy u otro hipotético candidato no logra ser elegido los españoles deberán volver a las urnas el 25 de diciembre, una fecha insólita que no tiene precedentes. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, fijó para el 30 de agosto el debate de investidura, atendiendo a la petición de Rajoy, lo que aboca a que unas posibles terceras elecciones tengan lugar el día de Navidad. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, echó la culpa a Pedro Sánchez por no consensuar la fecha, ya que «no quiso ponerse al teléfono» cuando Rajoy trató de hablar con él este miércoles para «intercambiar opiniones». Fue a través de una llamada que realizó el jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, al jefe de gabinete de Sánchez, Juan Manuel Serrano. «El PSOE podía haber opinado de la fecha y Sánchez se inhibió», insistió. «Sí había otra fecha, que era el 6 de septiembre, lo que llevaría las elecciones al 1 de enero», aseguró.

Normalidad

La portavoz gubernamental argumentó que «se ha fijado la fecha que permitiría cumplir un calendario razonable que nos permita recuperar la normalidad, especialmente la presupuestaria». En todo caso, señaló que Sánchez puede evitar que los españoles vayan a votar en Navidad. «Si nadie quiere terceras elecciones no será un problema y podremos tener un Gobierno a principios de septiembre y recuperar la normalidad».

Populares y C’s se reúnen una hora para negociar, y proseguirán el lunes

El PP y Ciudadanos comenzaron ayer a negociar el pacto de investidura tras la firma de las seis condiciones de regeneración democrática y lucha contra la corrupción impuestas por Albert Rivera. Con la firma de esas exigencias, el PP se compromete a suspender a los cargos públicos imputados por corrupción, impulsar las reformas necesarias para eliminar los aforamientos a políticos, apoyar el aumento de la proporcionalidad en la ley electoral o celebrar una comisión parlamentaria no solo sobre el caso Bárcenas, sino que abarcaría toda la presunta financiación ilegal de su partido. Estas condiciones se deberán tramitar durante los tres primeros meses de la legislatura.

Los equipos de ambas formaciones se reunieron por la tarde para iniciar una negociación dividida en cuatro bloques: política económica, reformas institucionales, política educativa y política social.

Los contenidos

El temario económico se centrará en el empleo, los Presupuestos, el techo de gasto y un acuerdo de estabilidad; se buscará un gran pacto por la educación y la ciencia; un bloque social sobre el sistema de pensiones, de la sanidad, el Pacto de Toledo y la lucha contra la pobreza. Y un cuarto bloque sobre el fortalecimiento de las instituciones, la lucha antiterrorista, la financiación autonómica y la regeneración democrática.

En la primera reunión participaron, por parte del PP, Fátima Báñez, Fernando Martínez-Maílllo, José Antonio Bermúdez de Castro, Álvaro Nadal, José Luis Ayllón y Dolors Montserrat. Por parte de Ciudadanos, José Manuel Villegas, Juan Carlos Girauta, Miguel Gutiérrez, Melisa Rodríguez y Tony Roldán. En próximas reuniones ambas formaciones incorporarán distintos representantes. Tras el encuentro de ayer, que duró en torno a una hora, los equipos negociadores volverán a verse el próximo lunes. Según ambas partes, durante el fin de semana intercambiarán propuestas para articular próximas reuniones. De esta forma quedaría poco más de una semana para llegar a un acuerdo que desemboque en el sí de Ciudadanos a la investidura del líder del PP, que se da por hecho. «Tenemos una semana y no vamos a perder ni un segundo», aseguró el portavoz de la formación naranja, Juan Carlos Girauta.

No exhaustivo

El dirigente de Ciudadanos admitió que el pacto con el PP será menos ambicioso que el que su partido suscribió con el PSOE. «Sucede que esto no es un pacto de Gobierno. Por tanto, no tiene por qué ser exhaustivo. Puede ser amplio, tocar muchos ámbitos, pero no todos los de la cosa pública», señaló.

El PP y Ciudadanos prevén una negociación exprés, con un borrador de acuerdo que estaría listo el próximo viernes y recogería medidas no demasiado detalladas, porque su aprobación en el Congreso, si arranca la legislatura, siempre exigirá el beneplácito de otros partidos. Los dos equipos se comprometieron a ser flexibles y eludir las líneas rojas para facilitar el entendimiento.

En todo caso, tanto populares como Ciudadanos hablan como si el pacto de investidura se hubiera alcanzado ya y solo faltara su escenificación en las negociaciones.