El PP lo apuesta todo a que no haya una mayoría de votos independentistas

Gonzalo Bareño Canosa
G. Bareño BARCELONA / LA VOZ

ESPAÑA

Cierra la campaña consciente de que será casi imposible repetir los 19 escaños que obtuvo en las pasadas elecciones catalanas, pero con la esperanza de superar los 13 que le otorga el CIS, según aseguraban fuentes populares

26 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El PP cierra la campaña consciente de que será casi imposible repetir los 19 escaños que obtuvo en las pasadas elecciones catalanas, pero con la esperanza de superar los 13 que le otorga el CIS, según aseguraban ayer fuentes populares. Pero en los cuarteles de Génova y del PP saben que la batalla es otra, y que el reto fundamental es impedir una mayoría independentista en el Parlamento catalán. Algo de lo que no están seguros y que, además, no depende solo de ellos. De lo que sí están convencidos los populares es de que los partidarios de la secesión no conseguirán la mayoría de los votos en estas elecciones. Si eso ocurre, lo considerarán una victoria

Y por eso ayer, antes del mitin de cierre, el candidato del PP, Xavier García Albiol, se atrevió a afirmar que le parece «bien» que en estos comicios se simplifique entre el sí y el no a la independencia, a pesar de haber insistido una y mil veces en que no se trata de un plebiscito, sino de unas simples elecciones autonómicas. «Se ha simplificado, y me parece bien que se haya simplificado, porque de esta manera lo ha entendido casi todo el mundo», señaló en referencia al debate entre el sí y el no. Un mensaje que resultaría peligroso para el PP si al abrir mañana las urnas pesan más las papeletas a favor de la independencia. Es decir, la suma de Junts pel Si y la CUP.

Búsqueda de votos ajenos

El palacio de Congresos se quedó ayer pequeño y muchos militantes y simpatizantes no pudieron entrar en el recinto en el que los populares cerraron ayer una campaña que comenzaron elevando la voz y que han concluido moderando el tono. Pasaron del «se han acabado las bromas» con el que arrancó Xavier García Albiol, mostrando así la cara más combativa, a presentar en el último minuto un anuncio en el que los dirigentes nacionales del PP se dirigen a los catalanes en su propia lengua y le invitan a quedarse en España.

Una campaña en la que pasaron de la negativa de Albiol y Rajoy a hablar siquiera de independencia a que nada menos que el ministro de Asuntos Exteriores debatiera sobre ello con el número cinco de la candidatura de Junts pel Sí en términos corteses con su adversario político. Esa moderación del discurso busca también rebañar papeletas entre los que nunca votan al PP catalán.