El viento reaviva el incendio de la Sierra de Gata

Colpisa

ESPAÑA

Las llamas ya han devorado 6.500 hectáreas del norte de Cáceres, donde han sido desalojados 3.000 vecinos

08 ago 2015 . Actualizado a las 20:38 h.

El viento se convirtió el viernes en la peor pesadilla en la Sierra de Gata, en el norte de la provincia de Cáceres, que siguió ardiendo sin freno y por los cuatro costados. Las rachas de aire de hasta 69 kilómetros por hora reavivaron las llamas que ya han devorado 6.500 hectáreas de monte de alto valor ecológico y han calcinado casas aisladas y centenares de animales de ganado, convirtiendo este incendio en el segundo mayor del verano y uno de los más graves sufridos nunca en Extremadura. La situación, a pesar del importantísimo despliegue de medios materiales y humanos, siguió fuera de control durante la tercera jornada de lucha contra el fuego. Unas llamas que la madrugada del sábado llegaron a las afueras del pueblo de Hoyos y obligaron a desalojar a los mil habitantes de ese municipio, con lo que el número de vecinos que han tenido que abandonar sus hogares en la comarca asciende a más de 3.000, después de la evacuación forzada de todos los habitantes de otros dos municipios, Acebo y Perales. Pero el riesgo no acababa ahí. El viento y la extremada sequedad del aire hizo que varios frentes de fuego avanzaran peligrosamente hacia otros dos núcleos habitados de la zona, los pueblos de Villamiel y Trevejo, que estaban en prealerta para su desalojo y posible traslado al pueblo de Moraleja, el único núcleo de la comarca, que, por el momento, se libra de la amenaza del fuego. No obstante, las marcas del paso de las llamas eran visibles incluso a las afuera de esta localidad, puerta de entrada a la comarca.

A este escenario ya extremadamente preocupante, con una «enorme condensación de humo y escasa visibilidad», se sumó como problema añadido el dificilísimo acceso de los medios terrestres a los nuevos frentes de fuego (en Cilleros y Villamiel), ya que el propio incendio obligó a cerrar la práctica totalidad de la red viaria de la sierra. Hasta seis carreteras de la comarca estuvieron bloqueadas durante todo el día de ayer, lo que, además, dificultó en extremo la evacuación de los vecinos. Perales del Puerto, que fue desalojado la noche del jueves, es el único municipio al que se podía acceder el sábado.

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, desplazado a la zona, resumió la situación desesperada: «La madrugada del sábado fue durísima. Se ha retrocedido todo lo que avanzamos durante las últimas horas, debido a que las rachas de viento han sido muy altas».

Dada la magnitud que el incendio ha alcanzado en las últimas horas, fueron varias las administraciones las que decidieron aumentar el despliegue contra el fuego, a pesar del riesgo de dejar otras zonas desprotegidas en plena oleada de viento y calor. A los 300 efectivos destinados por la Junta de Extremadura se sumaron tres efectivos terrestres y aéreos de la Junta de Andalucía y otros tantos de la Junta de Castilla y León.

También se incorporaron medios de Protección Civil procedentes de la localidad portuguesa de Castelo Branco. Estas nuevas unidades se sumaron a los 23 retenes del Plan Infoex, varios equipos de la Brigada de Incendios Forestales (BRIF), soldados de una nueva sección la Unidad Militar de Emergencias (UME) y distintos medios aportados por las dos diputaciones extremeñas.

Al límite

Numerosos efectivos de Cruz Roja Extremadura y de voluntarios de Protección Civil fueron los encargados de atender a los millares de vecinos evacuados a instalaciones municipales de los pueblos de Moraleja y Coria, que ya se encuentran al límite de su capacidad.

La zona arrasada hasta el momento es de un muy alto valor medioambiental, según recordaron Ecologistas en Acción. Las llamas ya han devorado bosques completos de robles, madroños, alcornoques, encinas, olivos, castaños y pinares de repoblación. Estos últimos, según los especialistas, son un verdadero acicate para el fuego, pues son especialmente combustibles. Las 6.500 hectáreas devastadas hasta ahora en la Sierra de Gata superan con creces las 3.982 hectáreas que ardieron durante todo el año pasado en Extremadura e igualan el total de superficie que se quemó en la comunidad autónoma durante todo el 2013.