La comunidad que ha dado protección a un mayor número es Castilla y León, con 68 expatriados, seguida por Madrid y Cataluña
27 jul 2016 . Actualizado a las 15:02 h.
Más de 60 millones de personas viven fuera de sus hogares por la guerra, la violencia y graves violaciones de sus derechos fundamentales, en lo que supone el número más alto jamás registrado. Muchas de ellas llegan a España atravesando un salvaje cementerio en el que en demasiadas ocasiones se convierte el mar Mediterráneo. Sin embargo, cuando llegan al territorio nacional, la mayoría no logra el ansiado derecho de asilo. Quienes sí pueden gozar desde ayer de protección son los 155 refugiados sirios procedentes de Líbano que aterrizaron por la mañana en el aeropuerto de Madrid en cumplimiento del Programa Nacional de Reasentamiento. Se trata del tercer grupo de solicitantes de protección que llega a España procedentes de este país, tras los dos anteriores, que se produjeron los pasados días 28 y 29 de junio, con un total de 61 personas.
El Estado español se comprometió en septiembre del pasado año a acatar la hoja de ruta marcada por la Comisión Europea, según la cual en el nuevo reparto de refugiados, Jean-Claude Juncker le asignó 14.931 -a los que hay que sumar los más de dos mil del mayo anterior-. Cuando se conoció el reparto de cuotas, la ahora vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáez de Santamaría, aseguró que el Gobierno central había ofrecido su «máxima colaboración» a la Unión Europea para «agilizar el proceso cuanto antes». Diez meses más tarde, España solo ha acogido oficialmente a 470 refugiados, el 82 % de ellos de origen sirio. El 18 % restante se distribuye entre eritreos e iraquíes. Además de un centroafricano.
La comunidad que ha dado protección a más refugiados es Castilla y León, que ha recibido a 68 expatriados. Le siguen Madrid y Cataluña, con 56 y 46 respectivamente. Castilla- La Mancha y Cantabria, de momento, solo dan asilo a cuatro refugiados respectivamente.