Rajoy amenaza con no ir a la investidura

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

ANDREA COMAS | Reuters

Sánchez le traslada que «a día de hoy» el PSOE tiene decidido votar no y el líder del PP afirma que abrirá un «período de reflexión» con los demás partidos si ve que es imposible salir elegido

14 jul 2016 . Actualizado a las 08:42 h.

Si el escenario político para la formación de Gobierno era complicado, desde el miércoles lo es todavía más. La esperada reunión entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez no solo no despejó las dudas existentes sobre la investidura, sino que añadió algunas nuevas. El líder del PSOE trasladó al del PP el mensaje de que «a día de hoy» tiene decidido votar no a su candidatura y no piensa «negociar nada». Una posición que bloquearía de hecho la elección de Rajoy como presidente del Gobierno, pero que deja también la puerta abierta a un cambio de opinión en el futuro. El panorama se complica aún más por el hecho de que Rajoy, que hasta ahora parecía decidido a ir a la investidura en caso de que el rey se lo propusiera, incluso sin tener los apoyos garantizados, dio a entender que no lo hará. Aseguró que si llegado el momento tuviera la «certeza total» de que es «imposible» ser investido, abriría un «período de reflexión» con el resto de partidos para estudiar cómo dar salida a la situación de bloqueo.

«Yo sí quiero gobernar, y además tengo la responsabilidad de intentarlo», señaló el líder popular, aunque admitió que no lo conseguirá «si Ciudadanos se abstiene y el PSOE vota en contra». El calendario que maneja Rajoy, según desveló tras la reunión en una charla informal con la prensa, es el de presentarse a la investidura el 2 de agosto para que la primera votación se celebre el día 3, pero solo en el caso de que para entonces el PSOE haya cambiado su no actual por una abstención. De no ser así, explicó que echará «una pensada» al asunto y consultará con el resto de fuerzas para buscar «una salida a esto», lo que no quiere prejuzgar, precisó, «que no se vaya» a ese debate.

Sánchez fue deliberadamente ambiguo en sus declaraciones y repitió constantemente el latiguillo «a día de hoy». Con ello pretende forzar a Rajoy a moverse y no limitarse a pedir el apoyo o la abstención de los socialistas. Instó por ello al líder del PP a buscar socios entre «sus aliados potenciales, entre los que no está el PSOE». Pero combinó esa negativa rotunda a apoyar a Rajoy con la afirmación de que hará todo lo posible para que no haya unas terceras elecciones y con la de que el PSOE «siempre estará en la solución». No confirmó Sánchez, sin embargo, si eso significa que está dispuesto a ir él mismo a la investidura en caso de que el líder del PP fracase, pero tampoco lo negó.

Destacó que Rajoy «a día de hoy» no ha sumado «ni un escaño más» de los 137 logrados en las elecciones. «Si tiene 137 diputados, votaremos en contra. De 137 a 176 tiene un camino que recorrer», insistió. Ahí puede estar la clave para un futuro cambio de postura del PSOE. Sánchez no quiere asumir el coste político y la responsabilidad de que Rajoy acabe gobernando. Pretende por ello que el líder del PP se implique en una negociación para que Ciudadanos acabe votando sí en la investidura, lo que le situaría ya con 169 votos a favor, que podrían ser 170 si suma también a Coalición Canaria. Con esa cifra, a solo seis escaños de la mayoría absoluta, la situación sería ya muy distinta a la que Sánchez describía «a día de hoy» y podría abrirse la puerta a una abstención del PSOE.

El secretario general socialista pide al PP que negocie sin amenazas ni chantajes

Pedro Sánchez no está dispuesto a que Mariano Rajoy acabe siendo investido presidente del Gobierno sin pasar al menos por una derrota previa en la sesión de investidura como la que él tuvo que sufrir hace cuatro meses. De ahí su empeño en que Rajoy se desgaste en una negociación que sabe condenada al fracaso mientras el PSOE mantenga el no. «Los españoles le han otorgado la confianza para ser la primera fuerza, pero no le han dado la mayoría suficiente, y en consecuencia tiene que iniciar una negociación y un diálogo en serio, basado en propuestas, no en amenazas ni en chantajes», afirmó el líder socialista. Incidió en que Rajoy «no puede contar con el PSOE para un Gobierno de coalición ni para pactar un acuerdo de legislatura». Pero, consciente de que con esa posición, que lleva al bloqueo, puede dar sensación de falta de compromiso con el futuro del país, trató de ofrecer una imagen de estadista y se mostró «muy preocupado» con la situación financiera de España. Recordó el incumplimiento del déficit público acordado con Bruselas y criticó los cambios anunciados sobre el impuesto de sociedades. Además, y al margen de si Rajoy acaba o no gobernando, instó a «resolver la cuestión catalana» en esta legislatura mediante una reforma constitucional. Y anunció que el PSOE presentará hoy candidatura para presidir el Congreso, aunque no precisó si será o no Patxi López, que ocupó el cargo en la pasada legislatura

