El líder de UPyD ha manifestado que, si se produjera una declaración unilateral de independencia, el Ejecutivo tendría que « hacer cumplir la ley ni más, ni menos» para que las instituciones se respeten
24 ago 2015 . Actualizado a las 15:59 h.El líder de UPyD, Andrés Herzog, ha pedido al Gobierno que evite el «golpe de estado» en Cataluña, en referencia a una declaración unilateral de independencia por parte de su Parlamento, con medidas «proporcionales y contundentes». Herzog ha manifestado que, si se produjera esa declaración, el Ejecutivo tendría que «hacer cumplir la ley ni más, ni menos» para que las instituciones se respeten.
Aunque ha reconocido que «eso admite muchos grados de actuaciones», ha dejado claro que lo que debe de hacer el Gobierno es evitar un «auténtico golpe de estado» en Cataluña, ya que «si alguien subvierte la legalidad por la fuerza eso es un golpe de estado y frente a eso se deben tomar las medidas correspondientes para que vuelva la normalidad a la sociedad». Herzog ha señalado que, «dependiendo del grado del desafío», se tomarían esas medidas, que deben ser «proporcionales y contundentes», y ha precisado que hay «distintos grados de actuación»: desde desautorizar a las fuerzas públicas catalanas hasta suspender el Estatuto temporalmente. «Lo que está en juego es que se vulneren los derechos fundamentales de los catalanes», ha opinado.
Respecto a las elecciones generales, ha indicado que UPyD aspira a repetir «la presencia institucional» en el Congreso -actualmente tiene grupo parlamentario propio- y ha insistido en que la situación política «está muy abierta y convulsa», en referencia a que las encuestas muestran que los distintos partidos fluctúan mucho entre las preferencias de los ciudadanos. «Lo importante -ha señalado-, más que el número de diputados, es que estemos en el Congreso, porque lo que hace UPyD es siempre mejorar las instituciones, ya que llevamos debates que no quiere llevar ningún otro partido, incluso impopulares pero necesarios».
Herzog, que no ha querido hacer pronósticos sobre quién ganará esos comicios, ha destacado que el «bipartidismo sigue muy vivo en España», aunque la situación es muy cambiante. Respecto hacia dónde se inclinarían los votos de UPyD a la hora de investir a un candidato, su líder ha explicado que ellos siempre han apostado por «el cambio radical en las instituciones». «El voto de UPyD se vende muy caro -ha continuado- y siempre hemos negociado políticas y reformas profundas, no sillones, lo que nos diferencia de otros partidos, incluso, los emergentes».
Dado que no se presentan a las elecciones catalanas, recomienda a sus afiliados y simpatizantes que voten a las fuerzas constitucionalistas, a las que «defiendan sobre todo la ley, la democracia y la convivencia, que están en peligro en Cataluña». Tras precisar que no van a dejar de hacer política allí, ha reconocido que «no es lo mismo» votar al PP, PSC o Ciudadanos, pero por encima de las diferencias ideológicas «hay algo en común: conservar la convivencia y la democracia».
En cuanto a los casos de corrupción que él ha denunciado en los tribunales, entre ellos los relacionados con el exvicepresidente Rodrigo Rato, se ha mostrado convencido de que terminará en la cárcel, porque «hay indicios más que de sobra para que estuviera ya en prisión» y ha recordado que uno de sus testaferros ya lo está. Le parece ilógico que Rato esté libre, viaje a Suiza y tenga vacaciones en sitios exóticos, por lo que le ha considerado «un imputado VIP».
A su juicio, España «no ha tocado fondo» con las grandes tramas de corrupción, como Gurtel, Púnica o los ERE, y los partidos políticos no tienen interés en acabar con ellas porque «se han financiado con tramas corruptas». Herzog ha subrayado que no solo afectan al PP, sino también al PSOE e IU, lo que «lleva a la corrupción institucionalizada, que llega hasta el corazón del sistema en España».
Sobre la ampliación de prestaciones sanitarias a los inmigrantes sin papeles, ha insistido en que siempre han defendido que se debe ampliar la cobertura, porque «no pone en riesgo» la sostenibilidad del sistema sanitario y mejora la salud pública de todos los españoles. «Es una inversión de hecho y no un gasto», ha concluido.