De «Los Lunnis» a Samuel Eto'o, los hitos de la controvertida Manos Limpias

ESPAÑA

SERGIO BARRENECHEA | Efe

El sindicato se ha afanado en la continua búsqueda de presencia mediática, para lo que han llegado a presentar denuncias de lo más llamativas

20 abr 2016 . Actualizado a las 12:07 h.

Manos Limpias se ha convertido en el cazador cazado. El polémico sindicato sin sindicalistas, erigido como nuevo justiciero, se ha colocado en el disparadero. Y en esta ocasión no por denunciante, si no por denunciado. El secretario general de la entidad, Miguel Bernard, ha sido detenido este viernes en Madrid. Sobre él pesa una sombra de sospecha. La de la extorsión. Según los investigadores, Ausbanc y el sindicato formaban parte de una trama que presuntamente extorsionaba a entidades bancarias a cambio de no iniciar causas judiciales contra ellas. 

Están acostumbrados a convertirse en los protagonistas. De hecho, muchas veces lo buscan. Si algo distingue a Manos Limpias es su continua búsqueda de presencia mediática. Y para conseguirlo, en más de una ocasión han echado mano a la denuncia estrafalaria. Porque donde Manos Limpias pone el ojo, pone la querella.

1. Pablo Iglesias, por seguir los pasos de Hitler o Lenin. En febrero del 2015, Manos Limpias situó en el centro de su diana al partido morado, y más concretamente a su líder Pablo Iglesias. ¿Las razones que les llevaron a ello? Supuestamente el encabezar una organización criminal. Y para ser más contundentes, en el epílogo del escrito que presentaron ante el Tribunal Supremo, se compara al político español con algunos controvertidos personajes históricos como Hitler, Lenin, Pol Pot o Mao Zedong. No se quedan ahí. Los querellantes lanzan una advertencia: a lo largo del siglo XX, multitud de políticos y líderes revolucionarios «se han disfrazado de demócratas, aprovechándose de las libertades y del Estado de Derecho, el cual persiguen destruir desde dentro».

2. Los Lunnis, el «deterioro moral». Tampoco se salvaron de las querellas de Manos Limpias los dibujos animados. En el año 2005, los de Miguel Bernard llevaron ante la Fiscalía de menores a TVE por su serie Los Lunnis. La emisión de un capítulo en el que se mostraba una boda entre dos hombres les parecía una transgresión «al derecho al honor e intimidad de los menores» y su argumento radicaba en que emisiones como esta eran una muestra más del «deterioro moral» que estaba sufriendo España.

3. Samuel Eto'o y su celebración de la Liga. La efusividad con la que el jugador del Barça celebró el título de liga en el 2005 le convirtió en enemigo del sindicato. «Madrid, cabrón, saluda al campeón» fueron las palabras que le costaron una de las denuncias de Manos Limpias, que le acusó ante la RFEF y el Consejo de Deportes por incitar a la violencia y ofender a los madrileños.

4. Banderas, banderas y más banderas. Allá donde una bandera española sufre algún percance, está Manos Limpias. Todas aquellas quemas de banderas españolas en eventos deportivos (más concretamente los de la selección catalana) han pasado por el ojo del sindicato. Pero no ha sido su única cruzada. En el 2007 denunciaron ante la Fiscalía General del Estado a los municipios vascos, catalanes y navarros por «incumplir la ley de banderas» y no ondear el estandarte en los edificios públicos. Consideran que «quiebran el Estado» y «desprecian la ley».

5. Contra los poco futboleros y aquellos que no reciben a los Reyes Magos. Bildu también tuvo algún encontronazo con Manos Limpias, que se afanó en más de una ocasión en ilegalizar al partido. Pero hay dos causas que se ganan el protagonismo. Ambas con el ayuntamiento de San Sebastián como afectado. La primera de ellas la que iniciaron cuando la corporación no recibió a los Reyes Magos; mientras que la segunda fue a causa de la decisión del Gobierno de no colocar pantallas gigantes para ver la Eurocopa. Por si no era suficiente, lanzaron una última bala. Esgrimieron que la bandera de España de esa alcaldía estaba sucia.

6. «Alardes de homosexualidad». En el año 2013, cuatro jóvenes estudiantes de la Universidad Complutense fueron denunciados por atentar contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos al entrar en una capilla del campus y realizar, según el sindicato, «alardes de homosexualidad».

7. La viagra, una molestia. Inexplicable es la causa que Miguel Bernard inició contra los fabricantes de la Viagra, que nunca llegó a buen puerto.

8. El 15-M, tampoco se libra. Todos y cada uno de los que formaron parte del movimiento 15-M fueron denunciados por el sindicato. Los calificaron de entramado «criminal», «formado por Ada Colau y toda la gente de la PAH». 

9. Nunca Máis. El sindicato también acusó a Nunca Máis. Contra ellos lanzó la duda de la estafa. En el 2003, denunciaron que esta plataforma habría destinado 90.000 euros recaudados a actividades políticas.

A las sombras también se ha sumado alguna luz. 

1. La hermana del rey, el más mediático. El caso Nóos es, seguramente, el que más protagonismo le ha granjeado. Manos Limpias decidió personarse como acusación popular en este mediático y controvertido caso. Lo cierto es que su presencia fue clave para que el juez Castro decidiera sentar en el banquillo a la infanta Cristina. 

2. La inhabilitación de Atutxa. Este es uno de sus grandes casos. En enero del 2008 denunciaron a Juan María Atutxa (PNV), presidente del Parlamento Vasco, y a los miembros de la Mesa por su negativa a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak. La causa, que fue archivada en primera instancia, fue aceptada por el Supremo, que les condenó por un delito de desobediencia. 

3. La corrupción. Bárcenas, Pujol y los ERE tienen un denominador común: Manos Limpias. El sindicato está personado como acusación popular en tres de los principales casos de corrupción que actualmente permanecen abiertos en España. 

4. Garzón, su gran objetivo. El juez Baltasar Garzón fue una de las bestias negras de Manos Limpias. A él le acusaron de prevaricación por investigar los crímenes del franquismo. Le reprocharon el enjuiciamiento de «un movimiento, una época» y reprobaron que actuara con diferente criterio cuando rechazó una querella por la matanza de Paracuellos.