García-Escudero repite en la presidencia del Senado por tercera legislatura

a. t. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Los populares volvieron a obtener el control total de la Mesa, con cuatro de los siete miembros

20 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El PP fue ayer la formación determinante para que el PNV lograse un puesto en la Mesa del Senado que por sus exiguos resultados electorales no le correspondía. Los votos de los populares, sumados a los de otros senadores nacionalistas, permitieron que la peneuvista María Eugenia Iparragirre se convirtiese en secretaria de la Cámara alta, puesto que ya alcanzó también en enero pasado, en aquella ocasión con los votos aportados por el PSOE. Esta ayuda a los nacionalistas, como ya ocurrió hace seis meses, tuvo como víctima fundamental a Unidos Podemos, que se volvió a quedar fuera de la Mesa del Senado cuando en la actualidad ya es la tercera fuerza destacada de la Cámara, con 20 escaños.

El PP, que en la pasada legislatura buscó oscuras intenciones en la generosidad del PSOE, explicó ayer que había tenido este detalle con el PNV porque su presencia en el órgano de dirección del Senado es «positiva» por tratarse de una Cámara territorial.

Los populares, gracias a su mayoría absoluta ampliada en los comicios del 26J, volvieron a obtener el control total de la Mesa con cuatro de los siete miembros, incluida la presidencia, que recayó de nuevo en Pío García-Escudero. El dirigente popular no tuvo problema en vencer por 151 a 20 votos a su única oponente, la senadora de Unidos Podemos Miren Gorrotxategi.

Junto a García-Escudero se sentará como vicepresidente primero el expresidente riojano Pedro Sanz, y Luis Aznar y Adelaida Pedrosa como secretarios primero y segundo. El órgano de gobierno lo completan por el lado socialista, como vicepresidente segundo, el expresidente valenciano Joan Lerma, y Juan Carlos Raffo, como vicepresidente.

Abucheos a Rita Barberá

Cuando Rita Barberá juró su cargo se escuchó un prolongado barullo en la Cámara alta, y un «¡Oooh!» prolongado desde las bancadas que no son del PP para manifestar su malestar. Barberá fue captada por las cámaras de televisión mientras decía a sus compañeros que estaba deseando volver a Valencia para meterse en la cama porque no había dormido «nada». Ante el interés mediático por su comentario dijo: «Ni que fuera la presidenta del Senado».