El líder popular entrega a los partidos un programa de Gobierno para negociar

Mariano Rajoy está dispuesto a intentar formar Gobierno, pero no a cualquier precio. Es consciente de que si se presenta a la investidura y la pierde, al margen de quedar políticamente muy debilitado, el reloj empezaría a correr a partir de ese momento y si en dos meses no hay acuerdo, serían inevitables unas terceras elecciones. Algo que, a su juicio, sería «un disparate» y «una locura». «Quiero gobernar, quiero mojarme y tengo muy claro lo que hay que hacer. Y voy a seguir dando la batalla para convencer a quien quiera dejarse convencer o defender el interés general de su país»», señaló, para dejar claro que por él no quedará. Tras una reunión de una hora y cuarto con el líder del PSOE, que al menos en las formas fue más cordial que las dos últimas, Rajoy entregó a Sánchez, y envió al resto de partidos, un programa de Gobierno. «Es una propuesta moderada y abierta al diálogo y a los pactos como lo será el Gobierno que debiera nacer», señaló, aunque en realidad el documento de 55 páginas recoge muchas de las propuestas que ya figuraban en el programa electoral del PP, con algunas matizaciones. La intención de Rajoy es no solo lograr ser investido presidente, sino lograr un acuerdo que garantice la estabilidad del futuro Gobierno. «No tiene sentido que se produzca una sesión de investidura y que luego la persona investida no pueda cumplir los compromisos con la Unión Europea. Una mínima estabilidad es necesaria», señaló.

El Programa para el Gobierno de España que Mariano Rajoy ha entregado a los demás líderes políticos es un resumen del programa con el que el PP concurrió a las elecciones del 26 de junio con algunos retoques diseñados para acercar posturas. Apenas entra en concreciones, abunda en generalidades y no habla, por ejemplo, de reforma constitucional ni de revisar la ley electoral, la reforma laboral o la ley mordaza. Plantea, en cambio, cinco «grandes pactos» para el crecimiento y el empleo; la reforma fiscal y la financiación; social; educación; y el fortalecimiento institucional.

La propuesta negociadora del PP

IRPF. Bajar el tipo mínimo del IRPF del 19 al 17 %, y el máximo, del 45 al 43 %. Además, «mejoraremos los mínimos personales y familiares exentos». No pagarán el impuesto el primer año quienes accedan a su primer empleo. Abordar el régimen de las sicav para que se utilicen como instrumentos de inversión colectiva.

Empleo. Ampliación a cuatro años de la exención de cotización de los primeros 500 euros en los nuevos contratos indefinidos. Fondo de capitalización para los trabajadores, al estilo del sistema austríaco.

Educación. Convocar a todas las fuerzas políticas y la comunidad educativa a un acuerdo nacional por la educación.

Fortalecimiento institucional. Promover un marco de entendimiento con las fuerzas políticas constitucionalistas para dar respuesta a los retos que plantea el debate territorial. Rechazo de cualquier proyecto soberanista.

Calidad de la democracia. Reducir los aforamientos. Acuerdo para no conceder indultos a condenados por corrupción. Mejorar la especialización de los juzgados en los delitos económicos y relacionados con la corrupción. Promover que gobierne la lista más votada en el ámbito local. Favorecer la participación de los españoles residentes en el exterior.

Seguridad e Interior. Incrementar el personal y los medios de las fuerzas de seguridad. Continuar con la estrategia integral contra el terrorismo sobre la base de los pactos políticos ya alcanzados.

Vida laboral y familiar. Racionalizar horarios, impulsar el cambio de huso horario y promover que la jornada laboral acabe a las 18 horas.