Urkullu condiciona el apoyo del PNV a la «agenda vasca»: autogobierno, fiscalidad y «final ordenado» de ETA

Europa Press

ESPAÑA

El lendakari insta a los partidos a llegar a un acuerdo y advierte que la parálisis y la inestabilidad es perjudicial para la economía

30 mar 2016 . Actualizado a las 12:31 h.

El lendakari, Íñigo Urkullu, ha condicionado este miércoles el apoyo del PNV ante cualquier acuerdo de Gobierno a que se asuma lo que denomina la «agenda vasca» que, según ha explicado, pasa por un desarrollo del Estatuto de Gernika, avanzar en autogobierno, fiscalidad o aceptar los planteamientos de su partido en cuanto a un «final ordenado de ETA».

Urkullu ha acudido a un desayuno informativo organizado por el diario El Mundo a escasos metros del Congreso de los Diputados, lugar que en ese momento albergaba el encuentro entre el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y de Podemos, Pablo Iglesias. «Ojalá sirva para algo», ha dicho al tiempo que ha asegurado no tener «líneas rojas» con ningún partido antes de desgranar sus condiciones para llegar a algún acuerdo son su formación.

Ha recordado que el Estatuto de Gernika, «36 años después sigue incumplido y se está recortando». «El futuro de Euskadi es dar respuesta a la demanda social de un Nuevo Estatus Político que actualice nuestro sistema de autogobierno y el modelo de relación con el Estado», ha indicado. Se ha desvinculado de lo que sucede en Cataluña: «Al PNV no le condiciona en nada, son dos realidades completamente diferentes». Ha reivindicado que lo que pide el PNV es una «consulta legal y pactada» y ha puesto como ejemplo el caso de Escocia y el Reino Unido. «En Euskadi estamos hablando de la necesidad de una convivencia», ha sentenciado.

Se ha mostrado especialmente enérgico al defender el Concierto Vasco como un derecho histórico y ha rechazado «radicalmente el planteamiento de que es un privilegio» ya que «hay una fórmula de pago» al Estado español por aquellos servicios que son su competencia en el País Vasco. «Ese pago está regulado por el cupo que los vasco pagan el 6,24 % el PIB vasco al Gobierno español. Es una falacia y una mentira que seamos insolidarios con el Estado. Pagamos por los servicios prestados y además aportamos a la cohesión territorial», ha enfatizado.

Sobre el final del terrorismo, el lendakari ha advertido que el País Vasco ha cambiado desde el cese de ETA y ahora la preocupación es el yihadismo. No obstante, ha reafirmado su deseo de que ETA desaparezca, si bien ha insistido en que para ello debe hacerse un proceso «ordenado». Le ha exigido a la banda criminal el «reconocimiento del daño injusto causado» y un «desarme total completo y verificable como pasos para lo que pueda ser un final ordenado».

Desde el Gobierno del PP siempre se ha defendido que no es necesario un proceso verificado de desarme ya que son las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado las encargadas de verificar la intenciones de ETA. En un momento de su intervención, el presidente vasco ha lamentado su «cosecha infructuosa con Mariano Rajoy».

Sobre los presos de ETA

En relación a los presos de ETA, ha reconocido que »la dispersión fue una medida que, junto con otras«, ha hecho posible también que »con el paso del tiempo« ETA decretase el final definitivo. Pero al mismo tiempo ha aclarado que no es lo mismo dispersión que alejamiento y que esto último fue un «error». En este punto ha recordado que el PNV viene defendiendo desde 1997 que los presos no estén más lejos de 400 o 500 km de su lugar de origen.

Entiende que el hecho de que se alejase a presos a 1000 km de distancia suponía un castigo 'para sus familiares y sirvió a la izquierda abertzale para utilizar a los internos en sus reivindicaciones. «Cuatro años después del final de ETA, la política penitenciaria sigue siendo la misma», ha denunciado. Preguntado acerca de si aspiraría el PNV a asumir las competencias penitenciarias como sucede en Cataluña, ha contestado que eso ya viene recogido en el actual Estatuto de Gernika y no se ha desarrollado.

Ha desvelado que esta transferencia se negoció con el presidente Zapatero en el momento «que se estaba tocando el anuncio del final de ETA» (octubre de 2011). Finalmente «por las tensiones que se podían generar, se decidió dejar aparcado».

En definitiva, El PNV aceptará, según ha dicho, acuerdos con »cualquiera que esté dispuesto a negociar y que tenga en la mesa la agenda vasca: autogobierno, fiscalidad, limite del déficit infraestructura, paz y convivencia... Esos son los planteamientos para cualquier Gobierno español«. En el desayuno informativo no había presencia de ningún cargo del PSOE y por el PP estaba el secretario de Derechos y Libertados, Iñaki Oyarzabal. «La parálisis política resta confianza y nos afecta gravemente», ha denunciado el presidente vasco, quien detecta que la situación afecta en términos de «solvencia, ralentización de inversiones y decisiones económicas». «2016 no puede ser un año perdido por la inestabilidad política y ya se ha consumido una cuarta parte del año», ha añadido.

Urkullu se ha referido también a cuestiones de política interna de cara a las elecciones autonómicas de este año en el País Vasco, ante las que ha afeado a Podemos que su innovación sea querer desalojar al PNV del poder, algo que, según ha dicho, no es nuevo porque ya lo practicaron el PSE y el PP en la pasada legislatura. En ese sentido, ha acusado a la formación de Iglesias de practicar un «centralismo democrático».