Jorge Fernández Díaz, tercer ministro que «planta» al Congreso

Europa Press

ESPAÑA

Kiko Huesca | EFE

Ciudadanos plantea reformar el Reglamento para «sancionar» a los cargos públicos que se nieguen a comparecer en sede parlamentaria

07 abr 2016 . Actualizado a las 13:44 h.

El Gobierno ha protagonizado este jueves su tercer plantón al Congreso, siguiendo la doctrina de que, al estar en funciones, no es posible ser sometido al control parlamentario ordinario. La Comisión de Interior había citado al ministro del ramo, Jorge Fernández Díaz, y a otros altos cargos del Departamento para hablar sobre diversos asuntos, pero ninguno se ha presentado en la Cámara Baja.

El titular de Interior sigue la misma estela de sus compañeros y ministros de Defensa, Pedro Morenés, y de Fomento, Ana Pastor, quienes no atendieron en las últimas semanas las peticiones de la oposición solicitando su presencia en sede parlamentaria.

Y la razón es la misma: el Gobierno considera que no debe someterse al control del actual Congreso porque sus funciones están limitadas y además no es el Parlamento que le dio su confianza, una negativa que el Pleno de la Cámara decidió este miércoles que llevará ante el Tribunal Constitucional para que dirima sobre este conflicto de atribuciones.

En concreto, a Fernández Díaz la oposición le pedía cuentas por sus declaraciones contra un posible pacto entre PSOE y Podemos, por sus palabras cuestionando las actuaciones judiciales contra el PP o por la investigación policial del ático de Ignacio González, entre otros asuntos.

Pero, además, en la comisión se solicitaba la presencia del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez; de los directores generales de la Policía y de la Guardia Civil, Ignacio Cosidó y Arsenio Fernández de Mesa; del secretario de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste; y de la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Concepción Dancausa.

Lío en la Mesa

Pese a la ausencia de los interpelados, la Comisión de Interior se ha reunido en una sesión que ha servido para que diversos grupos de la oposición cuestionaran singularmente la actitud del ministro y denunciaran una vez más la posición del Gobierno de no atender los mandatos de la Cámara.

La reunión ha comenzado con un conflicto en la propia Mesa de la comisión, después de que PSOE y Podemos pidieran explicaciones al presidente, Rafael Merino, del PP, por la ausencia del cartel de compareciente, que sí se puso en su día en las comisiones de Defensa y de Fomento.

Ante la negativa de Merino a ponerlo, los dos partidos citados han decidido hacer un cartel a mano para que la imagen con la silla vacía pudiera ser captada por los medios de comunicación para evidenciar el plante del ministro, según confirmaron fuentes parlamentarias.

Un plante que el portavoz socialista de Interior, Antonio Trevín, ha denunciado acusando a Fernández Díaz de estar «más preocupado» por actuar de «monaguillo» del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que como responsable de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Razones para «atrincherarse»

En todo caso, cree que en cierta medida el ministro tiene «razones» para «atrincherarse» en su despacho para no tener que informar «sobre las actuaciones de su departamento para obstruir actuaciones sobre la corrupción en su partido, sobre la elaboración de informes acerca partidos adversarios al PP, sobre el seguimiento a miembros del Congreso o sobre el cese de funcionarios policiales por haber cometido el gran pecado de tomar café con un diputado».

Desde Ciudadanos, el diputado Miguel Gutiérrez no solo ha censurado la ausencia del titular de Interior sino ha mostrado su preocupación por que otros de los cargos citados no hayan acudido al Palacio de la Carrera de San Jerónimo cuando forman parte de la Administración y, según ha recalcado, «no están en funciones».

En este sentido, ha subrayado la conveniencia de cambiar el Reglamento del Congreso en aras de poder «sancionar» a aquellos cargos públicos que se nieguen a comparecer en el Congreso, por ejemplo obligándoles a dejar de ostentar ese puesto.

Desde Podemos, su portavoz de Interior, Rafael Mayoral, ha tachado de «anomalía democrática» que el Gobierno se encuentre «fuera de control» y se sitúe «por encima de la ley» negándose a ser controlado por el Congreso.

«Eso es la subversión misma de la democracia», ha proclamado el parlamentario morado, antes de pedir al Ejecutivo del PP que «recapacite», «reconozca» la soberanía nacional y se someta al control de la misma.