El juez de la Púnica apunta ya a la financiación irregular del PP de Aguirre

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Chema Moya | EFE

Señala a Granados por inflar contratos y entregar parte del dinero al partido

05 ago 2015 . Actualizado a las 16:00 h.

La mayor sorpresa de las más de 200 horas de grabaciones de los interrogatorios de los 92 imputados de la operación Púnica no es ninguna confesión de los procesados, sino una revelación del juez del caso, Eloy Velasco, durante la comparecencia del principal imputado de la trama, Francisco Granados, el pasado 31 de octubre. Casi al final de esa declaración, el magistrado, por primera vez en más de un año y medio de diligencias, apunta sin ambages a que entre los delitos que se están investigando está la presunta financiación irregular del PP de Esperanza Aguirre. Pero las grabaciones recogen otras muchas perlas que salpican muy arriba, como los contactos del conseguidor de la trama con Carlos Floriano.

Waiter Music

«Dinero hinchado». Eloy Velasco intenta llevar contra las cuerdas a Granados por sus gestiones para conseguir que infinidad de pueblos de la Comunidad de Madrid contrataran en sus fiestas y eventos a Waiter Music, la empresa de su amigo José Luis Huerta, que cobraba verdaderas excentricidades por esos actos. El exconsejero rechaza todas las acusaciones. «Jamás ha hecho una llamada para favorecer a Waiter Music. Nunca, Jamás», clama. El magistrado insiste: «¿No sabe usted nada de contratos sobrevalorados? ¿De cantidades sobre excesivas?». Francisco Granados sigue negando la mayor. Y ahí viene la revelación de Velasco: «Creemos que parte del dinero hinchado en esos contratos, porque no puede valer tanto la música, se lo quedaba y se lo repartían el alcalde (del municipio contratante), usted y el PP de la Comunidad de Madrid». «¿Lo niega?», pregunta el instructor. «¿Qué tiene que ver el PP con Waiter Music?», es la respuesta del imputado rechazando las acusaciones de cualquier vínculo de allegamientos de fondos de comisiones al Partido Popular en los últimos años, siempre bajo la presidencia de la Esperanza Aguirre, que está al frente de la formación en Madrid desde noviembre de 2004.

Contacto

Carlos Floriano. Otro de los momentos más esclarecedores de los interrogatorios es cuando el conseguidor de la trama, Alejandro De Pedro, confiesa que intentó también contactar con la dirección del PP para vender sus servicios para mejorar la imagen on line de la cúpula de la formación. Afirma que tuvo un «contacto» hace «dos años» con Carlos Floriano. Y que su valedor ante el entonces vicesecretario de Organización fue Nacho Uriarte.

Contratos

Ayuntamientos del PP. Es también De Pedro, que confiesa ante el juez que cobró 40.000 euros de la sede de Génova por colaborar en una campaña, el que revela que Granados se hacía con contratos con ayuntamientos afines cuando ocupaba puestos de responsabilidad en el PP. «Con Paco no he tenido demasiada relación, pero me impulsó cuando él era el secretario general del partido para trabajar con algunos alcaldes», admite.

Acusación de la fiscala

«¡Todos los delitos!». Momento estelar en las grabaciones del sumario es igualmente el fallido interrogatorio del número dos de la trama Púnica, el empresario David Marjaliza, amigo íntimo de Francisco Granados. La fiscala, directamente, se desespera a la hora de enumerar el larguísimo listado de delitos de los que se les acusa: «No podemos ahora ponernos a valorar y a explicarle a su señoría todo lo que ha llegado a cometer. Nos ha llamado la atención que cuando nosotros nos planteábamos qué delitos de corrupción había cometido David la conclusión a la que llegábamos es... ¿Qué es lo que no ha cometido? Porque es que los ha cometido absolutamente todos.

Interrogatorio

Granados lo niega todo. El interrogatorio de Granados llega a ser surrealista. El político, a pesar de haber pasado las últimas 72 horas en los calabozos, no se derrumba y mantiene su inocencia, aunque suponga afirmaciones inverosímiles. «Yo le explico todo señoría», le espetó varias veces el exconsejero al magistrado cuando este le preguntaba por su pelotazo con Marjaliza y unos terrenos en Valdemoro. Es entonces cuando dice que Marjaliza no solo «no era tan amigo» sino que «nunca tuvo negocios» con su socio. Tan increíble como la versión de que se «olvidó» de que tenía una cuenta en Suiza y que nunca sabía lo que hacía con sus depósitos en el país helvético ya que «firmaba papeles en blanco porque en los bancos suizos nunca firmas los impresos rellenos».