Los populares intentan restar trascendencia a la reunión Fernández-Rato

A. T. MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Carlos Barba | EFE

Defienden que «no se trata de ningún escándalo», simplemente de un encuentro entre viejos amigos sin trascendencia política ni legal

13 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Mariano Rajoy quiere poner fin de inmediato al desgaste político inesperado que le está suponiendo al Gobierno y al PP la revelación de que el ministro del Interior recibió el pasado 29 de julio en su despacho a Rodrigo Rato. Los principales responsables de la cúpula popular en estos días estivales, el vicesecretario Javier Arenas y el portavoz parlamentario, Rafael Hernando, comenzaron ayer a desgranar en varias entrevistas el argumentario con el que combatirán mañana los ataques unánimes del resto de partidos. En esencia, defenderán que «no se trata de ningún escándalo», simplemente de un encuentro entre viejos amigos sin trascendencia política ni legal, y que el problema es que la oposición «se está excediendo», exagerando y haciendo teatro con el objetivo de sacar del asunto beneficio electoral.

Tanto ímpetu pusieron en minimizar lo ocurrido en el despacho oficial del ministro del Interior que Hernando aseguro en La Sexta que no tendría problema alguno en mantener un encuentro con el exdirector gerente del FMI si él se lo pidiera, porque son viejos conocidos y porque lo importante es que si la reunión se produce se haga «con transparencia», como ocurrió en el caso de Fernández Díaz.

Arenas, que fue quien pese al enfado del presidente del Gobierno aseguró que no ve el escándalo político por ningún lado, señaló, con idéntica intención que Hernando, que él no ha recibido a Rodrigo Rato en su despacho directivo de la calle Génova de Madrid, pero que sí que lo felicitó en Navidades porque han tenido una gran relación.