El coste mortal de esnifar por 20 euros sales de baño o abonos para plantas

EFE

ESPAÑA

Atlas TV

La Guardia Civil y la Europol han retirado del mercado 160.000 dosis de estas nuevas sustancias psicoactivas y alertan sobre los riesgos que supone su consumo

27 abr 2016 . Actualizado a las 20:43 h.

Esnifar sales de baño, abonos para plantas o euforizantes supuestamente legales puede resultar mortal, porque bajo la apariencia de esos productos se esconden nuevas sustancias psicoactivas (NSP), empaquetadas en dosis que cuestan al consumidor entre 10 y 20 euros sin comentario alguno en su etiqueta que avise del riesgo.

La Guardia Civil ha retirado del mercado, en sendas operaciones llevadas a cabo en Alicante y Almería, 160.000 dosis, que podían alcanzar en el mercado los 3,2 millones de euros si se venden al precio más alto (20 euros la unidad).

Hasta 560 nuevas drogas de este tipo tienen contabilizadas los organismos internacionales, que han comprobado como estos nuevos estupefacientes o psicofármacos han provocado intoxicaciones severas que han requerido hospitalización, problemas cardiovasculares, algunas muertes e, incluso, suicidios no aclarados ocurridos después de haber consumido cannabinoides sintéticos.

Durante la presentación de los detalles de las dos operaciones de la Guardia Civil, tanto el director del cuerpo, Arsenio Fernández de Mesa, como el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco de Asís Babín, y la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, Belén Crespo, han querido hacer hincapié en la necesidad de alertar sobre esos riesgos.

Y, como ha recalcado Fernández de Mesa, es necesario poner orden y aunar esfuerzos entre todas las administraciones para concienciar del riesgo de ese consumo y para armonizar su reproche penal, que es dispar y que, incluso, en algunos países ni siquiera está penalizada su distribución ni está tipificado el delito contra la salud pública.

En España, como ha recordado por su parte Babín, el 3 % de la población entre los 15 y los 64 años reconoce haber consumido alguna vez esas sustancias. Es en el tramo de edad de entre los 25 y los 34 años donde se concentra ese consumo.

Babín ha explicado que en el 2012 se creó una red de alerta temprana para detectar NSP. El pasado año este sistema comunicó a la UE 35 nuevas sustancias que habían sido detectadas por primera vez en nuestro país, tres de ellas también novedosas en el territorio comunitario.

Asimismo, se lanzaron dos alertas para poner en guardia a la sociedad ante el fallecimiento de tres personas que podían haber consumido sustancias conocidas como Alfa, PVBP y PMMA (Superman). Lo peor de todo, han asegurado estas autoridades, es que existe una «bajísima percepción» del riesgo, a la vez que se accede a esas sustancias con facilidad.

Muchas de ellas se venden a través de Internet y otras se adquieren por el «boca a boca» después de que, en algunos casos, determinados individuos las den a probar a los jóvenes en lugares de ocio. Como ha explicado después un investigador, la etiqueta de la dosis no recoge la composición ni sus efectos, pero en muchas se utiliza la artimaña de estampar el comentario de algún consumidor para dar pistas al comprador.

El mayor golpe a las drogas de diseño

Medio centenar de detenidos y 160.000 dosis retiradas del mercado es el balance del mayor golpe policial en España contra el tráfico de drogas de diseño o nuevas sustancias psicoactivas, las NSP, que tienen efectos nocivos para la salud y que, incluso, pueden provocar la muerte. Dos operaciones de la Guardia Civil, las «Alimaya» y «Koroway», desarrolladas en Alicante y Almería, respectivamente, han permitido desarticular sendas organizaciones dedicadas al tráfico de estas nuevas sustancias, conocidas como «Legal Highs» y que, en suma, producen efectos similares a los de la marihuana y sus derivados o son sustitutivas de las anfetaminas, MDMA o cocaína.

Se trata de sustancias que están apareciendo en el mercado, que se conocen como «de abuso» y que aunque no están clasificadas como drogas ilícitas, su consumo puede suponer una amenaza para la salud pública igual que las que están catalogadas como tales. Hasta pueden causar la muerte. 

Policías de Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania, coordinadas por Europol, que desplazó a España una oficina móvil con agentes especializados, han participado en las investigaciones. Tal y como ha explicado el teniente coronel de la Unidad Técnica de la Policía Judicial (UTPJ) de la Guardia Civil Luis Peláez, en la operación «Alimaya», agentes de Alicante dieron con esta red tras tener constancia de que desde una página web se distribuía lo que en principio pensaron que eran medicamentos falsificados y que luego comprobaron era psicoactivos.

Una empresa de Alicante importaba cannabinoides sintéticos de Bélgica, con origen probable de China, y en la provincia levantina se trataban, se envasaban y se distribuían a mercados europeos, sobre todo Alemania, donde se tiene constancia de alguna muerte por consumo de estas sustancias. Belgas y holandeses dirigían la red. Nueve de cuyos miembros fueron arrestados en la operación, en la que se intervinieron 145.000 paquetes (de una dosis) y 3.000 botellas. Se calcula que el valor de lo intervenido alcanza los 2 millones de euros. No se sabe aún cuánto tiempo llevaba operando la red, pero está claro que obtenía pingües beneficios con su actividad, como muestra los coches de alta gama que conducían.

Mientras, una inspección preventiva de la Guardia Civil en un establecimiento tipo «Grow Shop» en la localidad almeriense de Roquetas del Mar dio origen a la operación «Koroway», con la incautación de diversos tipos de cannabinoides sintéticos y otras sustancias psicoactivas.

La inspección permitió detectar la existencia de un grupo organizado dedicado a la importación desde Reino Unido, manipulación y distribución de estas drogas, tanto en Almería como en el resto de España a través de tiendas «Grow Shop». 

Más de cuarenta detenidos, registros en 61 tiendas de toda la geografía nacional y, sobre todo, de Andalucía, y 10.000 envases incautados es el resultado de esta segunda operación. Según los expertos, estas drogas, dirigidas al mercado más joven para su consumo en lugares de ocio, evolucionan de forma constante, de tal manera que mantienen su base química pero cambian ligeramente su composición, lo que hace más difícil su identificación.

No sólo se venden por Internet con una agresivo marketing, sino que se ofrecen en tiendas abiertas al público como productos etiquetados como «euforizantes legales» (Legal Highs), «compuestos químicos en investigación» (Research Chemicals) o «complementos alimenticios» (Food Complements). También como sales de baño o fertilizantes y en ellos se especifica que no son aptos para el consumo humano.