Dos de cada tres gallegos consideran buena la pérdida de fuerza del binomio PP-PSOE y acogen positivamente la irrupción de los emergentes, más por Ciudadanos que por Podemos
10 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Una de las grandes novedades de las elecciones del pasado 20 de diciembre fue la fuerte erosión del bipartidismo. El PP y el PSOE, que en la pasada legislatura disponían del 84,5 % de los parlamentarios fruto del 73,39?% de los votos, solo consiguieron un 50,73 % de las papeletas. Es decir, perdieron un tercio de los votantes. Un resultado histórico que los gallegos saludan con optimismo. Prácticamente dos de cada tres encuestados consideran que la pérdida de fuerza del bipartidismo es positivo o muy positivo para la política española.
La diversificación de la representación política conlleva la irrupción de Podemos y Ciudadanos como fuerzas alternativas. Un cambio que también es muy valorado por los gallegos. Con un matiz apreciable. A pesar de que En Marea, la coalición tripartita en la que se incluía la formación de Pablo Iglesias, obtuvo en Galicia más del doble de votos que la candidatura de Ciudadanos, la entrada de este último partido es mejor valorada que la de Podemos. Mientras que a un 61,6 % de los gallegos le parece positiva o muy positiva la aparición del partido de Albert Rivera en el mapa político, el porcentaje de ciudadanos que tienen la misma opinión del de Pablo Iglesias es algo menor, del 55,1 %. Dicho de otra manera, uno de cada tres encuestados (33,2 %) califica de negativa o muy negativa la presencia del partido morado. Un rechazo muy superior al que genera la formación de Rivera, que es solo del 20,1 %.
Ruptura generacional
El análisis de los resultados electorales había mostrado ya una ruptura generacional entre quienes apoyan a los partidos clásicos (PP y PSOE) y los que están con los emergentes. Una división que se refleja claramente en la encuesta de Sondaxe. La satisfacción por la pérdida de fuerza del bipartidismo es especialmente reseñable entre los menores de 54 años, y de manera aún más destacada entre quienes no llegan a los 34. En la franja de edad de 18 a 34 años, un 79 % de los gallegos reciben con entusiasmo la caída del bipartidismo. En cambio, los mayores de 55 años están más divididos. Aunque en general también consideran positiva la diversificación política que se verá en el nuevo Parlamento, quienes la juzgan mala o muy mala con casi diez puntos más que la media de la población encuestada.
Ciudadanos más que Podemos
La valoración de Podemos y Ciudadanos abre también una significativa brecha según la edad de los entrevistados. La formación que lidera Pablo Iglesias es especialmente valorada entre los menores de 34 años (tres de cada cuatro consideran su aparición como algo positivo o muy positivo). Una apreciación que va disminuyendo a medida que se avanza en la edad de los encuestados, de manera que entre los mayores de 55 años es claramente negativa (un 45,4 % de los integrantes de este grupo de edad la juzgan mala frente a un 38,9 % que la valoran positivamente). En contraste, Ciudadanos alcanza su mejor valoración en el tramo de edad intermedio, entre 35 y 54 años. Dos de cada tres encuestados de esta edad consideran positiva o muy positiva la aparición del partido de Rivera. Una tasa que disminuye tanto entre los más jóvenes como entre los más mayores. Y a diferencia de lo que ocurre con el partido de Iglesias, las visiones positivas de la formación naranja son superiores a las negativas en todos los tramos de edad.
La pérdida de fuerza del bipartidismo es bien valorada por los electores de todas las formaciones políticas a excepción del PP. Como es previsible, los votantes de En Marea (94,2 %), Ciudadanos (71,7 %) y Nós (un 90 %), pero también los socialistas (59,2 %), son los que consideran positivo o muy positivo que el bipartidismo pierda la preeminencia que ha tenido a lo largo de la transición. En cambio, para los electores del PP es más negativa (44,1 %) que positiva (34,2 %).
En esta misma línea, dos de cada tres votantes del Partido Popular consideran negativa o muy negativa la aparición de Podemos. La valoración de la formación morada muestra claramente el distanciamiento ideológico del electorado respecto de esta fuerza política. Obviamente, el apoyo es prácticamente unánime entre los votantes de En Marea (98,3 %), y va disminuyendo progresivamente a medida que se avanza hacia la derecha en la escala ideológica.
La valoración positiva o muy positiva que recibe entre los votantes de Nós (75 %) baja hasta el 56,4 % entre los que dieron su apoyo en las urnas a los socialistas y se queda en un aprobado raspado (un 53,8 %) entre los votantes de Ciudadanos.