Rajoy afronta la ronda de consultas con el rey sin tener asegurada la investidura

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

J.J. Guillén | efe

El monarca reduce los contactos a tres días para que dé tiempo a votar el 3 de agosto

22 jul 2016 . Actualizado a las 13:34 h.

El procedimiento para la investidura se puso en marcha ayer con el anuncio de que el rey recibirá entre el martes y el jueves de la próxima semana a los portavoces de los partidos con representación parlamentaria con vistas a encargarle a uno de ellos la formación de Gobierno. El monarca ha reducido a tres jornadas esta ronda de consultas, frente a las cinco que utilizó tras el 20D, lo que permitiría convocar la sesión de investidura para el próximo 2 de agosto, de manera que la primera votación se produzca el día 3 de ese mismo mes y la segunda, si fuera necesaria, el 5. Rajoy dispondría así de solo cuatro días para cerrar los acuerdos tras recibir el encargo del rey.

A una semana de su cita con el monarca, el líder del PP no tiene garantizados los apoyos para la investidura. De concluir la ronda en esa misma situación, Felipe VI podría posponer la votación y abrir un nuevo turno de entrevistas con los líderes políticos o encomendarle a Rajoy la formación del Ejecutivo el mismo jueves. Y, en ese caso, está por ver si el líder del PP aceptaría el encargo o lo rechazaría, tal y como hizo tras el 20D. Aunque Rajoy ha decidido asumir personalmente las negociaciones y llevarlas en secreto para evitar filtraciones, la sensación es que, lejos de avanzar, la situación se encalla cada día más.

La situación se complica

La posibilidad de que el líder popular sea investido presidente del Gobierno el 5 de agosto, que ya se presentaba difícil, se ha complicado aún más tras la elección de Ana Pastor como presidenta del Congreso. Por un lado, el viraje político del PSOE desde el no rotundo a Rajoy a la abstención parece menos probable una vez que los socialistas han perdido la posibilidad de presidir el Congreso, dado que sería difícil de justificar el dar ese paso sin haber obtenido nada a cambio. Y, por otro, el apoyo de CDC y PNV a la composición de la Mesa del Congreso diseñada por los populares, no reconocido oficialmente por los nacionalistas, ha enrarecido las relaciones entre el PP y Ciudadanos, que amenaza incluso con replantearse su abstención en la investidura y convertirla en un no si Rajoy intenta llegar al Gobierno por medio de un acuerdo con partidos soberanistas.

En ese clima, la pretensión del PP de que Ciudadanos pase de la abstención al sí en la investidura está también más complicada. En teoría, a Rajoy le bastaría el voto favorable de Ciudadanos y la abstención de CDC y el PNV para ser investido, aunque nadie en el PP se atreve por ahora a plantear abiertamente esa opción. La otra vía, la preferida por los populares, sería que Ciudadanos votara a favor y el PSOE se abstuviera. Pero, a día de hoy, ambas posibilidades parecen todavía muy remotas. No habría que descartar por ello que, si Rajoy comunicara al rey que acepta el encargo pero necesita más tiempo para llegar a forjar los acuerdos necesarios, el pleno de investidura se retrasara una semana, de manera que se celebrase a partir del 9 de agosto.

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, que es quien tiene la potestad para fijar la fecha, aseguró ayer que hay interés «por parte de todos» en que haya un Gobierno «cuanto antes», aunque eludió dar un plazo concreto para la investidura. «Vamos a ir viendo cómo se desarrollan los acontecimientos y en base a ello se tomará una decisión», señaló. Rajoy ya advirtió de que, si una vez concluida la ronda de consultas del rey comprueba que no tiene posibilidad de superar la investidura, llamaría a los demás partidos a hacer «una reflexión» para ver cómo «entre todos» se sale de esa situación de bloqueo. No aclaró, sin embargo, si eso significa que rechazaría el encargo del rey en caso de que se lo propusiera o si esa reflexión debería hacerse una vez que el reloj se haya puesto en marcha tras la primera votación de investidura fallida, que limita a dos meses el plazo para evitar unas nuevas elecciones.

Ciudadanos votaría sí a otro candidato que no fuera Rajoy

El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, abrió ayer la puerta a que Ciudadanos vote sí a un candidato del PP a la presidencia de Gobierno que no sea Mariano Rajoy. «¿La única forma de que Ciudadanos votara sí a un Gobierno del PP es que no esté encabezado por Rajoy?», le preguntaron. «Exactamente», respondió. Pese a ello, desde el PP aseguran que Rajoy y Rivera «están hablando» durante estos días para llegar a un acuerdo.