El vocal del Consejo General del Poder Judicial Álvaro Cuesta reclama un acuerdo de Estado para resolver los problemas estructurales de la Justicia
15 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El asturiano Álvaro Cuesta es el hombre del PSOE en el actual Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ejerció como diputado durante ocho legislaturas, las dos últimas como presidente de la Comisión de Justicia. Tras un par de años en paro político, a finales del 2013 fue elegido vocal del CGPJ. La pasada semana codirigió en Mariñán el curso de la escuela de verano del CGPJ sobre la relación del poder judicial con los otros poderes del Estado.
-El actual Consejo acabó con ciertos privilegios, pero se le critica que va camino de convertirse, si no lo es ya, en un negociado más del Ministerio de Justicia.
-No. Creo que el Consejo es un órgano con autonomía propia que gestiona aquello que un Ministerio de Justicia no debe gestionar, como son los temas que afectan al estatuto del juez. Tengo que decir que hasta ahora este ha sido un Consejo leal desde el punto de vista institucional, pero muy reivindicativo. Hacemos informes críticos, pero constructivos, a los anteproyectos de ley para que se mejoren. Hemos sido muy reivindicativos a la hora de pedir medios materiales y personales. También hemos impulsado políticas propias activas como la creación de una unidad de apoyo para reforzar los juzgados que tienen macrocausas. Algunas de las medidas que pusimos en marcha, el Gobierno las ha convertido en proyectos legislativos.
-¿El poder judicial es uno más o es un contrapoder del Estado?
-El judicial es un poder múltiple porque lo ejercen cada uno de los jueces y magistrados desde su independencia, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado. El Consejo no es el poder judicial sino el órgano que intenta facilitar que exista el poder judicial.
-Distintos informes coinciden en que los jueces españoles tienen mejor imagen que las instituciones judiciales.
-Es cierto. Los jueces tienen un nivel de valoración social alto en España. Tengo que reconocer que tenemos una de las justicias de mayor calidad del planeta. Nuestros jueces tienen un altísimo nivel de dedicación y una calidad contrastada.
-Parece que el problema más que en los jueces está en los medios, que distan mucho de los que disponen otras administraciones como la Agencia Tributaria o la Seguridad Social.
-Los jueces y magistrados hacen todo lo que pueden y más, están consiguiendo resolver más asuntos que nunca, mejorar la eficiencia y se están acortando plazos, pero hay un problema estructural de organización. Tenemos una mala organización territorial, el sistema de competencias está mal diseñado. Falta un plan global de actuación que incluya reformas procesales, mejora de los medios y revisión del mapa territorial.
-Pero todo eso es competencia de los políticos, no de los jueces.
-Efectivamente. Por eso siempre insisto en que hace falta un gran acuerdo político de Estado para sacar adelante un plan global de actuaciones. Que la Justicia no funcione mejor solo beneficia a los enemigos de la libertad, a la corrupción, el crimen organizado, la delincuencia y la arbitrariedad de algunos poderes.