El primer disparo fue «mortal de necesidad», pero Montserrat remató a Isabel Carrasco en el suelo

EFE

ESPAÑA

Atlas TV

Los teléfonos móviles de las tres acusadas las sitúan muy cerca de la víctima días previos al crímen

10 feb 2016 . Actualizado a las 16:36 h.

Montserrat González, asesina confesa de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, la remató cuando se encontraba en el suelo porque desconocía que con el primer disparo que había efectuado «ya la había herido de muerte» y no se habría podido recuperar, según el informe forense.

La asesina confesa de la dirigente del PP efectuó ese primer disparo apuntando al tronco porque «es más fácil acertar y con la intención de hacer el máximo daño posible», según ha dicho el médico forense Ignacio Alija, uno de los facultativos que practicó la autopsia a la dirigente del PP y que ha declarado como perito en el juicio.

Isabel Carrasco tardó cinco minutos en perder la consciencia cuando fue tiroteada por Montserrat González el 12 de mayo del 2014 y diez en morir a consecuencia de los tres disparos recibidos.

El primero de los tres disparos que recibió, que impactó en la región baja de la espalda, fue «mortal de necesidad» y «anuló cualquier posibilidad de defensa». El perito, en un detallada exposición apoyada por fotografías de la víctima, ha explicado que Isabel Carrasco cayó al suelo tras recibir el primer disparo de forma «más o menos controlada» y no a plomo, debido, posiblemente, a que pudo agarrarse a la barandilla de la pasarela peatonal sobre el río Bernesga por la que transitaba cuando fue asesinada.

Además, según ha precisado el perito forense, se llevó la mano izquierda hacia atrás con la intención de tocarse o tapar la herida y giró la cabeza hacia el mismo lado. Ha añadido que el disparo se hizo posiblemente apuntado al tronco con el objetivo de dañar lo máximo posible órganos vitales y provocó un hemotórax masivo «importantísimo» que hizo perder a la víctima mucha sangre y lesionó la médula espinal.

Finalmente, el proyectil alcanzó la cara posterior del corazón de la víctima. El perito ha explicado que, en esos momentos, Isabel Carrasco, seguía consciente en el suelo cuando recibió el segundo disparo, que impactó en la mandíbula, aunque no afectó a los elementos importantes del cuello y, por tanto, no habría provocado la muerte.

También mortal de necesidad fue el tercer impacto de bala que recibió, que le alcanzó la parte posterior de la cabeza y que, ha explicado el perito, provocó «terribles efectos» en el cerebro.

Alija considera que unos cinco minutos después de recibir el primer disparo perdió la consciencia, y que su agonía duró unos diez minutos por lo que su fallecimiento se produjo sobre las 17.25 horas del 12 de mayo del 2014.

Los móviles coloan a las tres acusadas cerca de Carrasco

En la jornada de este miércoles del juicio también han declarado peritos de la Unidad Central de Inteligencia Criminal del Ministerio del Interior, que han afirmado que detectaron «numerosas coincidencias espacio-temporales» entre el teléfono de Isabel Carrasco y los de las tres acusadas del crimen.

Dos expertos han cerrado la decimocuarta jornada del juicio que se sigue en la Audiencia de León por el asesinato de Isabel Carrasco, con la exposición de un informe que las defensas de las acusadas rechazan por contener a su juicio numerosos errores de bulto.

Según han expuesto, las cuatro mujeres -la víctima y las tres acusadas- llegaron a estar en lugares próximos en diversas ocasiones hasta en diez días del mes anterior a su asesinato, según se desprende del rastreo de sus teléfonos móviles a partir de los datos facilitados por las respectivas operadoras. No obstante, han reconocido que dichos rastreos arrojan un margen de error considerable, ya que no son tan precisos como un GPS.

«Todo el mundo conocía a Triana»

El presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, ha asegurado que en esta institución «todo el mundo» conocía a Triana Martínez -una de las acusadas por el asesinato de Isabel Carrasco-, «porque estaba en todas partes».

«En esta casa la conocía todo el mundo porque solo había una persona que ocupara ese puesto de telecomunicaciones», ha asegurado Martínez Majo en rueda de prensa cuando ha sido preguntado por este asunto en el juicio por el crimen de Isabel Carrasco que se celebra en la Audiencia de León.

Además, ha confirmado que su gestoría llevaba la documentación fiscal de la hija de la asesina confesa de su antecesora en la Diputación y presidenta provincial del PP. Martínez Majo ha salido así al paso a la referencia que se hizo a su gestoría y a la relación que mantenía con Triana Martínez durante el juicio que se celebra en la Audiencia de León por este crimen. Martínez Majo ha admitido que gestionaba la documentación fiscal de Triana «desde hacía 10 años».

Ha afirmado que le «da la risa» cuando «ahora» escucha «que a esa señora nadie la conoce en esta casa». «Los políticos nos conocemos y a Triana la conocíamos todos porque estaba en todas partes. En esta casa la conocía todo el mundo porque solo había una persona que ocupara ese puesto de telecomunicaciones», ha recalcado.

Isabel Carrasco, que también era la presidenta del PP en León, fue tiroteada cuando atravesaba una pasarela peatonal sobre el río Bernesga para dirigirse a la sede de su partido en el Paseo de Salamanca. La Policía detuvo veinte minutos después a Montserrat González y a su hija Triana Martínez, gracias a la colaboración de un agente de policía jubilado que presenció la agresión y siguió a la primera.

Treinta horas, la policía local Raquel Gago entregó en la Comisaría de León el arma homicida y explicó que la había encontrado en su coche sin saber cómo había llegado hasta allí, aunque suponía que le había dejado en el vehículo su amiga Triana Martínez, con quien, según declaró, se encontró «casualmente» en la calle minutos después del crimen.

Montserrat González declaró ante el tribunal que es la única responsable de la muerte de Isabel Carrasco y admitió que estaba «obsesionada» con ella porque había echado a su hija de la Diputación de León e igualmente consideraba que había cercenado su carrera política en el seno del PP.