La directora de la Alhambra dimite tras la querella del fiscal

Efe GRANADA

ESPAÑA

PEPE TORRES

Ha sido acusada de prevaricación, malversación y blanqueo de capitales. La Fiscalía ha cifrado en 5,41 millones de euros el posible fraude por las audioguías

07 jul 2015 . Actualizado a las 18:56 h.

La directora de la Alhambra de Granada, Mar Villafranca, ha presentado su renuncia voluntaria al frente del Patronato público que gestiona este monumento tras la querella que la Fiscalía formalizó ayer contra ella por supuestas irregularidades en la contratación de un servicio de alquiler de audioguías. Esta decisión, anunciada este martes en una breve comparecencia sin preguntas, ha sido comunicada a la consejera andaluza de Cultura, Rosa Aguilar, en una carta en la que se muestra «convencida» de que el tiempo y su confianza en la justicia determinarán su «rector proceder» como directora del conjunto monumental más visitado de España.

En la misiva enviada ayer, y que ha leído de forma íntegra ante los medios, Villafranca indica a la titular de Cultura que su renuncia voluntaria se produce tras tener conocimiento de las diligencias de investigación abiertas por la Fiscalía y trasladadas ya a la vía judicial. La hasta ahora directora de la Alhambra justifica además su decisión al considerar que esta circunstancia pudiera afectar a la «proyección social y cultural» del conjunto monumental que, añade, ha dirigido «con entrega» y con «pleno sentido del deber» durante los últimos once años.

Villafranca aclara asimismo en la carta que todas las decisiones tomadas han estado respaldadas por procedimientos administrativos «transparentes», informes jurídicos «preceptivos» y fiscalizaciones previas por parte de la intervención delegada y que, por lo tanto, estaban «salvaguardadas por la legalidad administrativa vigente». Para la preservación de los intereses públicos de la institución y poder ejercer «con libertad» su propio derecho a defenderse y preservar su presunción de inocencia cree además que «resulta favorable» presentar esa renuncia voluntaria a la Dirección General del Patronato.

En la carta indica asimismo que, durante los años de gestión transcurridos, ha contado con un equipo «eficiente y comprometido» de técnicos y colaboradores, que a su juicio han contribuido «sin duda» a hacer de la Alhambra «el gran referente cultural que es hoy, reconocido internacionalmente». A ellos ha expresado una gratitud que también ha hecho extensiva al Gobierno andaluz, a sus presidentes y especialmente a los consejeros que han ejercido como presidentes del pleno del Patronato y a su comisión técnica, sin cuyo «apoyo incondicional y acertadas contribuciones» no hubiera sido posible el desarrollo de su labor.

Al margen de la carta, Villafranca ha declarado además que ha sido «un honor» poder estar once años al frente de la Alhambra, de la que se lleva los recuerdos de los «mejores años» de su vida y ha subrayado que ha tomado una decisión que considera «responsable» en el ejercicio de la honestidad y la libertad que le asisten. «Nunca me he escondido (...) Hoy he querido dar un paso más por que quede muy claro que lo hago en el ejercicio de mi responsabilidad, de mi honestidad y de mi integridad, después de una reflexión meditada y sincera», ha asegurado.

Reacciones a la dimisión

El portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, ha afirmado que la decisión de Mar Villafranca de presentar su renuncia como directora del Patronato de la Alhambra de Granada «es un gesto que le honra» y ha asegurado que ha sido «voluntaria». El Gobierno andaluz ha aceptado la renuncia y ha agradecido la labor prestada por la ya exdirectora durante los últimos once años «en un monumento que es una referencia para el para el turismo nacional e internacional», ha destacado. «Es un gesto que le honra, ya anunció en su día que si era imputada iba a renunciar al cargo, que nadie se lo iba a tener que pedir, y no ha hecho falta ni siquiera llegar a ese extremo», ha subrayado Vázquez tras recordar que ha decidido renunciar «una vez que la fiscalía ha pedido la apertura de diligencias judiciales». Según el portavoz, Villafranca «entiende que se defiende mejor dejando el cargo», al tiempo que ha rechazado que lo sucedido pueda dañar la imagen del Patronato «en el que ha trabajado y bien durante los últimos once años». 

El PP andaluz cree que la directora de la Alhambra de Granada, Mar Villafranca, ha tardado «demasiado tiempo en irse» y ha exigido a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que su sustituto sea una persona consensuada con un perfil técnico y que no se trate «de un comisario político». La vicesecretaria de Política Municipal del PP-A, Ana Mestre, ha lamentado que Villafranca haya presentado su renuncia voluntaria al frente del Patronato público que gestiona el monumento «sin que Díaz se pronuncie y sin que ella haya provocado la dimisión». Para los populares andaluces, la presidenta andaluza ha intentado que «el tiempo cure las heridas» pero «no ha podido ser» porque la Fiscalía formalizó ayer una querella por supuestas irregularidades en la contratación de un servicio de alquiler de audioguías. Mestre ha señalado que eso demuestra que Díaz «solo es implacable ante la corrupción de otros, no ante la que afecta a su partido» y ha subrayado que este asunto ha hecho «mucho daño» al turismo y a la imagen de un patrimonio «tan importante» como es la Alhambra.

