Bruselas recuerda a los secesionistas que Cataluña quedaría fuera de la UE

R. C. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Saúco Fernández

Los presidentes autonómicos salen en tromba en defensa de la legalidad

10 nov 2015 . Actualizado a las 09:21 h.

Ni en Europa, ni entre el resto de los presidente autonómicos, ni entre los empresarios ni entre los sindicatos encontró ayer apoyo la resolución soberanista impulsada por Junts pel Sí (JxS) y la CUP. Al contrario, cuanto más tensa está la cuerda independentista, más son las voces que se alzan contra el proyecto. La Comisión Europea insistió ayer en que una Cataluña independiente quedaría fuera de la Unión. «Si un territorio de un Estado miembro se independiza de un Estado miembro saldría de la Unión Europea, dado que los Tratados de la Unión se le dejarían de aplicar y debería volver a solicitar la adhesión al club». Esta es la idea, más bien el dogma, que desde el 2004, con Romano Prodi en la Comisión, Bruselas lanza ante cualquier desafío soberanista en su seno y que fue reiterado ayer por el portavoz de Jean-Claude Juncker, Margaritis Schinas. «No cambiamos nuestros mensajes en función de los acontecimientos. La política de la institución es bien conocida desde hace muchos años», sostuvo Schinas, que evitó pronunciarse sobre la declaración independentista porque la Comisión «no comenta cuestiones que se refieren al orden constitucional interno de los Estados miembro».

«Una locura»

Menos diplomáticos se mostraron los presidentes autonómicos, que, con pocos matices, criticaron a Mas. «Espero que se cumpla la legalidad, creo que es lo que queremos todos los españoles y estoy segura de que se va a hacer cumplir», aseguró la madrileña Cristina Cifuentes (PP), en un discurso que reiteraron otros como el murciano Pedro Antonio Sánchez (PP), que auguró a los soberanistas «una posibilidad de éxito cero».

Más drástico aún fue el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), que calificó la declaración del Parlament como «una locura» y acusó a Mas de «querer pasar a la historia como el hombre que se inmoló por la independencia de su tierra». También utilizó la palabra «locura» el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara (PSOE), que mostró todo su apoyo a las medidas que ponga en práctica el Gobierno de Mariano Rajoy. La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, reclamó la unidad de todas las fuerzas en defensa de la Constitución para evitar que se consume «un atentado a la democracia». «Fuera de la ley y la Constitución, lo que hay es barbarie y, en este caso, un disparate y una barbaridad», remachó Díaz.

Suaves en las formas aunque contundentes en el fondo se mostraron los jefes del Ejecutivo en la Comunidad Valenciana y en Baleares. El presidente valenciano, Ximo Puig (PSOE), resaltó que «hay que hablar y recuperar un diálogo permanente para resolver esta situación de desafección», pero a la vez tildó el proceso soberanista de «falacia» y opinó que «es un camino que no conduce a ninguna parte». La presidenta balear, la también socialista Francina Armengol, reclamó «diálogo» y abogó por una reforma constitucional que abra la puerta a un Estado claramente federal que respete las nacionalidades» al asegurar que el texto del 78 «fue muy bueno pero ha llegado a su término«.

Ni siquiera el PNV respalda el desafío. Su presidente, Andoni Ortúzar, señaló que «estamos perdiendo el tiempo y crispando a unas sociedades, tanto la catalana como la española, que no se lo merecen».

La prensa internacional. «Una nueva fase potencialmente peligrosa»

La prensa extranjera se hizo eco ayer también de la votación de la resolución secesionista en el Parlamento catalán. En general, los medios hablan de «desafío» al Gobierno de España (la agencia norteamericana AP) y de «confrontación» entre Madrid y Barcelona. «Las tensiones podrían escalar pronto fuera de control», advierte The Times

«La campaña independentista catalana camina hacia una nueva fase potencialmente peligrosa», advierte The Financial Times por la pluma del corresponsal Tobias Buck. Un artículo en el londinense The Guardian puntualiza que el Gobierno español recurrirá al  Constitucional la resolución para que sea invalidada, pero también recoge que la propia resolución detalla que el proceso no estará sujeto a las decisiones de las instituciones españolas. Le Monde publica que el Parlamento catalán adoptó ayer una resolución para iniciar el proceso de creación de una república catalana independiente de España en el 2017. Y contextualiza que los independentistas disponen de la mayoría absoluta en el nuevo Parlamento, aunque no obtuvieron la mayoría absoluta de votos  (47,8 %), «pero creen disponer de un apoyo suficiente para lanzar el proceso de independencia». 

«Cataluña: el Parlamento lanza la ruptura con España», titula Le Point para analizar con detalle la sesión de ayer, los años de tensión entre el Ejecutivo catalán y el central, que la «cuestión catalana» domina el debate para las generales del 20D y de que «los independentistas tienen un punto débil que podría impedir sus deseos: la ausencia de acuerdo sobre el presidente de la región, la extrema izquierda rechaza a Artur Mas, un conservador».