Arran, la organización juvenil de la CUP, rechaza investir a Artur Mas

La Voz EFE | EUROPA PRESS

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Este nuevo no de una de las organizaciones integradas en el partido antisistema hace temer a algunos dirigentes una posible «fractura» del partido

25 nov 2015 . Actualizado a las 21:49 h.

La organización juvenil independentista Arran, integrada en la CUP-Crida Constituent, ha emitido un comunicado de rechazo a la investidura de Artur Mas por ser un «freno» para el independentismo y «sinónimo» de «impunidad ante la corrupción», «recortes» y «precariedad de las clases trabajadoras».

Arran entra así en un debate abierto ya públicamente por otras organizaciones integradas en la CUP, como Endavant y Poble Lliure, que de cara a la asamblea que la formación antisistema celebrará este domingo ya mostraron diferencias respecto a la posibilidad de investir a Mas, un asunto sobre el que algunos dirigentes del CUP admiten que puede «fracturar» al partido.

La organización juvenil Arran ha publicado así una nota bajo el título «¡Hasta nunca, Mas!» en la que se alinea con Endavant a la hora de rechazar la investidura de Mas. En un tono duro, Arran ha lamentado «el clima de ataques y presiones sobre la CUP y todo el movimiento de la izquierda independentista y de la unidad popular».

«Para nosotros el concepto de independencia va mucho más allá de la construcción de un nuevo Govern dentro de una república catalana, de hecho se aleja. Queremos desvincular este término del señor Artur Mas porque él no hace aumentar la base popular del independentismo, al contrario, es un freno», han señalado desde Arran.

Para la organización juvenil, «hay que alejar la poltrona presidencial de quien ha liderado los recortes más antisociales, de quien ha procurado ocultar la histórica corrupción de la burguesía catalana detrás de una estrella azul (símbolo independentista), del que ha apostado siempre por las empresas antes que por las personas».

«Porque Mas no es ni puede ser sinónimo de independencia. Mas quiere decir impunidad ante la corrupción y los corruptores, quiere decir interés del capital y la banca, significa austeridad y recortes en sanidad y educación, significa injusticia de clase, mordaza y represión (...) pero sobre todo significa precariedad, miseria y menos derechos sociales y laborales para la clase trabajadora y popular», ha concluido Arran, que subraya: «No cederemos a las presiones de la burguesía». 

«La gente no votó que JxSi tiene que acatar las decisiones de la CUP»

Por su parte el presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, ha advertido de que las elecciones catalanas dieron a JxSí y no a la CUP el liderazgo para formar Govern: «Que las decisiones las tome la CUP y JxSí vaya detrás de la CUP en estas decisiones no es lo que votó la gente». En una entrevista en Catalunya Ràdio este miércoles recogida por Europa Press, preguntado si el sector económico le ha hecho llegar esa opinión, ha asegurado: «Esa es la lectura que hace muchísima gente, y el primero, yo». Mas ha afirmado que si se altera esta lógica durante las negociaciones se «perjudicará gravemente» al proceso soberanista, ya que ha considerado que mucha gente que ahora lo apoya dejará de hacerlo.

El presidente catalán ha asegurado que JxSí «explicará con más detalle en los próximos días» la oferta de estructura de Govern que se le ha hecho a la CUP, y ha detallado que será antes de la semana que viene. Ha añadido que se les ha ofrecido entrar en el Govern de la próxima legislatura si hay acuerdo, pero lo han rechazado: «No tendría ningún inconveniente para que entren, pero también entiendo que digan que no».

Sobre la posibilidad de que la investidura se produzca antes de la campaña de las elecciones generales, como ha dicho que desea, ha apuntado: «No lo veo del todo imposible pero no tengo ninguna seguridad de que se pueda resolver antes» de esa fecha. Mas ha sostenido que JxSí está haciendo «todo lo posible para evitar las elecciones, pero no se pueden evitar a cualquier precio», y ha recordado que el plazo para investir presidente acaba el 10 de enero.

Sobre el nuevo partido en el que CDC se convertirá a partir del año que viene, Mas ha asegurado que se trata de materializar el proyecto convergente impulsado en el 2007 de la Casa Gran del Catalanisme, «que ya era esa idea», y ha abogado por crear una marca que se convierta en el mainstream del soberanismo. Para ello ha reiterado que quiere contar con socialdemócratas y socialcristianos, y ha apuntado a Demòcrates de Catalunya -la escisión de Unió-, Reagrupament y personas «del mundo socialista».

Preguntado por si el nuevo partido podría presentarse a unas eventuales elecciones catalanas anticipadas en marzo, ha dicho que deben hacer un «esfuerzo para ir deprisa en lo que tiene que ser el nacimiento, pero no es un tema solo de las elecciones del 2015», y debe consolidarse como un proyecto a 20-30 años vista.