Garzón exige a Iglesias un acuerdo nacional y con candidatos de IU en puestos de salida

A. A. / Colpisa MADRID

ESPAÑA

Zipi | EFE

El candidato de IU reconoció que el secretario general de Podemos sería el líder de la confluencia, pero no está dispuesto a ceder en todo lo que se le pida desde la formación morada

26 abr 2016 . Actualizado a las 09:09 h.

Si al final Podemos e Izquierda Unida alcanzan un acuerdo para concurrir juntos a unas nuevas elecciones, Alberto Garzón acatará el liderazgo de Pablo Iglesias en la coalición. El candidato de IU en las generales del 20 de diciembre reconoció el lunes que el secretario general de Podemos sería el líder de la confluencia, ya que «Iglesias tiene la oportunidad de articular ya no solo a la gente de Podemos sino a la gente que no es de Podemos y que no queremos ser de Podemos».

Para Garzón, la unidad de la izquierda, que definió como «un revulsivo», podría disputar la victoria en las elecciones al PP. No obstante, el líder de IU advirtió, tras entrevistarse con el rey, que no está dispuesto a ceder en todo lo que se le pida desde la formación morada, máximo cuando su partido disfruta ahora de una posición de fuerza gracias a las buenas previsiones que le otorgan las encuestas.

A diferencia de las negociaciones que se mantuvieron antes de las generales de diciembre, cuando Pablo Iglesias se opuso al pacto con gruesas descalificaciones a IU, a cuyos dirigentes llegó a llamar «cenizos políticos», ahora es Podemos quien llama a su puerta y por eso cualquier pacto que se firme deberá respetar una serie de líneas rojas. La primera de ellas es que el acuerdo se cierre a nivel nacional y no por comunidades. Además, Podemos debería situar en puestos de salida de la lista a dirigentes de IU, entre ellos el propio Garzón. «El acuerdo debe ser entre iguales», resumió antes de poner como condición que las siglas de IU estén en las papeletas.

El líder de IU dio por hecho que existe una mayoría en su formación a favor de la confluencia. Dentro de la legitimidad de las críticas y de las diferencias, es «arrolladora la idea de que hay que ir a una confluencia bien hecha porque si no se hace bien puede incluso restar, pero si se hace bien puede multiplicar», afirmó. Una de las voces contrarias a la alianza electoral es la de Gaspar Llamazares, quien mantiene que el acuerdo sería un error porque haría que su formación perdiese su autonomía. Llamazares estima que IU puede conseguir unos buenos resultados por sí sola sin la necesidad de que «se le confunda con otros».