El rey llama a los partidos a ahorrar en la campaña y a no «cansar» a los ciudadanos

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Atlas TV

Así se lo está pidiendo Felipe VI a las formaciones que han empezado a desfilar este lunes por el Palacio de la Zarzuela en la tercera y última ronda de consultas

26 abr 2016 . Actualizado a las 11:08 h.

El rey constató el lunes en el primer día de la tercera y decisiva ronda de consultas que no hay ningún avance que permita vislumbrar la posibilidad de formar Gobierno, a la espera de que reciba el martes a los cuatro grandes líderes. Felipe VI es consciente de que es muy difícil lograr un acuerdo y da prácticamente por hecho que habrá elecciones, como demuestra que la mayoría de los representantes de los ocho partidos con menor representación parlamentaria a los que recibió admitieron que su conversación acabó versando sobre los nuevos comicios y que pidió a los partidos que, en el caso de que sea así, hagan una campaña más austera.

Felipe VI se mostró partidario de reducir los gastos electorales, que normalmente se elevan a unos 170 millones de euros. «El rey ha expresado su deseo de que los partidos no cansemos a los electores y no hagamos una campaña especialmente gravosa para la economía del país», reveló Isidro Martínez Oblanca, de Foro Asturias. El diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, dijo que defendió ante el jefe del Estado la conveniencia de poner límites al «dispendio» electoral, con lo que el rey se mostró de acuerdo. Según el presidente de UPN, Javier Esparza, Felipe VI valoró «muy positivamente» su propuesta de reducir al menos un 30 % el coste de la campaña y destinar el dinero ahorrado a gasto social.

Pudo haber acuerdo

Pero lo más sorprendente fue la revelación que hizo la portavoz de Coalición Canaria en el Congreso, Ana Oramas, quien relató al monarca que antes de la investidura fallida de Pedro Sánchez hubo posibilidades de que saliera delante porque Podemos barajó la posibilidad de abstenerse. Durante cuatro días estuvo sobre la mesa y fue defendida por un sector del partido, en referencia al «errejonismo», pero Pablo Iglesias la descartó. Eso habría permitido ser presidente al secretario general del PSOE con los votos de PSOE, PNV, Compromís, IU y Coalición Canaria y la abstención del partido liderado por Iglesias. No habría sido un pacto de legislatura, sino un apoyo puntual para la investidura y un Gobierno corto, de un año y medio, que permitiría a Podemos recomponerse de su crisis territorial.

Alberto Garzón aseguró que le dijo al «ciudadano Felipe de Borbón», como llama al rey, que «estamos en un tiempo de descuento» y aún es posible una «última sorpresa», pero dejó claro que la sensación generalizada es que no va a haberla y que la campaña, si hay elecciones, debe ser «más amena y ágil para la ciudadanía», pues estos cuatro meses que han pasado desde el 20D «han frustrado mucho a la ciudadanía».

Interesado en la alianza

Pero Garzón reveló que «el grueso de la conversación» fue en torno a la repetición de las elecciones y la posibilidad de que haya una alianza de su grupo con Podemos, por lo que el monarca se mostró interesado, y en cómo esa confluencia podría modificar el actual equilibrio de fuerzas. Felipe VI también le trasladó su deseo de que la campaña sea más austera, lo que Garzón dijo que comparte, siempre que sea «salvaguardando las garantías democráticas».

Los cuatro líderes dirán a Felipe VI que no hay avances para formar Gobierno

Los líderes de los cuatro grandes partidos confirmarán el martes ante el rey que no cuentan con apoyos suficientes para tratar de formar Gobierno. Salvo sorpresa mayúscula, que parece totalmente descartada, Felipe VI se limitará a constatar la realidad y a poner en marcha los mecanismos que conducen a unas nuevas elecciones el 26 de junio, en una especie de segunda vuelta inédita en la democracia española. Mariano Rajoy, que declinó la oferta del rey para presentarse a la investidura un mes después de las elecciones, no se ha movido desde entonces. El presidente en funciones ya ha adelantado que explicará a Felipe VI que no puede ser candidato porque no tiene «los votos suficientes». Desde el 21 de diciembre sabe que su única opción de mantenerse en la Moncloa pasa por una nueva cita con las urnas tras el no rotundo de Pedro Sánchez a la gran coalición. De hecho, hace semanas que ya está en campaña.

El líder socialista no ha sumado ningún apoyo a los 131 votos que obtuvo en la investidura. Aceptó presentarse con la esperanza de lograr el respaldo de Podemos, lo que suponía una especie de cuadratura del círculo ya que este partido y Ciudadanos se han declarado incompatibles. Trasladará al jefe del Estado que lo intentó, pero no pudo ser por la negativa de Podemos a facilitar que se formase un Gobierno de cambio.

Iglesias en precampaña

Pablo Iglesias defenderá ante el monarca la viabilidad de un gobierno de izquierdas, que Sánchez ha impedido. Pero ya habla abiertamente de segunda vuelta electoral y ultima su alianza con IU de cara a lograr el sorpasso al PSOE. Esto indica que ve imposible pactar con los socialistas. Insistirá en responsabilizar a Sánchez, como hace Rajoy, de que no haya Gobierno y que los ciudadanos deban tener que acudir a las urnas. El último intento de Albert Rivera al proponer como candidato a un independiente o un político de consenso, que bien podía ser él mismo, fue rechazado categóricamente por los demás partidos. Sus llamamientos al PP para negociar también han sido baldíos. Por ello, el líder de Ciudadanos asume, como los demás, que habrá elecciones. En ellas su disposición al acuerdo puede jugar a su favor, pero su pacto con los socialistas es posible que le perjudique entre su electorado más conservador.