Las bases plantan cara a la cúpula y sacan el nombre de Convergència de la futura CDC

C. R. / Colpisa BARCELONA

ESPAÑA

Carles Puigdemont y Artur Mas durante la sesión matutina de la segunda jornada del XVIII Congreso de refundación del CDC
Carles Puigdemont y Artur Mas durante la sesión matutina de la segunda jornada del XVIII Congreso de refundación del CDC Andreu Dalmau | EFE

La formación se llamará Partit Nacional Catalá, Partit Demócrata Catalá o Junts per Catalunya, según la elección que se haga este domingo

10 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni Convergents de Catalunya, ni Més Catalunya. La nueva Convergència se llamará Partit Nacional Catalá (PNC), Partit Demòcrata Catalá (PDC) o Junts per Catalunya (JxCat). La elección se hará este domingo, después del motín que protagonizó la militancia el viernes, que tumbó las dos propuestas que planteó la dirección, lo que obligó a la cúpula a posponer la votación y constituir una comisión para buscar nuevos nombres de consenso entre las bases. Estas optaron el sábado por tres siglas, puestas sobre la mesa al margen de la dirección, y que antes de nacer están salpicadas por la polémica. Y es que, PDC y Junts tienen ya acusaciones por plagio. En el caso de Partit Demócrata Catalá, la denuncia llega desde Demòcrates de Catalunya, una escisión de Unió. El problema con el que se encuentra el Partit Nacional Català, que toma como referencia el Scottish National Party, es que no casa con las últimas declaraciones de Artur Mas, quien rechazó el apelativo de «nacionalista», pues a su juicio en la UE no tiene buena prensa.

Más oposición de la prevista

Las opciones favoritas son, en cualquier caso, Junts per Catalunya y el PNC. El congreso de la refundación de Convergència se le está atragantando a la dirección, y a Artur Mas, que está teniendo mucha más oposición de las bases que la prevista. Las ganas de las bases de tomar parte en las decisiones se notaron el sábado en la definición ideológica del partido y forzaron a la cúpula a moverse de sus posiciones. Esta llegó al cónclave con la propuesta de definir al nuevo partido como «demócrata, catalanista, soberanista, europeísta y humanista», que aspira a que Cataluña sea un «Estado independiente, con la misma soberanía que las naciones de la Unión Europea». Sin embargo, la presión de las bases obligó a abrazar el objetivo de constituir una «república catalana», y a incluir más veces el concepto de «independencia» en el texto fundacional.

El congreso, al margen de la intensidad de las bases, está marcado por la pugna entre los tres sectores principales del partido, que aspiran a estar en la nueva dirección ejecutiva formada por doce personas.