Hallan los cuerpos de los tres militares en la cabina del helicóptero caído en el Atlántico

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Los buzos confirman que los tres militares están en la aeronave aunque las malas condiciones del mar no han permitido izarla

29 oct 2015 . Actualizado a las 22:58 h.

Los equipos de rescate han hallado los cadáveres de los tres militares en la cabina del helicópero Super Puma que cayó al Atlántico el pasado jueves, según ha informado RNE. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha confirmado que los buzos de la Armada han localizado esta tarde dentro de la cabina del aparato los cuerpos de los tres tripulantes, según informa EFE.  En una breve comparecencia sin preguntas, Morenés ha explicado que el juez militar encargado del caso le ha comunicado a las 19:07 horas el hallazgo de los tres cuerpos. A bordo de este Superpuma del Servicio Búsqueda y Rescate (SAR) del Ejército del Aire volaban el capitán José Morales Rodríguez, el teniente Saúl Lopez Quesada y el sargento Jhonander Ojeda Alemán.

Morenés ya ha transmitido la noticia a las tres familias, al rey y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y ha dado instrucciones para que a partir de ahora se de prioridad en los trabajos de búsqueda a la seguridad. El ministro ha subrayado que las condiciones del mar en esa zona, situada a 74 kilómetros del Sahara Occidental, son «malísimas», por lo que se intentará acceder a la cabina del helicóptero cuando existan garantías de recuperar los cuerpos. Una vez que los cadáveres se encuentren a bordo del buque de acción marítima Rayo, que coordina las operaciones sobre el terreno, serán trasladados al puerto de Las Palmas.

La cabina fue hallada ayer a 40 metros de profundidad, pero el mal estado del mar no permitió su izado. Ayer Defensa tuvo que desmentir a través de Twitter el hallazgo de los cuerpos e

Este hallazgo pone fin a una semana de especulaciones sobre el paradero de los tres militares. Primero se informó de que estaban vivos y habían sido rescatados por un barco marroquí, pero tras 24 horas en paradero desconocido, el ministerio de Defensa admitió que no sabían donde estaban y que mantenían todas las hipótesis abiertas, incluso que se hubiesen hundido con la cabina del helicóptero o que hubiesen sido secuestrados

Los tres militares regresaban a la base de Gando a bordo de un Super Puma del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) del Ejército del Aire tras participar en unos ejercicios de entrenamiento en Senegal cuando la aeronave desapareció de los radares. Sufrieron un accidente, cuyas causas se desconocen, cuando sobrevolaban el Atlántico, a 518 kilómetros de Gran Canaria y 74 de Marruecos. A bordo iban el capitán José Morales Rodríguez, el teniente Saúl López Quesada y el sargento Jhonander Ojeda Alemán, y tras conocerse que se había perdido el rastro de los tripulantes, a las pocas horas el ministerio de Defensa y el Ejército del Aire anunciaron a través de Twitter  que los tres hombres habían sido hallados vivos y se encontraban a bordo de una patrullera marroquí (que más tarde pasó a ser un pesquero) y se dirigían al puerto de Dakhla. 

La gestión del ministro de Defensa, Pedro Morenés, y de su gabinete ha sido muy cuestionada a lo largo de la última semana. Tras un día sin saber dónde estaban los tres militares que supuestamente habían sido rescatados, el ministro se desplazó a Gran Canaria para comparecer y seguir las labores de búsqueda desde allí. 24 horas después afirmó que había habido una comunicación errónea por parte de Marruecos sobre el rescate de los tres militares, que desconocían el paradero de los militares y mantenían todas las hipótesis abiertas, desde que estuviesen a bordo de un pesquero incomunicados o que se hubiesen hundido en el mar con la cabina del helicóptero, como finalmente ha ocurrido tras el hallazgo de este jueves. 

El domingo Pedro Morenés se vio obligado a admitir que en Defensa contemplaban la posiblidad de un secuestro, una hipótesis sobre la que existían rumores desde el viernes, aunque no la consideraba «la más plausible». Además añadía que había detalles que no podía revelar, porque el Juzgado Togado número 52 de Las Palmas había decretado el secreto de sumario en las investigaciones.

Mientras tanto las familias de los militares, con las que Morenés han mantenido varias reuniones con los allegados para informarles de cómo transcurrían las operaciones de búsqueda, han intentado aferrarse a la hipótesis del secuestro. «Puede ser que (el que los tenga retenidos) sea el barco que los rescató o que un barco pirata les abordara después», afirmaba el padre del  sargento Johnander Ojeda. «El helicóptero hizo un amerizaje normal: las palas están bien, no entraron en contacto con el agua, el aparato estuvo bastante tiempo en superficie, estaban los flotadores abiertos. Todo hace pensar que fueron rescatados», explicaba. 

Precisamente Johnander Ojeda había logrado salvarse en un accidente similiar ocurrido el 20 de marzo del 2014, donde él fue el único superviviente. Los otros militares que viajaban con él perecieron a 46 kilómetros al suroeste de Fuerteventura. Uno de ellos era el gallego Daniel Pena Valiño, que era el capitán del helicóptero, donde además viajaban la teniente Carmen Ortega, de Granada; el teniente Sebastián Ruiz, de Cádiz, y el sargento mecánico Carlos Caramanzana, de Valladolid. Los cuerpos no fueron rescatados ya que el helicóptero se encontraba a más de 2.000 metros de profundidad.

Las labores de búsqueda han sido especialmente complicadas y se han movilizado varios barcos y medios aéreos, además de los buzos de la Armada. Este martes el perímetro de búsqueda se ampliaba y el miércoles la Armada tenía que tomar medidas de protección por la presencia de tiburones en la zona, con la incorporación de un tirador de élite a bordo de la lancha en la zona de inmersiones para protegerlos de los escualos. Todo ello unido a las malas condiciones en el mar.