Recuperando el tono serio, Sánchez ha recalcado que ese entendimiento tiene que basarse «en la confianza» y ha asegurado que las conversaciones, cuando se produzcan, serán «con luz y taquígrafos», e incluso «por streaming», retransmitidas en directo por internet. «No tengo ningún problema, al contrario, encantado de que se hagan (de esta manera), porque así los españoles verán cómo el PSOE está en lo concreto, en las políticas y en resolver los problemas de la gente y no tanto en los sillones», ha dicho.
Además, se ha mostrado convencido de que su partido le daría el visto bueno para conformar este gobierno, porque el PSOE ya ha dejado claro, en la resolución que aprobaron de manera unánime en el Comité Federal del pasado 28 de diciembre, que lo que quieren es que el PP y Rajoy deje el gobierno y se abra camino un gobierno progresista y reformista.
Dice que está cumpliendo con el mandato del PSOE
Preguntado por la condición que fijaba esa resolución para no mantener conversaciones con partidos que defiendan la autodeterminación, Sánchez se ha mostrado convencido de que las negociaciones con Podemos cumplirían ese requisito. Sánchez ha asegurado que está dando los pasos que le pidió el Comité Federal y está «cumpliendo» con la resolución. También ha dicho que no buscará el apoyo de partidos indepedentistas para su investidura, pero no ha querido comentar las palabras de algunos dirigentes de su partido, como el presidente de Aragón, Javier Lambán, rechazando también una colaboración «pasiva», con una abstención.
Y tampoco ha valorado las exigencias de PNV para negociar, pidiendo un nuevo estatuto para el País Vasco basado en el derecho a decidir y cambios en la política penitenciaria. Sánchez ha recalcado que su manera de actuar durante los últimos meses, y su apoyo a la legalidad junto a Rajoy en respuesta al proceso independentista en Cataluña, demuestran cuáles son sus «prioridades».
La llegada a Zarzuela
Con un «¿Qué tal, Pedro?», Felipe VI se ha dirigido sonriente a su invitado en el salón de audiencias para estrecharle muy cordialmente la mano, un saludo al que Sánchez, con traje y corbata azul oscuros, ha contestado con un «¿Qué tal, señor?» igualmente sonriente.
Sánchez, que ha llegado al palacio cinco minutos antes de mediodía, ha posado junto al rey tras los saludos para los medios gráficos mientas ambos intercambiaban breves comentarios distendidos e, instantes después, el jefe del Estado ha invitado al líder socialista a acompañarle a su despacho para mantener allí la reunión.
Aunque habrá de ser Felipe VI quien comunique al presidente del Congreso tras la ronda de consultas el nombre del candidato que se someterá a la sesión de investidura, nadie duda ya que será Mariano Rajoy, de modo que Sánchez aún no ha iniciado contactos para intentar formar gobierno porque, según ha argumentado su partido, «es muy respetuoso con los tiempos».
El PSOE ha precisado que, una vez que la investidura de Rajoy sea rechazada en el Congreso, su secretario general hablará tanto con Podemos e IU como con Ciudadanos, pero en ningún caso tratará de formar gobierno «a cualquier precio» y siempre dialogará sobre propuestas, no sobre «una suma aritmética de escaños».
Sánchez ha llegado a la Zarzuela minutos después de que abandonara la residencia oficial del rey el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quien ha abierto este viernes la agenda de reuniones del jefe de Estado en la última jornada de su ronda de consultas con los partidos políticos parlamentarios.
El encuentro del monarca con Rajoy previsto para las 17:00 horas cerrará la ronda de consultas y, tras esta reunión, Felipe VI habrá de convocar al presidente del Congreso, Patxi López, para comunicarle el nombre del candidato que debe someterse a la votación de investidura, si bien es aún pronto para saber cuándo tendrá lugar esa comunicación.