La tensión de la campaña catalana estalla en una guerra de banderas

Gonzalo Bareño Canosa
GONZALO BAREÑO LA VOZ EN BARCELONA

ESPAÑA

Atlas TV

El incidente en el Ayuntamiento de Barcelona a tres días de las elecciones refleja el choque de nervios entre los partidos ante lo incierto del resultado

25 sep 2015 . Actualizado a las 08:04 h.

La tensión acumulada después de 13 días de intensa campaña electoral y de graves acusaciones mutuas entre independentistas y defensores de la unidad de España derivó ayer en esperpento. Y lo hizo, además, en el día grande de Barcelona, la fiesta de la Mercè, en un balcón del Ayuntamiento de la Ciudad Condal repleto de personalidades políticas, y a la vista de todos los ciudadanos, que asistieron en directo y en primera fila al bochornoso espectáculo desde una atestada plaza de Sant Jaume, en la que se habían reunido para presenciar un espectáculo muy distinto, el de gigantes y cabezudos de Barcelona.

Como una metáfora perfecta de lo que está ocurriendo en Cataluña en los últimos años, el jefe de filas de ERC en el Ayuntamiento, Alfred Bosch, aprovechó el acto institucional de la Mercè para colgar del balcón una senyera estelada, símbolo de los independentistas. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, presente también en la abarrotada terraza, acogió ese acto con gesto de satisfacción y sonrisa de complacencia, mientras arreciaban en la plaza los gritos de «independencia». Pero, cuando, poco después, y en respuesta, el portavoz del PP en el Consistorio, Alberto Fernández Díaz, enarboló una bandera de España y la colgó también de la veranda, lo que se escucharon fueron fuertes abucheos y silbidos, mientras Artur Mas, a pocos centímetros de Fernández, decidía entonces mirar para otro lado como si no ocurriera nada y Bosch llamaba con gestos a la calma.

Forcejeo entre concejales

Tras unos momentos de tensión y un forcejeo físico en el que intervinieron el propio Fernández Díaz, la concejal del PP Àngels Esteller y el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, que trataba de impedir que se desplegara la bandera de España, ambas enseñas fueran retiradas. Testigo de excepción de todo el incidente fue también la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, máxima autoridad del Ayuntamiento en el que sucedía todo, y que permaneció impasible mientras se desplegaba la bandera con la estrella, pero abandonó la primera fila del balcón cuando Fernández Díaz dcomenzó a desenrollar la española.

La guerra de las banderas llegó a solo tres días de unas elecciones en las que se enfrentan dos visiones completamente antagónicas sobre el futuro encaje de Cataluña en España, y 24 horas después de que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo y el líder de ERC y número cinco de la candidatura de Junts pel Sí, Oriol Junqueras, protagonizaran el único debate cara a cara de esta campaña y que, al contrario de lo ocurrido en el Ayuntamiento, estuvo presidido por la cordialidad entre los contendientes, aunque no se pusieran de acuerdo en ninguno de los puntos debatidos.

Final de campaña decisivo

El incidente en el Ayuntamiento refleja la tensión -más en los cuarteles de los partidos que en la calle-, con la que se viven los últimos momentos de la campaña y la guerra, esta vez soterrada, de sondeos internos. Los independentistas aseguran que sus trackings les dan una mayoría clara en el Parlamento catalán, mientras desde las filas de los unionistas se asegura que esa mayoría que auguraban las últimas encuestas publicadas empieza a estar seriamente en entredicho. Desde el Gobierno se pretende que el mitin de cierre que protagonizará hoy Mariano Rajoy en el Palacio de Congresos de Cataluña, en Barcelona, y en el que estará acompañado por el expresidente francés Nicolas Sarkozy, sirva para apuntalar esa recuperación.

La lista de Junts pel Sí prepara un acto que se espera multitudinario en la avenida María Cristina de Barcelona, en el que intervendrán el cabeza de la candidatura Raül Romeva, y los líderes de CDC y ERC, Artur Mas y Oriol Junqueras, y en el que pedirán un voto masivo para asegurar la independencia.

Orden de retirar las «estelades»

Los Mossos d?Esquadra han recibido el encargo de supervisar el cumplimiento de las resoluciones de las Juntas Electorales de Zona, que han instado a la retirada de las senyeres estelades en diferentes municipios catalanes. En todos estos casos, la entidad antisecesionista Societat Civil Catalana había denunciado ante las respectivas Juntas Electorales de Zona la presencia de banderas independentistas en ayuntamientos de diversos puntos de Cataluña.

Las juntas electorales de Berga, de Arenys de Mar y de Reus, que agrupan a numerosos ayuntamientos, instaron a los Mossos a verificar que se cumple su orden de retirar las estelades de edificios y espacios públicos, así como de los colegios electorales.