Linde especula con la amenaza de un corralito si Cataluña se independiza

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El gobernador del Banco de España reitera que la comunidad separada no tendría acceso a la financiación del BCE y su salida del euro sería «automática»

21 sep 2015 . Actualizado a las 20:29 h.

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha advertido de que existe «riesgo» de corralito si Cataluña se independiza de España, al recordar que escenarios en los que hay una «tensión grave» pueden derivar en estas situaciones, sufridas en países latinoamericanos y recientemente en Grecia.

En un desayuno informativo organizado por Europa Press, el gobernador ha matizado no obstante que se trata de un «futurible altamente improbable». Linde ha subrayado que Cataluña no tendría acceso a la financiación del BCE si se segrega de España y ha aclarado que la salida del euro sería «automática». «La salida de la UE implica de modo automático la salida del euro. Es un procedimiento automático», ha explicado.

Sobre la viabilidad de la economía catalana como Estado en solitario, el gobernador se limitó a señalar que hay países «más pequeños» en Europa, si bien indicó que se trata de una valoración «en abstracto» y una pregunta que, en su opinión, carece del más mínimo interés.

Linde también se ha referido al comunicado de la AEB y la CECA sobre Cataluña y ha reafirmado que el proceso soberanista conlleva «inseguridades, incertidumbres y tensiones» que afectan a la banca con presencia en Cataluña y en el resto de España. «El comunicado dice cosas muy sensatas y obvias, nada nuevo», ha indicado.

Comunicado «muy razonable» de AEB y CECA

En este sentido, Linde recordó que él mismo hace un año ya mencionó en Cataluña esta derivada del proceso soberanista, por lo que afirmó que se trata de un comunicado «muy razonable», que dice cosas «sensatas».

Cuestionado acerca de si fue informado de la publicación del mismo, aseguró que no, pero añadió que tampoco ve necesario ser informado, dado que es un tema que se ha tratado numerosas veces con los bancos «y no había nada de qué hablar». En su opinión, el procedimiento seguido por las patronales bancarias fue el «correcto».