A los miembros de una mesa hubo que ir a despertarlos y abrió media hora tarde
23 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«¡La baraja española!», dijo un votante ante una mesa plagada de papeletas de color verde. «Las estampitas, las estampitas», responden otros. Estaban en el colegio electoral de la plaza del Triunfo, en Sevilla. Casa de la Provincia, al lado de la catedral. Algún turista despistado entró en el edificio histórico y tuvo que darse la vuelta. Había cola, pero no para las visitas. Era para las urnas. La Semana Santa está a la vuelta de la esquina. Pero la capital andaluza vivía sus procesiones adelantadas. No estaba para «madrugás» Morón de la Frontera. Una mesa electoral de este municipio sevillano abrió media hora más tarde, a las nueve y media. «Parece que a algunos hubo que despertarlos», explicó el consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera.
Ante el colegio Alfares, en Triana, se apiñaban periodistas y curiosos. Aquí vota Susana Díaz. La candidata socialista llegó con su marido y lleva de la mano a su sobrina. Jugaba en casa y aprovechó para darse un baño de popularidad vecinal. Besos. Abrazos. Selfies. Saludó a varios por su nombre. «¡Manolo!». «¡Dolores!». Paciencia para aterrizar, paciencia para marcharse. Una joven pertrechada con el logotipo del PSOE le comentaba a un compañero: «Es muy auténtica. Ya quisiera yo una así para mí en Valencia».
Más allá, otro enjambre en la calle, pero este era para entrar en la capilla de la Esperanza y ver a la Virgen subida en su paso de palio. «A Susana la pusieron ahí sin votos, con enchufe, viene de Chaves y de Griñán. A mí no me convencen ni ella ni los nuevos, porque no quiero experimentos», comentaba Carmen, que es administrativa y que salía corriendo porque ella y sus dos niños llegaban tarde a misa.
Antonio Martín, jubilado del sector bancario, cree que esto es «una oligarquía de partidos, porque no hay separación de poderes y no elegimos a los gobernantes, los eligen las fuerzas políticas». Criticaba el sistema. Confesaba que había votado a Podemos, pero con la pinza en la nariz.
Podemos y Ciudadanos presumían de interventores. «En las elecciones europeas había solo cinco de los nuestros en toda Sevilla», decía con orgullo uno de los del partido de Pablo Iglesias. A él le ha tocado el centro histórico, en tierra hostil, donde la media de edad es mucho más alta. «Acaban de venir unas monjas», apuntaba arrugando la nariz.
Detenidos en Málaga
Precisamente, tres personas fueron detenidas durante la jornada en Torre del Mar, en Vélez-Málaga, por agentes de la Policía Nacional por, presuntamente, incumplir la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), al acceder a colegios electorales con camisetas y carteles en los que se leía «Stop Desahucios», «Sí se puede» y «Podemos». Los integrantes de las mesas consultaron al presidente de la Junta Electoral de Zona y posteriormente los agentes identificaron a estas personas y procedieron a su detención.