La primera reunión a tres para limar asperezas o romper definitivamente

Tamara Rivas Núñez
T. Rivas REDACCIÓN

ESPAÑA

La reunión en el Congreso para explorar una vía que permita formar Gobierno y evite unas nuevas elecciones ha finalizado. Podemos llegó al encuentro con un documento que incluye nuevas cesiones. En Marea estuvo representada por Antón Gómez-Reino, en lugar de Alexandra Fernández, después de que Anova se desmarcase de la negociación

07 abr 2016 . Actualizado a las 19:28 h.

La reunión a tres bandas ha terminado tras dos horas y media. Los equipos negociadores de PSOE, Podemos y Ciudadanos se han sentado por primera vez en la misma mesa para explorar si existe una vía factible que les permita formar Gobierno y de paso evitar unas nuevas elecciones. Los socialistas necesitan el apoyo de ambos para alcanzar la vía 199 que defiende Pedro Sánchez para llegar a la Moncloa, pero el enfrentamiento dialéctico entre Pablo Iglesias y Albert Rivera durante el debate de este miércoles en el Congreso y el enroque en sus posiciones podrían dinamitar el acuerdo.

El PSOE sabe que necesita el apoyo de Podemos y Ciudadanos, o por lo menos la abstención de uno de ellos en una segunda votación de investidura, y para lograrlo quiere que la formación morada se sume al Acuerdo para un Gobierno reformista y de progreso que firmaron Pedro Sánchez y Albert Rivera en febrero. Para ello, los socialistas quieren hacer ver a los miembros de Podemos que comparten alrededor de 140 de las doscientas medidas que se recogen en el texto y además les invitan a plantear otras que en su opinión podrían ayudar a enriquecer el acuerdo.

Podemos ha acudido a la negociación con Pablo Iglesias a la cabeza y con Antón Gómez-Reino como representante de En Marea en lugar de Alexandra Férnandez, ya que Anova se desmarca del proceso. Los equipos negociadores de las tres formaciones son conscientes de que una ruptura en las negociaciones podría dejarlos como los culpables de la celebración de unas nuevas elecciones de cara a la opinión pública. Y ninguno quiere asumir ese rol. La formación morada incluso ha ido un paso más allá y ha llegado a la reunión de esta tarde con un documento en el que anuncian más cesiones de cara a la negociación a tres.

Pero aunque existen varios puntos en común entre las formaciones, los que los separan son más notorios y más complicados de limar para llegar a un acuerdo definitivo que facilite la formación de un Gobierno. El referendo catalán y la reforma laboral son a priori los puntos más complicados en los que poner de acuerdo a las tres formaciones. El texto suscrito por PSOE y Ciudadanos en febrero rechaza frontalmente todo impulso de autodeterminación de cualquier territorio de España, y eso es algo a lo que no quiere renunciar Xavier Domenech, líder de En Comú Podem, que hizo del referendo catalán su bandera de campaña.

El otro punto controvertido en los que las tres formaciones deberán hacer concesiones si quieren llegar a un acuerdo será la reforma laboral. Aunque PSOE y Ciudadanos abogaron por suprimir los puntos más controvertidos de la reforma del PP, los de Albert Rivera no dicen nada de derogar el actual marco laboral. Y Podemos quiere ir más allá. La formación de Pablo Iglesias contempla como única vía su supresión total e invalidar también la aprobada durante el mandato de Zapatero, aunque respecto a ésta última estarían dispuestos a hacer concesiones.

Los equipos negociadores que se sentarán esta tarde en la Sala Lázaro Dou del Congreso tendrán que poner en valor los puntos que comparten para no cegarse en las diferencias y fracasar en las negociaciones. La regeneración democrática, la paralización de la Lomce y la actualización de la reforma electoral pueden servir para tender puentes que faciliten el acuerdo a tres bandas.

Podemos podría sumarse al acuerdo previo alcanzado entre PSOE y Ciudadanos en los puntos referentes a la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción e incluso podría incluir medidas propias que no serían mal vistas por Pedro Sánchez y Albert Rivera.

Las tres formaciones coinciden en la paralización de la ley educativa impulsada por el PP durante la legislatura y abogan por llegar a un amplio pacto educativo que permita la estabilidad y evite el impulso de nuevas leyes cada vez que se cambie de Gobierno.

La actualización de la ley electoral es el punto común que acerca más a los socios que necesita el PSOE para investir a Pedro Sánchez presidente, por lo que los socialistas se muestran abiertos a abordar la cuestión.