Fernando Grande-Marlaska: «Una Justicia tardía deja de ser Justicia, daña más que beneficia»

M. Cheda SANTIAGO / LA VOZ

ESPAÑA

XOÁN A. SOLER

«Los tiempos judiciales y los políticos son absolutamente distintos»

01 oct 2015 . Actualizado a las 11:15 h.

Vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska (Bilbao, 1962) defiende su profesión con ahínco, casi vehemente.

-¿Es España un país tan de corruptos o solo lo parece?

-No, no lo es. Aunque es cierto que en España la corrupción tiene una importancia, y eso el que lo niegue comete el primer error para poder combatirla. Yo quiero pensar en positivo: que nos hemos dado cuenta de que la hay y estamos estableciendo los mecanismos necesarios y precisos para luchar contra la misma.

-El nuevo Código Penal endurece la penas por delitos asociados a la corrupción y obliga a devolver lo robado. ¿Sirven estas armas para acabar con la lacra?

-No. Están bien para luchar a posteriori, cuando se ha cometido el delito, pero para acabar con la corrupción hay que establecer mecanismos de prevención.

-¿Se han establecido?

-Se está en ello.

-¿Y medios? ¿Tienen suficientes?

-Hombre, siempre necesitamos más para todo. Sobre todo, para la investigación: contar con peritos de la Agencia Tributaria y de la intervención general del Estado directamente adscritos a los órganos que tengan causas importantes por corrupción.

-¿No han sido un error las macrocausas? En Galicia se acaban de cumplir tres años de las primeras detenciones de la operación Pokémon y se han sucedido las condenas públicas, pero del cierre de la instrucción nada se sabe...

-Que no se entienda como el análisis de una causa concreta, pero esa es una de las grandes preocupaciones para todos: una Justicia tardía deja de ser Justicia y causa más daños que beneficios puede conllevar al final. Pero para eso se han establecido disposiciones legales, para evitarlo.

-El ministro de Justicia ha insinuado que la imputación de Artur Mas por el 9N se retrasó para no «interferir» en los comicios catalanes. ¿Ve lícito supeditar los tiempos judiciales a los políticos?

-Los tiempos judiciales y los políticos son absolutamente distintos, absolutamente.

-Pues en este caso no lo parece...

-No sé si se ha supeditado o no. Yo lo que digo es que los tiempos judiciales son absolutamente distintos de los políticos. Pero tampoco está de más decir que es algo muy importante la independencia de los poderes, y que cada uno lo interprete como quiera.

-Ponga usted el pie de página.

-Todos los poderes del Estado deben ser independientes entre sí y ninguno debe interferir en el otro. Eso es a todo lo que puedo llegar, y que cada uno lo interprete como quiera.

-En cualquier caso, muchas veces la frontera entre la política y la Justicia se antoja demasiado delgada, ¿no? De nuevo se ve estos días con la recusación de Concepción Espejel y Enrique López para juzgar la Gürtel...

-De ese tema no puedo hablar porque voy a participar en el trámite de recusación.

-Una reflexión general podrá...

-En general, nadie duda que los 5.500 jueces y juezas de España son independientes en el ejercicio de su función. Eso aparece nítido en todas las encuestas. Lo que a veces se intenta achacar es que el órgano de gobierno de los jueces puede estar en algún modo más imbuido políticamente, lo cual no comparto.

-A usted para ese órgano que cita lo propuso el PP. ¿Se siente cómodo con esa etiqueta?

-No me tengo que sentir cómodo ni incómodo. Hubo un partido que me propuso para vocal del CGPJ, pero yo fui votado por un conjunto de fuerzas políticas y contaba con los avales de mis compañeros dentro de la carrera judicial. Lo importante es que uno sea absolutamente independiente, y lo somos.

-Pues sostiene la fiscal general del Estado que los fiscales anticorrupción sufren presiones políticas agobiantes. ¿Existen?

-No lo sé, lo desconozco.

-¿Y sobre los jueces?

-No, taxativamente.

-Catalá acaba de abrir también la puerta a revisar el modelo del jurado popular, para sustituirlo por uno mixto, de ciudadanos y jueces. ¿Lo comparte?

-Yo siempre he sido un defensor del puro, del anglosajón, que es el que tenemos en este momento.

-Pero, con el formato vigente, en casos hipermediáticos como el del asesinato de Asunta Basterra, ¿no puede ocurrir que la decisión final esté predeterminada, que no importen los alegatos de las defensas, cualesquiera que sean?

-Para nada. Eso es generar desconfianza en una institución tan importante como es el jurado. ¿A razón de qué? ¿Es que los ciudadanos no tienen una formación personal para saber el deber que asumen? ¿Qué estamos diciendo, que son incapaces? Yo no puedo decir eso, como tampoco lo diría de un juez o de un fiscal.

-Otra propuesta en el aire: el fiscal superior del País Vasco reclama que la competencia sobre terrorismo regrese de la Audiencia Nacional a los tribunales de aquella comunidad. ¿Lo apoya?

-Mire, en muchos países el terrorismo es de los únicos delitos donde la competencia está unificada y especializada.

?Él alega que, con el cese de la violencia de ETA, la presión terrorista sobre jueces y fiscales vascos ya ha terminado...

?Pero si es que la cuestión del terrorismo no es de presión sobre personas, sino de especialización. El terrorismo necesita una lucha especializada, y ahora mucho más. Y cada vez más cooperación internacional, por ejemplo, con el terrorismo yihadista.