La incapacidad para pactar lleva a elecciones generales

Enrique Clemente / G. Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Angel Díaz | EFE

El rey no propone ningún candidato después de que Iglesias y Rivera frenaran el último intento de Sánchez para ser presidente de un Gobierno en minoría con independientes

27 abr 2016 . Actualizado a las 13:15 h.

Elecciones el 26 de junio. Por primera vez en la democracia, los españoles deberán acudir dos veces seguidas a las urnas en el plazo de seis meses, al no haberse alcanzado un acuerdo para formar Gobierno. El golpe de efecto de última de hora de Compromís fue tan solo el último acto del teatro político de los más de cuatro meses transcurridos desde el 20D. El rey constató, tras reunirse con los principales líderes políticos, que no hay ningún candidato que cuente con los apoyos suficientes para ser investido presidente del Gobierno y así se lo comunicó al presidente del Congreso, Patxi López. De esta forma se ponía en marcha el mecanismo previsto en el artículo 99.5 de la Constitución para que el monarca disuelva el próximo martes las Cámaras y convoque elecciones.

La repetición de los comicios, inédita en democracia, abre una importante crisis política y deja a Mariano Rajoy en funciones en la Moncloa al menos hasta agosto. Los líderes de los principales partidos aprovecharon sus comparecencias tras reunirse con el monarca para hablar ya en clave electoral y culparse mutuamente del bloqueo que llevará a los españoles de nuevo a las urnas.

Contraoferta del PSOE

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias intercambiaron duros ataques, en un preludio de lo que se presenta como una encarnizada campaña entre ambos. Mariano Rajoy optó por un estudiado tono conciliador e hizo un llamamiento al PSOE a corregir su actitud de no hablar con el PP, lo que augura que volverá a plantear la gran coalición tras el 26J.

En realidad, la propuesta de la formación valenciana estaba destinada al fracaso ya que era la misma que lleva haciendo Podemos desde que la puso encima de la mesa hace tres meses, un Gobierno de coalición de izquierdas «a la valenciana», aunque sin poner negro sobre blanco el derecho de autodeterminación. Sánchez ya había dicho que no, argumentando que no suma y que necesita de la abstención de los partidos independentistas catalanes, a lo que se niega.

Los socialistas respondieron con una contraoferta novedosa: un Gobierno presidido por Sánchez con independientes de reconocido prestigio, próximos a Podemos y Ciudadanos, que se sometería a una cuestión de confianza dentro de dos años, en junio del 2018, y con el compromiso de que se le garantizara el apoyo a los Presupuestos del Estado durante dos años. El PSOE aseguró que aceptaba 27 de las 30 propuestas contenidas en el llamado Acuerdo del Prado que presentó el diputado Joan Balldoví, pero al tiempo mantenía su compromiso con Ciudadanos. Los tres puntos de desacuerdo son la derogación de las dos reformas laborales, las medidas para evitar los desahucios y la reforma del artículo 135 de la Constitución.

La vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, mostró su enfado por la respuesta del PSOE. «¿De qué van. Con 90 diputados, cuando las otras cinco fuerzas suman 71, ¿cómo pueden pretender tener un Gobierno en solitario? Esto es insultante», afirmó.

Sánchez admitió que no había sumado ningún apoyo más a los 131 que votaron a favor de su investidura y, por lo tanto, tiraba la toalla. El líder socialista acusó a Iglesias del fracaso, porque no ha querido pactar nunca con el PSOE ni ver a un candidato socialista en la Moncloa y sí convertirse en el salvavidas de Rajoy. Reivindicó lo que ha hecho durante todo este tiempo para tratar de formar Gobierno, con su acuerdo con Ciudadanos primero, aceptando 18 de las 20 medidas que presentó Podemos en la reunión a tres y el martes 27 de las 30 de Compromís. Pero, dijo, Iglesias «a todo ha dicho que no». «La incompatibilidad nominal, que no la política, ha impedido el cambio, los sillones han bloqueado desgraciadamente el cambio», aseguró. Sánchez anticipó que volverá a decir no a Rajoy tras el 26J.

Iglesias y Rivera rechazaron frontalmente el último intento de Sánchez para ser presidente. El primero ni siquiera entró a valorarla remitiéndose a lo dicho por Oltra, y volvió a defender la única opción que contempla, el Gobierno a la valenciana. «He visto tres páginas para gobernar cuatro años entre seis partidos. Con eso está todo dicho», fue la respuesta del segundo, a la vez que destacaba que para cerrar ese pacto no es necesario Ciudadanos. En ese juego político de echar la culpa al adversario de que se deban repetir las elecciones, Iglesias apuntó a Sánchez como único responsable, por haber dicho «demasiados noes» a sus cesiones, mientras Rivera repartía culpas entre Rajoy y el dirigente de Podemos.

