España paga miles de euros a un señor de la guerra por la embajada en Kabul

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

MOHAMMAD ISMAIL | Reuters

Exteriores se niega a revelar el alquiler, pero algunas fuentes lo cifran en 46.000 euros

19 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los Gobiernos del PSOE y del PP han pagado millones de euros a un señor de la guerra afgano por el alquiler del edificio que acoge la Embajada de España en Kabul, a pesar de conocer desde noviembre del 2009 por numerosos informes policiales que este complejo presentaba problemas muy graves de seguridad que no se podían subsanar, y que el traslado de la sede diplomática era la única solución para garantizar su protección.

El edificio, tal y como vaticinaban estos documentos redactados por los jefes de seguridad que pasaron por la misión diplomática en Afganistán, terminó siendo atacado la pasada semana por un comando terrorista que acabó con la vida de los agentes Jorge García Tudela e Isidro Gabino San Martín, y con otra decena de personas.

El Ministerio de Asuntos Exteriores, a pesar de las reiteradas peticiones durante los últimos días, se ha negado a facilitar las cifras exactas que el departamento ha desembolsado a Gul Haider, uno de los comandantes muyahidines que derrotó a los talibanes tras arrasar Kabul y que luego se apoderó de amplias zonas devastadas de la capital para sus negocios.

Haider no es solo el dueño de los tres edificios que componen el complejo atacado la pasada semana, también es suya la oficina donde se ubicó la agregaduría militar de España e igualmente es de su propiedad la lujosa residencia del embajador de España, con dos plantas, jardín y al lado del cuartel general de la OTAN en Kabul. La residencia del embajador sí se encuentra en la blindada zona verde de Kabul, donde se ubican la inmensa mayoría de las legaciones diplomáticas de los países occidentales y adonde los informes policiales recomendaban trasladar la misión diplomática española, sobre todo después de que en octubre del 2009 un ataque de los talibanes a una casa de huéspedes cercana a la embajada acabara con una decena de muertos e impactos de bala en el edificio de la embajada.

También obedecen a Gul Haider los muyahidines contratados como personal de seguridad exterior de la embajada.

Apoyo a la OTAN

Gul Haider perdió una pierna en la guerra contra los rusos al pisar una mina. Entonces, Ahmed Shah Masoud, el líder de la resistencia que derrotó al Ejército ruso, lo envió a Londres para que le pusieran una prótesis. Ahora asegura que apoya a la OTAN y a las tropas españolas.

Según diversas fuentes, el Gobierno socialista comenzó pagando en agosto del 2005, cuando se instaló la legación, por los servicios inmobiliarios de Haider cerca de 50.000 dólares al mes (unos 46.000 euros), una cifra que Exteriores ni desmiente ni confirma. El departamento que dirige José Manuel García-Margallo insistió ayer en que no facilitará datos sobre esos pagos a los medios de comunicación, a los que remite al Portal de Transparencia.

Fuentes conocedoras de las negociaciones con Haider aseguran que los pagos han continuado con regularidad, ya con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, cuando los informes policiales insistían en abandonar de inmediato el edificio del caótico barrio de Sherpur.

Acertada

Exteriores no entra en los pagos a Haider, pero defiende que la decisión tomada en el 2005 de ubicar allí la legación fue acertada. «En aquel momento, Kabul era una ciudad devastada tras la guerra con pocos edificios habitables. La elección de la zona se hizo en función a la representatividad y en aquel momento estaban todas las embajadas», apuntan.

Los portavoces del departamento de García-Margallo afirman que desde el 2010 el ministerio viene trabajando «sin éxito» en la búsqueda de una nueva localización segura, pero que el «mercado inmobiliario» en Kabul para este tipo de edificios es inexistente. Esta versión, sin embargo, contrasta con otras muchas fuentes consultadas, que coinciden en señalar que a partir del 2009, cuando comenzó a deteriorarse la situación de seguridad, la ONU y diversos países fueron sacando a su personal, dejando innumerables inmuebles vacíos y provocando una importante caída de precios en todo Kabul.

The Times, en noviembre del 2011, ya hizo un reportaje en sobre la crisis inmobiliaria en el barrio de Sherpur, en el que aseguraba que «decenas» de palacios habían quedado vacíos en la ciudad. Como ejemplo, el periódico británico aseguraba que el alquiler de una vivienda con 20 dormitorios, once baños y búnker había pasado de 16.000 a 10.000 dólares mensuales, una cantidad muchísimo inferior a la que vendría pagando el Gobierno español, que aún así nunca cambió la ubicación de su embajada.