Podemos trata de evitar una quiebra interna tras el portazo de Monedero

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Alberto Martín | EFE

Los críticos comparten la tesis sobre el peligro de abandonar los principios

02 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un día después de la conmoción provocada por el agrio portazo de Juan Carlos Monedero al partido que fundó hace poco más de un año junto a Pablo Iglesias, Carolina Bescansa, Íñigo Errejón y Luis Alegre, llegó la hora de los matices, los elogios recíprocos, las promesas de amistad eterna y, sobre todo, de tratar de recomponer el equilibrio de Podemos para evitar una quiebra interna. Más allá de las circunstancias personales de Monedero, su aldabonazo y sus críticas a la deriva del partido han reforzado a los críticos y han hecho aflorar un tenso debate entre quienes propugnan un posibilismo político, asumiendo la necesidad de pactar con otras fuerzas, y los que apuestan por mantener el rechazo radical al sistema y la casta que inspiró el 15-M, embrión de Podemos, aun a costa de quedar al margen de cualquier responsabilidad institucional.

Una de las más afectadas por esa lucha, la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, integrante del sector crítico con Pablo Iglesias, que debe decidir en menos de una semana si permite la investidura de la socialista Susana Díaz con su abstención o se mantiene en el voto en contra, respaldó las tesis de Monedero y señaló que el partido debe permanecer vinculado «a las bases y al control de la ciudadanía» porque esa es «la mejor vacuna para no convertirnos en una clase apartada de la ciudadanía». Pero matizó el discurso y las críticas señalando que «hay que tener un pie en las instituciones y otro en las calles».

El secretario general de Aragón, Pablo Echenique, miembro también del sector crítico, admitió que en Podemos hay un «debate interno». Destacó, al igual que hizo el jueves Monedero, la importancia de los círculos, pero negó que, tal y como dijo el dimitido dirigente, Podemos se empiece a parecer a los partidos de la casta. «Todos estamos sometidos a mucha tensión, Juan Carlos más que muchos de nosotros, yo no sé cómo habría reaccionado si se me hubiera machacado tanto mediáticamente», señaló, vinculando así la marcha de Monedero a una situación estrictamente personal.

Monedero lima asperezas

La batalla es ahora evitar el cisma. Pablo Iglesias eludió ayer continuar la polémica con Monedero y se mostró convencido de que su marcha no afectará negativamente al partido en las elecciones municipales y autonómicas del próximo día 24. «Humildemente, vamos a seguir trabajando para intentar ganar las elecciones y, bueno, tendremos que ver qué ocurre en las urnas», señaló, visiblemente afectado, tras un acto junto a los trabajadores de Telefónica. Destacó además que Monedero «sigue en Podemos», aunque haya abandonado sus cargos en la dirección del partido.

El propio Monedero quiso rebajar también la dureza de sus críticas. Aseguró que las bases que sirvieron para fundar Podemos «siguen intactas» y que lo que él pretende con el abandono de la dirección es «empujar con mucha más fuerza este proyecto». En una carta pública dirigida a Iglesias y titulada «A mi amigo Pablo», hace una exaltación de su amistad con el líder de Podemos y apuesta por recuperar su relación «lejos de las intrigas de los medios».