García-Margallo baja a la arena

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Alberto Martín | Efe

El ministro mantendrá un cara a cara con Oriol Junqueras en televisión sobre la exclusión de una Cataluña independiente de la Unión Europea

16 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La pertenencia o no de una hipotética Cataluña independiente a la UE se ha convertido en un asunto clave de la campaña electoral. Las autoridades europeas han dicho de forma contundente que no. Angela Merkel y David Cameron lo han advertido. El primer ministro británico dijo que tendría que ponerse a la cola para pedir su ingreso. Pero los independentistas tratan de eludir el asunto, aunque es capital, porque saben que les perjudica mucho. Artur Mas no tuvo más remedio que reconocer el pasado domingo que «para que Cataluña sea un nuevo Estado de la UE los países tendrán que ratificarlo, el Estado español nunca lo hará y si eso pasa tendremos un problema». Admitió que más países se negarían. Frente a ese reconocimiento expreso señaló que la UE no se atrevería a expulsar a siete millones y medio de catalanes.

El tema es tan decisivo de cara al 27S que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, van a celebrar un cara a cara el día 23 en la cadena de televisión 8tv, para debatir sobre las consecuencias de la independencia, entre ellas la posible salida de la UE. Todo empezó el pasado jueves, cuando Junqueras retó a Margallo a especificar en qué tratado o directiva europea se dice que una Cataluña independiente quedaría fuera de la UE. Margallo lo invitó a un debate público, a lo que Junqueras respondió inmediatamente recogiendo el guante.

El candidato del PSC, Miquel Iceta, dijo que «este debate lo tiene muy ganado el ministro, va con argumentos muy poderosos, porque no solo tiene el aval de los tratados de la UE, sino los pronunciamientos de los principales presidentes y primeros ministros».

Interés en negociar

El PP está decidido a golpear por el flanco más débil de los secesionistas. El vicesecretario general Javier Maroto lo hizo ayer al pedir a Mas que si no quiere escuchar a Merkel, Cameron y Rajoy, sí lo haga a su socio, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, que dijo que «no se puede engañar a la gente, uno no se declara independiente, sino que alcanza esa posición cuando el resto de países reconocen esa independencia». Pero los independentistas no se dan por aludidos. El número uno de Junts pel Sí, Raül Romeva, pronosticó ayer que tanto España como la UE tendrán un «interés común» en negociar una eventual independencia de Cataluña si su candidatura gana ampliamente.

Por su parte, el líder de Unió, Josep Antoni Duran, advirtió de que la independencia de Cataluña o de cualquier territorio no se gana declarándola y sí el día que otros países la reconocen. «Cataluña no será independiente porque lo diga Cataluña, lo será si desde fuera se le reconoce», aseguró. El ex representante de la Política Exterior de la UE y exministro Javier Solana entró ayer en el debate para dejar claro que «una Cataluña independiente no formará parte de la UE». Solana explicó que para entrar en la UE hay que ser un Estado y Cataluña, en caso de declararse independiente, no será reconocida por Naciones Unidas.

Pero ademas de ese debate, ayer afloró otro muy polémico. El expresidente del Consejo de Estado y el exvicepresidente del Tribunal Constitucional, Francisco Rubio Llorente, señaló que una declaración unilateral de independencia de Cataluña «desencadenaría una situación de profundo desorden» y terminaría «como en 1934, con la suspensión de la autonomía mediante la vía que ofrece el artículo 155 de la Constitución». Para Rubio LLorente, sería «muy doloroso, pero «puede ser inevitable». Aparte de esto, indicó que una declaración de independencia implicaría, «sin ningún género de duda», la salida de la UE.

Estas palabras sentaron muy mal a la Generalitat. La vicepresidenta, Neus Munté, las calificó de «especialmente desafortunadas» y recordó que «hace muy poco tiempo era partidario de que se realizara un referendo en Cataluña». El candidato del PP, Xavier García Albiol, dijo que «no contempla» que el Estado llegue a suspender la autonomía de Cataluña y defendió la «proporcionalidad» en su respuesta a la voluntad de los independentistas «de iniciar la ruptura de España».