El líder de Podemos rompe los tiempos, adelantando al rey y a la prensa que quiere ser el vicepresidente de un Gobierno presidido por el PSOE y en el que también estaría IU. El socialista, que se enteró de la oferta por Felipe VI, le entra al juego y accede a negociar cuando fracase la investidura de Rajoy
Llevaba unos días medio desaparecido, como si estuviera velando armas para el golpe de efecto que ha asestado y que se podría resumir en tres titulares: Pablo Iglesias toma la iniciativa. Pablo Iglesias ofrece un pacto de Gobierno a Pedro Sánchez. Pablo Iglesias quiere ser vicepresidente.
Muchos preveían un discurso más bien ambiguo y sin demasiadas pistas de los planes que tenía en la cabeza el líder de Podemos, y se han encontrado con un misil informativo dirigido directamente a la sede del PSOE y al despacho de Pedro Sánchez, que sólo algunos habían siquiera sospechado.
Hay quien dice que Pablo Iglesias ha ofrecido un acuerdo al PSOE para que salga adelante y haya un Gobierno de «cambio». Otros para que fracase y sean inevitables nuevas elecciones generales, donde espera adelantar a los socialistas. Cuentan que Pablo Iglesias tenía pensado regalar al rey unos capítulos de Borgen, una serie danesa sobre intrigas políticas y líos de despachos. En la ficción, la primera ministra del país es la líder del tercer partido más votado, igual que Iglesias.