España suspende en la lucha contra la financiación del terrorismo

melchor-saiz pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

IROZ GAIZKA | AFP

Informe del Organismo Internacional de supervisión del blanqueo critica la falta de coordinación critica la falta de coordinación

29 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un suspenso o, a lo sumo, un aprobado raspado, porque no todo son críticas. El Grupo de Acción Financiera (FATF-GAFI), el organismo internacional que supervisa el blanqueo de capitales en el mundo, ha detectado «graves deficiencias» en la lucha de España contra la financiación del terrorismo. En su informe de evaluación sobre el país denuncia, entre otros aspectos, la falta coordinación con las autoridades internacionales, la levedad de las penas por allegar fondos a las organizaciones armadas y, sobre todo, la falta de control de la industria armamentística nacional y el material de doble uso.

Para el GAFI, el mayor problema de España es que apenas se molesta en saber dónde van las armas que fabrican sus empresas y si estas acaban en manos de grupos terroristas o de países que pueden entregar ese material a yihadistas. El informe mantiene que «España se enfrenta a un riesgo significativo de financiación (del terrorismo) debido a la amplia gama de material militar y de doble uso controlado fabricado en España». «El sector financiero -denuncian los supervisores- se centra en comprobar las listas de sanciones, pero posee un conocimiento limitado de los riesgos de financiación de la proliferación derivados del material de doble uso o de las posibilidades de eludir sanciones».

Recuerda el GAFI que España solo en el 2013 exportó más de 151 millones de euros de material militar de doble uso, es decir que puede ser empleado con propósitos bélicos. De esa partida, se exportaron 21 millones de euros en armas al régimen de Teherán sin que se sepa el destino final de ese material. «España -zanja el informe- está expuesta a un alto riesgo de elusión de sanciones relacionadas con la proliferación (de material de doble uso), especialmente con Irán».

«Preocupación» del GAFI por la posibilidad de que armas españolas acaben en manos de los terroristas del Estado Islámico o de sus grupos afines, pero también inquietud por la supuesta laxitud de los castigos de la justicia a los que mueven el dinero de los terroristas. El organismo reconoce el buen trabajo de los tribunales y la policía con ETA y sus tentáculos económicos. Pero cuando habla de las penas a los financiadores, sobre todo del yihadismo, el tono cambia a un claro reproche. «En general, las sanciones impuestas parecen bajas», dice el informe.