Feijoo revela que ha tenido una conversación «instructiva» con el presidente
03 jun 2015 . Actualizado a las 08:26 h.Mariano Rajoy puso ayer en práctica lo que él entiende por «ser más próximos, cercanos y comunicar mejor», tal y como dijo en la rueda de prensa en Génova al día siguiente de las elecciones. Aunque, para ello, tuvo que desmentirse a sí mismo. Si hasta ahora callaba siempre cuando se le preguntaba por relevos en el PP o en el Ejecutivo, y mucho más por las fechas en las que se llevarían a cabo -«los cambios, sean en el partido, sean en el Gobierno, se anuncian una vez que se han producido, como es perfectamente entendible», dijo todavía el pasado miércoles-, ayer confirmó que habrá cambios y que se harán rápido. «Sí, sí», contestó cuando los periodistas le preguntaron directamente si habría relevos antes del verano. Pero hasta ahí llegó su nueva política de comunicación. «Ya he dicho mucho», fue su respuesta cuando se le pidió que precisara si esos cambios afectarán tanto al partido como al Gobierno. Fuentes de su entorno confirmaron sin embargo que habrá novedades en Moncloa y en Génova.
Cospedal se hace fuerte
En sentido estricto, el verano comienza el próximo día 21, por lo que los cambios deberían estar listos antes de esa fecha. Se da por seguro que no se anunciarán en ningún caso antes de la constitución de los nuevos ayuntamientos, prevista entre el 13 y el 16 de junio. Pese a las fuertes presiones para que Rajoy releve a María Dolores de Cospedal, en la secretaría general, que llevaron a dar por hecha su salida, ahora la sensación general, y más después de que la número dos del PP asegurara que su intención es seguir, es que ese relevo no se producirá por el momento.
Eso implica que, si no se quiere decepcionar las expectativas de unos cambios significativos, la remodelación en el PP podría afectar a todos los vicesecretarios generales del partido. Es decir, a Javier Arenas, responsable de Política Autonómica y Local, a Carlos Floriano, de Organización, y a Esteban González Pons, de Estudios y Programas. Los sustitutos serán probablemente personas de una generación posterior, con mejor capacidad de comunicación y de empatía con los sectores más jóvenes del electorado. El más citado es Pablo Casado, pero no es el único.
En lo que afecta al Gobierno, se da por segura la inminente salida del titular de Educación, José Ignacio Wert, con destino a la embajada ante la OCDE en París. Descartada la propia De Cospedal como sustituta, si triunfa la tesis de que permanezca en el partido, y también otra de las precandidatas de las que se llegó a hablar, la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, que ayer fue imputada en la trama Púnica, cobra fuerza la opción del actual secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, más joven y con un perfil menos dogmático que Wert, con el que ha tenido una relación tormentosa durante estos años en el ministerio.
Las cuentas de Aznar
Una de las personas más cercanas a Rajoy, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que fue el primero que puso en duda, en una entrevista en La Voz de Galicia, la afirmación de Rajoy de que no estaban previstos cambios, reveló ayer que ha mantenido una conversación «instructiva y constructiva» con el presidente del Gobierno y anunció que «probablemente» los relevos afecten al partido y al Gobierno para que ambos «tomen impulso», aunque es Rajoy quien debe «concretar el alcance y contenido» de los mismos.
A la espera de que las sustituciones se consumen, el expresidente del Gobierno José María Aznar parece dar por hecha también la continuidad de María Dolores de Cospedal en la secretaría general del PP, ya que cuenta con ella como una de las principales invitadas, junto al propio Mariano Rajoy, en el campus de la fundación FAES, que preside, y que comienza el 29 de junio. Cuando Rajoy intervenga en ese curso el 5 de julio, ya estarán previsiblemente ejecutados los cambios en el partido y el Gobierno.