Más de ocho meses de precampaña, los que transcurrieron desde que Mas anunciara las ecciones, no han servido para aclarar nada en torno las dos cuestiones capitales
27 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Más de ocho meses de precampaña, los que transcurrieron desde que Artur Mas anunciara en enero que las elecciones serían el 27 de septiembre, y 14 días de campaña, no han servido para aclarar nada en torno las dos cuestiones capitales. Cómo piensa Artur Mas forzar al Gobierno español a reconocer y hacer efectiva la independencia de Cataluña, y qué instrumentos utilizará el Ejecutivo para abortar cualquier intento de desobediencia a un pronunciamiento del Tribunal Constitucional en contra de una declaración unilateral de independencia. Ambas incertidumbres se mantendrán a partir de mañana, en caso de que los independentistas obtengan la mayoría, porque es previsible que una vez conformado el nuevo Ejecutivo catalán no dé ningún paso jurídicamente relevante hasta que se celebren las generales de diciembre, para comprobar si hay un cambio de Gobierno en España, y por tanto de interlocutor.
Los comicios de hoy son precisamente un test relevante de cara a los comicios de diciembre. Además de medir el grado de desgaste del PP y del PSOE y la pujanza de Ciudadanos, la posición que adopten los diputados de la lista de Catalunya Sí que es Pot, en la que se integra Podemos, situándose claramente o no en contra de los independentistas, será muy relevante de cara al apoyo que pueda recibir en las generales. Posicionarse en Cataluña junto a PP, PSOE y Ciudadanos podría perjudicarle mucho en las generales en comunidades como Galicia, País Vasco y la propia Cataluña. Y contemporizar con los independentistas podría pasarle factura en el resto de España.