La Fiscalía cifra en 5,41 millones el posible fraude

La Fiscalía ha cifrado en más de 5,41 millones de euros las posibles pérdidas totales causadas en los ingresos del Patronato público que gestiona la Alhambra de Granada por las supuestas irregularidades detectadas en la adjudicación y contratación del servicio de audioguías de este monumento nazarí. El Ministerio Público desglosa esta cuantía en la querella que presentó ayer contra María del Mar Villafranca -quien ha anunciado su renuncia como directora general del conjunto monumental-, otros tres altos cargos del Patronato y dos empresarios de la empresa adjudicataria Stendhal Museum Solutions SL.

En la querella, a la que ha tenido, el fiscal, que pide que declaren como imputados todos los querellados, se refiere al «importante perjuicio» ocasionado a las arcas del Patronato y al «beneficio considerable» que el supuesto fraude supuso al adjudicatario del servicio de audioguías. La acusación pública, que en la fundamentación jurídica apunta a la posible existencia de delitos de prevaricación administrativa, malversación de caudales públicos y blanqueo de capitales, se refiere al «nulo control» por parte de los responsables del Patronato en el seguimiento del contrato y a la «actitud especialmente favorecedora» a los intereses de la firma «Stendhal».

Entre otras cuestiones, advierte de la falta de valoración en la «temeridad de la oferta» por procedimiento de urgencia para la adjudicación del servicio, la falta de exigencia del pago de las cantidades adeudadas y el «nulo control» sobre el cumplimiento del contrato y sus condiciones por parte del Patronato que gestiona el conjunto monumental más visitado de España. Los hechos se remontan a septiembre de 2007, cuando el Patronato adjudicó a GTP Museum Solutions (ahora Stendhal Museum Solutions) la explotación del sistema de audioguía para las visitas a la Alhambra por 77.000 euros de canon fijo, que se incrementarían a 121.000 si se superaban las 250.000 unidades, y el 47 % de canon variable.

Pese a que no consta justificación del procedimiento de urgencia, el contrato se firmó un mes después y con condiciones distintas: 30.000 euros de canon fijo y el 15 % de canon variable. En diciembre del 2010, más de tres años después de la firma del contrato y sin que el adjudicatario hubiera ingresado cantidad alguna al Patronato sobre lo acordado, Villafranca dictó una resolución de rectificación de «errores materiales» volviendo a las cifras iniciales del contrato (77.000 euros fijos y 47 % variable). Ya en octubre de 2011, cuando el adjudicatario solo había satisfecho «dos mínimas cantidades», el Patronato prorrogó la concesión otros cuatro años más, y todo ello, relata el fiscal, pese a los incumplimientos de pago de la empresa, que tampoco aportaba información sobre la recaudación o el número de alquileres -como así lo establecía el contrato-, ni los querellados se lo exigían. La prórroga también se acordó pese a que el número de audioguías alquiladas había caído «hasta casi la mitad».

Meses después se modificó el objeto y las condiciones técnicas y económicas del contrato inicial con la inclusión de una cláusula en la que el adjudicatario se comprometía a mantener un puesto de trabajo de información en el punto de alquiler de las audioguías, cuyo coste se detraería del canon variable trimestral. Además, el alquiler de audioguías a grupos estaba exento del canon variable, lo que supuso para la empresa un «importante beneficio» dado que, por resolución de la Junta de Andalucía, todos los grupos de visitantes debían llevar obligatoriamente una audioguía.

El Patronato hizo un reconocimiento de la deuda contraída por la empresa que, según el fiscal, «fue orquestado y consensuado por las partes a pocos días de la expiración de los cuatro primeros años de contrato» para posibilitar la prórroga del mismo y justificarla ante el pleno del Patronato pese a la elevada deuda acumulada por la empresa y que no abonaba al Patronato. Como consecuencia de estos hechos, el adjudicatario ocultó de 2007 a 2011 la recaudación obtenida por el desarrollo del contrato con la Alhambra, y ante la exigencia del Patronato para que rindiera cuentas de los impagos y la falta de tesorería de esta empresa «urden un plan» para aflorar el «dinero opaco» de la empresa. De esta forma, llegaron a facturar de forma «ficticia» alquileres de audioguías para un número de grupos que excedía al número de equipos de los que la propia empresa disponía. La querella tiene su origen en la denuncia presentada ante la Agencia Tributaria por un exempleado de la adjudicataria.