El comisario europeo de Energía aseguró que está dispuesto a ir «donde me llamen» para explicar lo que proceda al respecto de los citados asuntos
13 jun 2016 . Actualizado a las 17:03 h.El Comisario de Energía y Cambio Climático de la Unión Europea, Miguel Ángel Arias Cañete, ha insistido hoy en Santander, durante la inauguración del del curso de verano «¿Qué hemos aprendido de la crisis?», organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en desvincularse de la gestión de los negocios de su mujer y la familia de esta, después de que trascendiera que tenía empresas pantalla en Panamá y que se había acogido a la amnistía fiscal del 2012. «Yo me casé en el 78 en régimen de separación absoluta de bienes», subrayó, en respuesta a la pregunta de si el escándalo de los papeles de Panamá y su mujer en la amnistía le habían debilitado como comisario europeo. «En mi papel como comisario estoy trabajando con absoluta normalidad. Desde enero he visitado 18 países», dijo.
El ex ministro de Agricultura también aseguró que está dispuesto a ir «donde me llamen» para explicar lo que proceda al respecto de los citados asuntos. «Yo soy plenamente respetuoso con el Parlamento Europeo. Y soy de los comisarios que comparecen con más frecuencia, con normalidad. Y si quieren que comparezca en la Comisión de Asuntos Jurídicos, lo haré. Donde me llamen, iré, y daré todas las explicaciones que quieran», añadió. Sobre las cuestiones de las que tendrá que dar cuenta, no precisó, más allá de que «son los comisarios los que preguntan y yo responderé».
Preocupación por el déficit
Por otra parte, el comisario también admitió que a sus «colegas» de la CE les preocupa que España cumpla con los objetivos de déficit. Se mantuvo al margen del mensaje repetido desde el Gobierno de Mariano Rajoy, que afirma que Bruselas no multará a nuestro país, indicando que «no puede revelar las discusiones» que se mantienen en la CE. Recordó que la decisión se tomará en julio y que, «sea cual sea el gobierno que resulte de las urnas el 26 de junio, las normas son las mismas, al margen del color político». Es decir, España tiene que cumplir con las exigencias de consolidación fiscal.