Rajoy califica la reunión con Rivera de «primer paso» para formar Gobierno

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Mariscal | EFE

Ciudadanos se mantiene en la abstención, pero abren un canal de comunicación

04 ago 2016 . Actualizado a las 08:57 h.

El bloqueo político persiste. Mariano Rajoy sigue contando exclusivamente con sus 137 escaños. Pero ha encontrado un aliado de peso en Albert Rivera para tratar de doblar el pulso a Pedro Sánchez para que permita que haya Gobierno o cargue con la culpa en exclusiva de que haya terceras elecciones. «Hoy hemos dado un primer paso, y la más larga caminata comienza siempre con un primer paso y nadie ha dicho que esto vaya a ser ni fácil ni rápido». Con estas palabras, Rajoy mostró ayer su satisfacción tras reunirse con el líder de Ciudadanos, que en su opinión abre la posibilidad de que pueda formar Gobierno. Aunque Rivera sigue resistiéndose a darle el sí a su investidura y se mantiene en la abstención, sí se aviene a negociar los Presupuestos, la senda de déficit y el techo de gasto.

Comunicación permanente

«Por lo menos hoy ya me voy de aquí sabiendo que puedo negociar algo», aseguró el presidente del Gobierno en funciones, en contraposición con la impresión que sacó de la reunión estéril que mantuvo el día anterior con Sánchez. Rajoy ofreció a Rivera una negociación «leal, abierta y sin límites» y le presentó un documento para iniciarla. El líder de la formación naranja rechaza negociar sobre la investidura. Al menos por ahora.

El acercamiento entre los dos líderes del centro-derecha, que han abierto un canal de comunicación permanente, eleva la presión sobre el líder socialista, al que ambos consideran el responsable del bloqueo existente que puede desembocar en unas terceras elecciones que, según Rajoy, serían una «vergüenza». «Si sigue en el no, no, no inflexible e inmovilista, España está condenada al bloqueo y a una crisis institucional sin precedentes», advirtió Rivera.

Pese a que no ha sumado un solo apoyo 38 días después de las elecciones, es la primera vez que el líder del PP encuentra un interlocutor con voluntad de negociar y llegar a acuerdos. Su estrategia es convencer a Rivera de que cambie el sentido de su voto y pase de la abstención técnica en la segunda votación al sí, con lo que sumaría 169 escaños, a los que añadiría fácilmente el de Coalición Canarias. Está convencido de que, en ese escenario, que tras la reunión de ayer considera perfectamente factible, con 170 diputados a favor de su investidura, el PSOE se vería abocado inevitablemente a abstenerse, pese a la resistencia numantina de Sánchez.

De momento, Rivera ya ha renunciado a pedir la cabeza de Rajoy, argumentando que es el candidato propuesto por el rey y, por tanto, no existe la «alternativa» de que sea otro dirigente quien presida el Gobierno. Eso sí, continúa manteniendo que su figura hace inviable que Ciudadanos pueda votar a su favor o participar en el Gobierno.

Pero Rajoy no se conforma con superar la investidura. Tiene dos objetivos: no solo ser elegido presidente, sino también asegurarse de que podrá gobernar «con estabilidad». Para lo primero necesita al PSOE, para lo segundo considera imprescindible la colaboración de Ciudadanos, que tras la disposición de Rivera a pactar los Presupuestos cree al alcance de la mano. Lo que Rajoy no está dispuesto a aclarar es si se presentará o no a la investidura si no cuenta con los apoyos suficientes. Mientras Rivera lo dio por hecho, el líder popular mantuvo la ambigüedad.

El partido naranja solo acepta negociar con los populares el techo de gasto y los Presupuestos

De momento, Albert Rivera solo acepta negociar con Mariano Rajoy los Presupuestos Generales del Estado y el techo de gasto para garantizar la estabilidad y cumplir los compromisos de España con Europa. Para que esa negociación tenga efectos prácticos es imprescindible que Rajoy supere la investidura, ya que la Ley del Gobierno prohíbe específicamente en su artículo 21.5 que un Ejecutivo en funciones apruebe el proyecto de ley de los Presupuestos. Rajoy entregó a su interlocutor un documento para la negociación que incluye medidas urgentes para poner en marcha la legislatura, como el techo de gasto y los Presupuestos, y una decena de prioridades en materia de educación, financiación autonómica, Pacto de Toledo, terrorismo, violencia machista, debate territorial o fortalecimiento institucional.

Economía

Calidad de empleo, pacto sobre las pensiones. En su documento, el PP propone medidas para mantener el pulso de la recuperación y favorecer la creación y la calidad del empleo; reforma del sistema de financiación autonómica; un pacto social para garantizar el Estado del bienestar; y abrir un diálogo en el marco del Pacto de Toledo, de forma que se garantice tanto la suficiencia de las prestaciones como la sostenibilidad del sistema de pensiones en su conjunto.

Regeneración

Lucha contra corrupción. Los populares ofrecen un cuerdo por la regeneración de las instituciones, que refuerce los mecanismos de lucha contra la corrupción y «avance en nuevas áreas que precisan de un compromiso reforzado».

Educación

Pacto de la educación y la ciencia. El PP argumenta que «el sistema educativo debe contar con la necesaria estabilidad» para priorizar políticas que mejoren su calidad a todos los niveles. Igualmente, ve «conveniente promover un gran acuerdo sobre la ciencia» para impulsar la inversión en I+D+i.

Unidad territorial

Pacto frente al independentismo. El PP cree que es «esencial» y «posible» promover un marco de entendimiento de los partidos constitucionalistas a la hora de dar respuesta a los retos que plantea el debate territorial. Rivera propuso a su vez un pacto de los constitucionalistas contra el independentismo.