El PSOE calienta la campaña al acusar a Rajoy de repartirse el botín de la corrupción

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

J.J.Guillen | EFE

Sánchez no coincidirá con Zapatero en ningún acto electoral

02 dic 2015 . Actualizado a las 11:36 h.

El PSOE va a plantear una campaña a cara de perro con Mariano Rajoy como objetivo a batir. Quiere que se visualice que las elecciones generales son una lucha entre dos para ocupar la Moncloa y a no a tres como pretende Albert Rivera y señalan las últimas encuestas publicadas. Una de las principales armas que utilizará será vincular directamente al presidente del Gobierno con los casos de corrupción que han afectado a los populares durante los últimos años. Cree que ese es un terreno que le favorece y no que Cataluña o el yihadismo ocupen el centro del debate, porque ahí es más difícil buscar la confrontación.

Corrupción sistémica

Los socialistas pretenden calentar la campaña antes incluso de que comience. Así lo hizo el martes el secretario de Organización, César Luena, quien acusó a Rajoy de haber sido «uno más de los del PP que se han repartido el botín» de la corrupción, que calificó es «sistémica y cultural». Además ligó el lema que han escogido los socialistas para la campaña, Un futuro para la mayoría, con los escándalos de corrupción, ya que aseguró que ese futuro supone que «haya limpieza y para eso hay que erradicar la corrupción». «¿Rajoy conoce al que rompió el ordenador a martillazos? Yo le digo a Rajoy y al que rompió el ordenador a martillazos que la memoria de toda la sociedad no se rompe a martillazos. Eso es imposible», aseguró Luena.

Solo un paréntesis

«Termina la legislatura de las mentiras, la corrupción y la desigualdad, queremos que empiece la de la limpieza, la justicia y la igualdad», señaló el secretario de Organización, en lo que podría considerarse una síntesis de la táctica que va a seguir Sánchez hasta la cita con las urnas. «Los cuatro años de Rajoy tienen que ser un paréntesis y aprender para no repetir», añadió.

El PSOE tirará de sus exlíderes en la campaña. Los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero darán cuatro mítines cada uno, mientras el exsecretario general Alfredo Pérez Rubalcaba participará al menos en ocho. De momento solo se ha cerrado que Sánchez coincida con González el martes 15 de diciembre en Badajoz, pero no con sus dos antecesores en el cargo del partido. Sin embargo, Luena no descartó que finalmente el secretario general intervenga en algún acto con Zapatero, a quien dedicó grandes elogios en el debate a tres que mantuvo con Rivera y Pablo Iglesias. Susana Díaz sí tiene confirmado un mitin con Zapatero y cerrará la campaña con González en Sevilla.

Tres mítines en un día

Sánchez comenzará la campaña el jueves en la localidad madrileña de Getafe, al día siguiente estará en Barcelona y desde allí iniciará un periplo que le llevará por 13 comunidades autónomas. Tan solo excluirá de su itinerario Canarias, Cantabria y Navarra y aún está por cerrar una intervención en Castilla y León. El martes 8 estará en A Coruña. El último día de la campaña celebrará tres mítines, en Zaragoza, Barcelona y Madrid.

En su primer vídeo de campaña, el PSOE pregunta a los españoles qué quieren para la próxima legislatura y, tras escuchar sus deseos de trabajo, una mejor educación y un gobierno sin corrupción, Sánchez promete «derechos, oportunidades y libertades» y asegura que su objetivo es «gobernar para dar un futuro a la mayoría». En el vídeo los socialistas recurren a ciudadanos anónimos para preguntarles qué le piden a los próximos cuatro años. Hombres y mujeres de todas las edades exponen cuáles son sus anhelos.

Por otra parte, Luena criticó duramente la ausencia del presidente en los debates a cuatro. «Rajoy no tiene problema con los debates, tiene un problema con la democracia», le reprochó y le recordó que desde 1978 el PP ha ido «detrás y a rebufo» de la sociedad española en avances democráticos. El portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, dio a Sánchez como ganador del debate por su «solvencia presidencial» y a Rajoy como «el gran perdedor», al que acusó de hacer lo mismo que ha hecho durante toda la legislatura, huir.