El juez de la Gürtel investiga los 22 millones que gastó un ente valenciano para la visita del papa

m. balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

PATRICK HERTZOG | Afp

La fundación operó 9 años pese a que estaba prevista su disolución tras la cita de Benedicto XVI en julio del 2006

16 may 2016 . Actualizado a las 17:31 h.

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, instructor del caso Gürtel, ya tiene en su poder la documentación sobre los gastos que hizo la Fundación de la Comunidad Valenciana V Encuentro Mundial de las Familias. Se trataba de una organización de carácter sociocultural y sin ánimo de lucro creada con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en julio del 2006, y que estaba bajo la tutela de la Generalitat de Francisco Camps. El magistrado investiga los posibles delitos que se hayan podido cometer en el ámbito de la contratación durante los nueve años en que estuvo activa, pese a que los actos centrales de la visita papal se concentraron en dos días. En ese largo período, los gastos de la fundación se desbocaron hasta los 22 millones de euros.

El juez tomó la decisión de abrir una pieza separada sobre los contratos de la fundación tras concluir la investigación de la parte valenciana de la Gürtel referida a la visita del Papa, donde concluye que el expresidente de las Cortes autonómicas y también exdirector general de la Policía, Juan Cotino, era «elemento nuclear» del supuesto amaño en la contratación pública del alquiler de pantallas, mantenimiento y megafonía por 7,5 millones, de los que 3,3 fueron para varios imputados.

No obstante, estas cifras se podrían quedan cortas con los gastos conocidos en el caso de la fundación. La entidad se constituyó con el objeto de promover y apoyar la organización y desarrollo del V Encuentro Mundial de la Familia, presidido por Benedicto XVI. La dotación inicial de la fundación fue de 40.000 euros, de los que 30.000 fueron proporcionados por la Generalitat, Ayuntamiento de Valencia y Diputación. A pesar de que el patronato de la fundación acordó el 30 de octubre del 2006 que se extinguiera «en cuanto se liquide y se termine de pagar todos los gastos» del evento, las actividades continuaron hasta marzo del 2014.

El juez De la Mata tiene indicios de que se incumplió el reglamento de la fundación. Las cifras son elocuentes: el capital inicial fueron esos 40.000 euros. A 31 de diciembre del 2015, las pérdidas ya ascendían a 206.109 euros. En el 2006, el año de la visita papal, esas cantidades se multiplican hasta límites insospechados: la entidad declaró 8,9 millones de euros en ingresos por «actividad propia» sin que nadie pueda explicar su procedencia. Mientras tanto, la deuda pendiente cuando finalizó el 2006 pasa de 206.109 euros a 3,5 millones.