Detenida una banda que empleaba a paquistaníes como semiesclavos en kebabs españoles

EFE

ESPAÑA

CAPOTILLO

Como mecanismo para pagar sus deudas, los inmigrantes no recibían salario, no tenían vacaciones y trabajaban largas jornadas en condiciones abusivas

03 nov 2015 . Actualizado a las 17:25 h.

Una operación entre fuerzas de seguridad de España y Polonia ha culminado con la detención de 29 presuntos traficantes de inmigrantes paquistaníes que eran empleados en condiciones de semiesclavitud en restaurantes de kebab en España, informó este martes la Oficina Europea de Policía (Europol).

Esta operación contra el tráfico de inmigrantes y la trata de seres humanos, bautizada como Shafat-Turkeba y coordinada por Europol, se llevó a cabo el 24 y el 25 de octubre y contó con la participación de 365 agentes de España y Polonia.

El objetivo era un grupo de delincuencia organizada paquistaní que facilitaba el acceso de ciudadanos de su país a la Unión Europea por las rutas que cruzan el mar Mediterráneo de Libia a Italia y de Turquía a Grecia.

«Los inmigrantes, que eran tratados como objetos, pagaban en torno a 14.000 euros a la red criminal para su traslado a Europa. A cambio, les ofrecían plazas en botes que muchas veces no eran aptos para navegar y cruzaban el Mediterráneo», explicó Europol.

La banda ofrecía «paquetes» a los inmigrantes con documentos falsificados para pedir permisos de residencia, a menudo ligados a ofertas de empleo «falsas» para trabajar en restaurantes de kebab en España, donde eran explotados laboralmente y estaban en condiciones de semiesclavitud para pagar las deudas contraídas.

La investigación dio comienzo cuando las autoridades policiales españolas conocieron la existencia de una red criminal que explotaba a paquistaníes. «Los inmigrantes irregulares no recibían salario, no tenían vacaciones o prestaciones de seguridad social y trabajaban largas jornadas en condiciones abusivas» como forma de pagar sus deudas con la banda, tanto del viaje como de los documentos falsificados que les daban, afirmó Europol

Durante la operación se llevaron a cabo 60 inspecciones de restaurantes dirigidos por miembros de la red criminal y 51 registros domiciliarios (23 en España y 28 en Polonia).

Europol indicó que «gran cantidad de pruebas» fueron recogidas durante la operación, entre ellas documentación, el equipo utilizado para la preparación de documentos falsificados y dispositivos de comunicación.

Por parte española, participaron la Guardia Civil y la Policía Nacional, que colaboraron con la Guardia de Fronteras de Polonia respaldadas por el Equipo Operativo Conjunto de Europol (JOT), Mare.

La agencia europea señaló que la organización criminal invertía parte de los beneficios en abrir nuevos restaurantes en diferentes provincias españolas, donde también se explotaba a inmigrantes.

«Las ganancias ilegales restantes eran mandadas de vuelta a Pakistán a través de envíos de dinero, suplantando la identidad de los inmigrantes explotados sin su consentimiento», detalló.

Añadió que la parte española de la organización estaba en estrecho contacto con otra parte de la banda con sede en Polonia, donde utilizaba una red de empresas para obtener fraudulentamente permisos de trabajo y residencia mediante la presentación de documentos y declaraciones falsas.