El cuñado de Torres deja el banquillo a cambio de testificar contra la infanta

La Voz

ESPAÑA

Ballesteros | EFE

Miguel Tejeiro era secretario del Instituto Nóos y hacía las declaraciones de la renta de Urdangarin y de Cristina de Borbón

05 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El futuro procesal de Cristina de Borbón se nubla por momentos a cuenta de los pactos de última hora antes de que el martes se reanude el juicio del caso Nóos con ella en el banquillo. La infanta se tendrá que enfrentar a un testigo de cargo que declarará contra ella para salvarse de una posible larga estancia en la cárcel. Se trata de Miguel Tejeiro, el cerebro fiscal del entramado Nóos, que ha conseguido que la acusación popular de Manos Limpias retire los cargos contra él a cambio de que ponga contra las cuerdas a la esposa de Iñaki Urdangarin. Y lo hará gracias a los supuestos amaños que él mismo confesará que hizo, a petición de la imputada y su esposo, en sus declaraciones de Hacienda para tratar de camuflar los presuntos fraudes a través de Aizoon, la sociedad del matrimonio Urdangarin-Borbón.

Tejeiro, exsecretario del instituto que dirigían Urdangarin y Diego Torres, se librará del banquillo de los acusados porque era Manos Limpias la única parte que lo acusaba, y reclamaba para este abogado, cuñado de Torres, once años de cárcel por tráfico de influencias, prevaricación, falsedad, fraude a la administración, estafa y blanqueo.

Tirar de la manta

El pasado miércoles, Manos Limpias solicitó en la Audiencia de Palma el sobreseimiento provisional de la causa respecto a Tejeiro sin dar más explicaciones. Era el final de una negociación que se aceleró después de que el pasado viernes el tribunal confirmara la legitimidad de Manos Limpias para pedirle cárcel. El acuerdo es simple. El asesor se libra de la acusación y a cambio, ya como testigo, tira de la manta para apuntalar la tesis de que la infanta colaboró de forma activa en los dos fraudes que se imputan a su marido, 337.138 euros. Y que lo hizo dando instrucciones, junto a él, para que se elaboraran declaraciones ad hoc a fin de que casaran los números de Aizoon.

La investigación le situó como cerebro de la táctica de cotizar como impuestos de sociedades de Aizoon y no de IRPF los trabajos de asesoría de Urdangarin, los fraudes en los que habría colaborado la infanta. Miguel es el segundo Tejeiro que se convierte en arrepentido. Su hermano, Marco Antonio, contable de Nóos, logró que la Fiscalía redujese su petición de cárcel a dos años tras revelar que participó en el ardid que Urdangarin y Torres orquestaron para lograr contratos públicos usando la imagen de la Casa Real y montando falsas empresas para llevarse millones de euros. 

Matas busca un pacto y dice que fue víctima de Urdangarin

El expresidente balear Jaume Matas, que se enfrenta a once años de cárcel, está intentando llegar a un pacto con las acusaciones para reducir su pena a cambio de una confesión. Un texto en el que, el expolítico del PP solo reconoce haberse reunido con Iñaki Urdangarin durante un partido de pádel en Zarzuela. En su escrito Matas, básicamente, se autoexculpa y se presenta como víctima del cuñado del actual rey. 

De momento, su «arrepentimiento» poco tiene que ver con la confesión de Miguel Tejeiro, cuya posición tiene «especial valor», explican fuentes del caso, ya que en la causa hay varios documentos incautados en el bufete de asesoramiento fiscal Medina Tejeiro, el despacho que llevaba el entramado fiscal de Nóos, que prueban que Miguel Tejeiro hizo las declaraciones de Hacienda de Cristina de Borbón para que no hubiera desfases con las cuentas que presentaba su marido, propias y a través de Aizoon. En un correo electrónico, del 20 de junio del 2007 pero referido al ejercicio fiscal del 2006, Tejeiro envió a un tercero las declaraciones del matrimonio. En otro papel manuscrito aparece el nombre de la infanta junto a la cifra 120.000 y el de Urdangarin con ingresos por 500.000 euros: 200.000 de Telefónica y 300.000 de Global. A Tejeiro también se le incautaron documentos fiscales de Aizoon, algunos del 2007 y 2008, cuando se cometieron los delitos de los que se acusa a Cristina de Borbón.