Rajoy pide al PSOE a corregirse

El presidente del Gobierno en funciones, que compareció en la Moncloa y no en el Congreso como el resto de los líderes, señaló que había vuelto a decir a Felipe VI, por tercera vez, que no tenía apoyos suficientes. Señaló que después de estos cuatro meses se ha demostrado que su propuesta de gran coalición con el PSOE y Ciudadanos, que volvió a defender el martes, era la más sensata y la mejor para España y habría enviado un mensaje de estabilidad y confianza. Rajoy responsabilizó a Sánchez de que no haya sido posible el pacto, ya que ni siquiera ha querido dialogar. «Esto hay que corregirlo para el futuro, porque es el abc de la democracia», aseguró en un mensaje dirigido a lo que pueda pasar tras el 26J. También criticó a Rivera por haber votado a Sánchez como presidente y su programa electoral.

SERGIO PEREZ | reuters

Rajoy dice que el PSOE tendrá que «corregir» su negativa a hablar con él

«Le hecho saber al rey, al igual que en las dos ocasiones anteriores en las que me convocó, que no tengo apoyos suficientes». Mariano Rajoy despachó en una frase el contenido de su entrevista con el rey Felipe VI y miró ya a la campaña electoral en su comparecencia en la Moncloa. El presidente del Gobierno en funciones evidenció su satisfacción por el hecho de que el socialista Pedro Sánchez fracasara en su último intento de alcanzar una mayoría suficiente para ser investido. Aseguró que la repetición de las elecciones «no es lo mejor», pero «hubiera sido muchísimo peor que se hubiera conformado uno de los gobiernos que han ido circulando por ahí durante todos estos meses». Insistió en su propuesta de formar un Ejecutivo de gran coalición entre el PP y el PSOE y en menospreciar a Ciudadanos, sobre el que dijo que, aunque no sería necesario, podría incorporarse al acuerdo. «En temas fundamentales pensamos igual», señaló al respecto.

Ese Gobierno sería, según Rajoy, muy similar al que se ha formado en otros países europeos cuando se han producido resultados similares a los de las últimas elecciones en España. Sería un Gobierno «coherente», dijo, que podría superar los 200 escaños en el Congreso, lo que serviría para «hacer reformas en España para mucho tiempo». Consciente de que no sería lógico descalificar a quien invita a ser su socio, Rajoy eludió cargar las tintas en los ataques al PSOE, pero reprochó a Pedro Sánchez que se negara a negociar: «No solo no quiso acordar, sino que ni tan siquiera quiso hablar». Algo que, según dijo, «hay que corregirlo para el futuro».

Aseguró que cuenta con el respaldo de su partido, por lo que no se plantea dar un paso atrás para facilitar un acuerdo. Y, de cara ya a la próxima campaña electoral, descartó también cualquier cambio en el programa con el que su partido se presentó a las pasadas elecciones. «Soy poco partidario de estar todo el día sacando conejos de la chistera», afirmó. Rajoy rechazó expresar sus preferencias a la hora de llegar a un acuerdo tras las próximas elecciones y señaló que «de momento hay que pactar con la gente». Y tampoco confirmó si está dispuesto o no a mantener debates en televisión, algo que dejó en manos de su jefe de campaña.

Mariscal | EFE

Sánchez afirma que Iglesias «nunca quiso un presidente socialista en la Moncloa»

El gran culpable de que no haya Gobierno se llama Pablo Iglesias. Esta acusación centró la rueda de prensa de Pedro Sánchez, quien desde el primer momento dejó claro que habrá elecciones. «Le he dicho a Felipe VI que no cuento con más de 131 escaños para poder ser investido presidente del Gobierno y en consecuencia es insuficiente para hacer frente al bloque del bloqueo de Rajoy e Iglesias», afirmó. A partir de ahí, puso a Iglesias en su punto de mira. Quiso desvincular ese ataque de lo que consideró un esfuerzo sincero de Compromís para desbloquear la situación. Destacó que el PSOE había dicho sí a su propuesta, en contra de lo que había mantenido antes el líder de Podemos, ya que había aceptado 27 de sus 30 medidas y las otras tres con matices, pero «ha cerrado la puerta y ha echado el candado» a la contraoferta de un «Gobierno de los mejores», que hubiera incluido a independientes próximos a la formación morada y a Ciudadanos. Sánchez acusó a Iglesias de traicionar «aquello por lo que nació Podemos, el cambio» al decir que no a todo, anteponer «sus sillones» y no haber querido nunca pactar con el PSOE. «Iglesias nunca quiso a un presidente socialista al frente de La Moncloa», afirmó. «Los españoles saben que votar a Iglesias es votar en contra del PSOE y perpetuar a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno», aseguró ya en campaña. Sánchez señaló que el Gobierno de izquierdas, que «requiere el apoyo explícito de formaciones que quieren romper con España», no era viable y que al no seguir esa vía demuestra que no ha pretendido ser presidente a cualquier precio. También criticó de pasada a Ciudadanos al asegurar que en las dos nuevas fuerzas se han impuesto los «vetos nominales» a las políticas.

