La CUP niega que tenga un preacuerdo con Junts pel Sí para la investidura en Cataluña

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Atlas TV

La formación antisistema incide en que lo que el partido de Artur Mas ha presentado es una propuesta que será votada en la Asamblea del domingo

23 dic 2015 . Actualizado a las 10:34 h.

Junts pel Sí, la coalición a la que pertenece Artur Mas, ha presentado una oferta a la CUP para alcanzar un acuerdo de investidura, en el que se incluye un plan de choque social con unas partidas presupuestarias para llevarla a cabo, un documento que la CUP someterá al voto de la Asamblea el próximo domingo.

La formación antisistema no ha hecho ninguna valoración de la propuesta planteada por la coalición de Convergència y ERC y ha considerado que el documento de Junts Pel Sí es una «aproximación» a las posiciones de la CUP.

En todo caso, el diputado Albert Botran ha recalcado que, aunque esta «propuesta de acuerdo hacia la independencia» ha emanado de las conversaciones entre JxSí y la formación antisistema, todavía no ha sido suscrito por la CUP como organización.

El documento solo será avalado por la CUP si es validado finalmente por el conjunto de la asamblea de la formación, que se reúne el domingo, 27 de diciembre en Girona.

Botran ha confirmado que se llevará el documento a esa asamblea porque «es nuestra obligación» y que lo harían con cualquier propuesta que les presentase JxSí. En todo caso, ha incidido en que la cúpula de la formación no se va a posicionar sobre la oferta ni va a intentar orientar el voto de los participantes en la asamblea porque, desde su punto de vista, toda opinión, discusión y votación pertenecen en exclusiva al conjunto de la asamblea.

Según él, los diputados «serán escrupulosos» en sus funciones de «intermediarios» y solo se limitarán a hacer «una exposición de cómo han ido las conversaciones» con JxSí, sin decirles a los participantes en la Asamblea si deben votar a favor o en contra de la propuesta.

Además, y a pesar del acercamiento de JxSí en este documento a las posiciones de la CUP, otro diputado de la formación antisistema, Benet Salellas, ha argumentado que la propuesta del partido de Artur Mas es «su esfuerzo de aproximación, no nuestro documento», de modo que no tienen ninguna obligación de aceptarla.

Durante la asamblea, los cuperos votarán sobre cuatro escenarios posibles: aceptar el acuerdo político y apoyar a Mas; rechazar ambas cosas y trabajar para buscar un candidato de consenso; apoyar a Mas pero rechazar el acuerdo político; y finalmente descartarlo todo y emplazar a JxSí a buscar apoyo en otros grupos del Parlament.

Un plan de choque social

La propuesta de Junts Pel Sí recoge varias medidas sociales presupuestadas con 270 millones de euros (un 1 % del presupuesto total), como aumentar la subvención de comidas para niños pobres, evitar el corte de suministro energético a hogares sin recursos o frenar los desahucios. También otras condiciones de la CUP, como paralizar y revertir la privatización sanitaria y suspender el proyecto urbanístico de BCN World. Pero no ceden en una de las principales reclamaciones de la CUP, la de buscar a un presidente alternativo a Artur Mas, al que consideran excesivamente conservador.

Según ha recalcado el diputado de Junts pel Sí Raül Romeva al presentar la «propuesta de acuerdo», el documento también incluye un «proceso constituyente hacia una república catalana» que se debe hacer, ha dicho, con «seguridad jurídica», además de un plan de choque social contra pobreza y desahucios.

Ha subrayado, además, que políticamente lo que se investiría «no sería un presidente, sino una presidencia», aunque ha admitido que desde el punto de vista legal no habría cambios y el Parlament elegiría un único presidente.

Sin embargo, Romeva ha incidido en que Mas no sería un presidente de un gobierno «autonómico», sino que lideraría junto con tres personas más -con toda probabilidad el mismo Romeva, Oriol Junqueras y Neus Munté- «una presidencia para la transición entre el estatus actual» y una «república catalana».

En caso de que la CUP aceptase las condiciones, antes de terminar el año podrían escoger a Artur Mas como presidente y este debería formar gobierno con el objetivo de desplegar un plan para declarar la independencia de Cataluña en un plazo máximo de 18 meses.