Sánchez explicó que la batalla interna en Podemos ha sido clave en el desenlace negativo de las negociaciones. Señaló que el ala moderada liderada por Íñigo Errejón, que estaba dispuesta al entendimiento, perdió con el «ala dura» liderada por Juan Carlos Monedero e Iglesias y ya no tiene peso en la organización. También reveló que la resolución del comité federal del 28 de diciembre en la que el PSOE vetaba negociar con independentistas, que se dijo le impusieron los barones, la escribió él de su «puño y letra», y dijo que se presentará a las primarias para ser el candidato socialista el 26J.

JUAN MEDINA | Reuters

Pablo Iglesias acusa a Pedro Sánchez: «Ha dicho demasiados noes»

O Gobierno de izquierdas a la valenciana o nada. Pablo Iglesias no se movió ni un milímetro de la propuesta que lleva reiterando desde hace tres meses. Ni siquiera entró a valorar la contraoferta que hizo el PSOE a la propuesta de Compromís para formar un Gobierno en minoría con ministros independientes. Una y otra vez se remitió al rechazo frontal que había expresado la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra. Calificó como «muy sensata» la iniciativa de la formación valenciana, a la que, según el líder de Podemos, los socialistas dijeron no. Aprovechó este último intento para recordar las veces que Pedro Sánchez ha dicho no a las ofertas de la izquierda. «Ha dicho demasiados noes: dijo no a la primera propuesta que le hicimos de un Gobierno de coalición; después de que yo dijera que si era un problema me quitaba de enmedio siguió diciendo que no; cuando les planteamos veinte cesiones siguieron diciendo que no; y a la propuesta de Compromís han vuelto a decir que no», señaló. Eso sí, una vez más aseguró que seguía manteniendo la mano tendida para formar un Gobierno de coalición progresista, para lo que, dijo, «no hemos dejado de hacer cesiones».

Iglesias dejó claro que no hay otra salida que las elecciones y comenzó a preparar el terreno para el escenario posterior al 26J, en el que espera haber superado al PSOE gracias a su alianza con IU.

«El futuro de España pasa por que el PSOE se ponga de acuerdo con nosotros», manifestó en la rueda de prensa que ofreció tras su reunión con el monarca, a la que llegó media hora tarde, según dijo porque se habían perdido «Creo que se ha impuesto sobre el PSOE la lógica del veto, me da la impresión de que le presionaron mucho para no aceptar en ningún caso que Podemos pudiera estar en el Gobierno», afirmó. «Ojalá que eso no ocurra en el futuro y podamos gobernar juntos», concluyó en un mensaje ya para después del 26J. «Esperamos que el PSOE salga de la jaula de la que le han encerrado», abundó.

Iglesias sostuvo que no conoció el contenido del Pacto del Prado hasta la mañana del martes, cuando Oltra, con la que mantiene una estrecha relación y con cuyo partido concurrió Podemos el 20D, le explicó «las claves y el contenido», porque se cerró a las doce de la noche, cuando él estaba durmiendo.

JUAN MEDINA | Reuters

Rivera descalifica el pacto de Compromís y critica la última propuesta del PSOE

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, llegó a la cita con el rey teniendo claro que no había otra salida que convocar unas nuevas elecciones. Y de ahí no se movió. Si había alguna posibilidad de que la oferta lanzada a última hora por Compromís o la posterior contraoferta del PSOE salieran adelante, Rivera acabó con ella inmediatamente después de su entrevista con el monarca. Descalificó el acuerdo planteado por la formación valenciana afirmando que se trata de un texto «de tres páginas para gobernar España durante cuatro años con seis partidos distintos». «Con eso está todo dicho», añadió, sin prestarse siquiera a analizar el contenido del texto. Pero tampoco dio opción alguna a la propuesta alternativa del PSOE, que recogía un Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez y con independientes apoyados por Podemos y Ciudadanos.

Rivera explicó que la presencia de Ciudadanos no era necesaria para que la fórmula de Compromís saliera adelante y que, de hecho, nadie se la había trasladado a su partido. «Lo podían haber hecho el 21 de diciembre», señaló. Y, en cuanto al planteamiento del PSOE, partido con el que Ciudadanos cerró un pacto de investidura, recordó que en las negociaciones que ambos llevaron a cabo nunca se planteó la posibilidad de que su partido apoyara un Ejecutivo presidido por Sánchez en el que se integraran independientes y tampoco el compromiso de garantizar durante dos años la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.

«Estamos en el último minuto y cada partido es autónomo de plantear lo que quiera», señaló, sin querer descalificar la oferta in extremis lanzada por el PSOE. Sin embargo, criticó implícitamente ese giro de última hora al señalar que quienes cuestionaban un posible Gobierno del PSOE y Ciudadanos sustentado por tan solo 130 escaños y aseguraban que se trataría de un Ejecutivo «débil» que «no iba a ningún sitio», verían «todavía más insuficientes» los únicos noventa escaños socialistas con los que Sánchez se mostró dispuesto a gobernar a última hora. Y, ya de cara al futuro, explicó que Ciudadanos no renegará de las reformas que ha pactado con el PSOE, aunque precisó que ese acuerdo decaerá en el mismo momento en el que concluya esta legislatura.